Panorama político de Vaca Muerta

El plan del transporte se suma al mejor momento de Vaca Muerta

El inicio del gasoducto Néstor Kirchner y el acuerdo en Oldelval apuntalan el escenario de crecimiento de la producción de gas y petróleo en el corto plazo.

 El plan del transporte se suma al mejor momento de Vaca Muerta
Un operario en el kilómetro 60 del gasoducto Néstor Kirchner.
Un operario en el kilómetro 60 del gasoducto Néstor Kirchner.

Muy posiblemente en los próximos días Neuquén alcance una de sus mejores marcas históricas de producción de crudo. Viene de un récord en 23 años, registrado en noviembre pasado. No obstante, diciembre podría traer el indicador más alto en 115 años de historia petrolera. Pero por fuera de la aceleración del 2022, lo más importante es lo que anunció ayer el gobernador Omar Gutiérrez: el acuerdo entre las accionistas, que al mismo tiempo son algunas de las principales productoras de shale oil, para expandir por sobre el plan original de ampliación el alcance del Oleoducto del Valle (Oldelval). 

La obra había quedado cruzada por la falta de acuerdo, con las principales accionistas (YPF, Exxon, Chevron, PAE y Pluspetrol) disputándose cuotas del transporte del futuro, lo que equivale a decir que en buena medida era una puja por quién podría exportar más crudo desde Neuquén en los próximos años. 

El nuevo esquema implica pasar de los 36 mil metros cúbicos adicionales, unos 225 mil barriles diarios en promedio, a 50.000 mestros cúbicos, unos 315 mil barriles finales. Se incorporarán de la siguiente forma: primero 120 mil a más tardar en el primer trimestre del 2024. Y los restantes 195 mil, en el primer trimestre del 2025. Al menos en la mirada de la provincia, este incremento y el consecuente reparto, parece haber apaciguado ciertas diferencias de los últimos meses. La disputa se daba en medio de la creciente producción de crudo. 

El IAPG filial Comahue con sede en Neuquén fue la plataforma donde Gutiérrez dio detalles de lo que podría implicar esa capacidad de bombeo adicional en términos de producción. Porque también en febrero próximo el Oleoducto Trasandino podría quedar operativo. Ese tendido que une Puesto Hernández (Rincón de los Sauces; Neuquén) con el puerto de Concepción, Chile, abre las puertas para otros 100 mil barriles más, para el abastecimiento del país trasandino y para exportar vía el Pacífico. Hoy está sometido a testeos de integridad. (El piso técnico sería de unos 40 mil barriles para su puesta en marcha.) Neuquén produce unos 305 mil barriles diarios en promedio. Junto a la plena capacidad de OTASA (unos 100 mil barriles) y sumando hacia el primer tramo del 2025 la nueva ampliación acordada en Oldelval, podrían salir unos 720 mil barriles diarios de producción en algún momento del mismo año.

Ya hace tiempo que el problema no es la producción posible si no más bien las inversiones de transporte que soporta la macro argentina. “Los avances de los últimos años nos permiten competir con quien ha sido nuestro modelo, Permian”. La frase es de Pablo Iuliano, CEO de YPF, un ingeniero clave en los desarrollos no convencionales de Vaca Muerta. Ayer comenzó a despedirse del cargo de gerente del IAPG Comahue (“Estoy bastante ocupado con algunos temas”, ironizó en su discurso en el que puso en perspectiva la importancia estratégica y los logros del shale para Neuquén y Argentina.)

Para el gobierno neuquino hay otra aceleración posible. “Hay cosas que puedo decir y otras que no puedo decir”, dijo, con un halo de misterio, Gutiérrez al referirse al actual proceso de inversión que podría tener un salto, también histórico, en el 2023, cuando la provincia reciba el espaldarazo de unos 7500 millones de dólares, el máximo en la era de la producción shale. 

Como trasfondo, el incremento del último año en el total de la producción: 40% en crudo y 26% en gas. ¿Qué lo explica? De un lado, el extraordinario rendimiento de los pozos no convencionales y del otro la crisis de suministros a nivel global azuzada por la guerra de Rusia y Ucrania-OTAN. Es el contexto que abrió mercados para el shale oil sumado a la necesidad de esquivar todo lo posible los exorbitantes precios del gas natural licuado (GNL) que obligaron al país más que nunca a estimular la producción local con valores diez veces por debajo del precio internacional.

Es decir, hay un mejor momento que podría ser mejor aún.

Pero había un cuello de botella antes del cuello de botella del crudo y no es otro que el del shale gas. Finalmente, el gasoducto Néstor Kirchner sale del letargo. La obra que empieza a tomar forma en varios frentes tuvo una puesta en escena oficial en el arranque de la semana. Fue en el kilómetro 60, cerca de Catriel, en el bloque Entre Lomas, donde el presidente de ENARSA, Agustín Gerez, ratificó que el objetivo es culminar su construcción el 20 de junio del 2023. Habrá 11 millones de metros cúbicos diarios de gas disponibles de forma adicional para el país cuando las productoras hagan sus ofertas en el contexto del nuevo Plan Gas. La secretaria de Energía de la Nación, Flavia Royón, vaticinó que esperan que la franja de ofertas sea similar al precio más alto que recibe hoy una petrolera por su producción en las versiones vigentes del programa estímulo: 3,50/4 dólares por millón de BTU.

El arranque de la obras es una gran noticia, pero por ahora insuficiente para eludir el frente externo de importaciones, que todo lo indica, reserva una fuerte presión sobre los dólares disponibles para importar el GNL necesario en el pico de la demanda de invierno en Argentina el próximo año. Como se informó, la expansión del shale gas es algo en lo que también pone el ojo el resto del mercado regional: Chile necesita obtener más gas desde Neuquén por los mismos motivos por los que el país quiere sustituir importaciones; Brasil ve con un dejo de espanto cómo la producción de Bolivia declina (Argentina otro tanto), y por eso Jair Bolsonaro muestra su mejor cara de buenos amigos cuando habla del gas de Vaca Muerta, acaso de las pocas cosas que le interese hablar con la coalición del gobierno nacional. De hecho, ambos países acaban de ratificar un compromiso de integración energética, al igual que la administración del país trasandino.

En síntesis, en esa década que forma parte de la corta historia de los no convencionales, nunca antes hubo contextos mundiales tan favorables para incentivar la producción de Vaca Muerta. La mirada hacia adentro impone una vez más la necesidad de que en un año cruzado por la disputa electoral (en la provincia y en el país) las cosas no se hagan tan mal como para sumar problemas adonde no debería haberlos.

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