Panorama político de Vaca Muerta
¿Cómo se traduce la grieta nacional en las candidaturas de Vaca Muerta?
La cruda disputa de las fuerzas nacionales tiene referentes locales que buscan ser competitivos ante el omnipresente MPN.

A 22 días de las elecciones en Neuquén, las cartas están más jugadas que nunca. Es y será una de las campañas más largas de la historia. Las principales fuerzas están lanzadas hace cerca de un año. La cartelería proselitista en ciudades como la capital invade cada estrato de la vida cotidiana. Otro tanto en las redes sociales y medios de comunicación. Para el neuquino promedio, de un tiempo a esta parte, no es tanto una novedad. La puja por la gobernación suele ser un momento candente, donde muchos prefiguran resultados en los que también se ponen en debate claves de su futuro, tan presente como está el Estado provincial, por lo bueno y por lo malo, en la vida de miles de personas. Sin embargo, en el último lustro, con el crecimiento paulatino del rol de Vaca Muerta y su impacto directo e indirecto en la economía, el comicio y el interés nacional que despierta, colocan el status de la elección por encima de la cantidad de votos que pone en juego.
Esta creciente importancia se mide en el presupuesto local (799.000 millones en 2023), pero como nunca antes en el mapa político argentino. Por un lado, el shale y su escalada de récords como esa posible llave para descomprimir la macroeconomía. Y al mismo tiempo el interés de los partidos nacionales que explicitaron su intención de acelerar en su afán de quedarse con la administración política de los recursos no convencionales. Esta posición les impone dejar en un profundo segundo plano sucesivas administraciones nacionales que no lograron generar las condiciones para un salto adicional del shale, un itinerario sin el cual no se explicaría el crítico ciclo económico del último año. Proponen por momentos una abrupta “edición” de la realidad local, tan atada a lo que pasa en el mundo, no ya solo a lo que sucede en Buenos Aires, despegándola todo lo que pueden de los constantes tironeos que impiden una verdadera política de Estado, por caso, en el sector energético argentino.
En términos de candidaturas, ese posicionamiento se da en dos frentes claramente definidos (los dos lados de la grieta). Y hasta hay un tercero que podría verse como una opción mixta (local-nacional), por cómo se terminó de construir a sí mismo.
El capítulo local de la grieta nacional
A la hora de las candidaturas locales, la apuesta nacional se traduce en lo siguiente: por un lado, el Frente de Todos (FdT). En la contraparte local del oficialismo nacional, Ramón Rioseco terminó acordando con el PJ provincial, presidido por el ex secretario de Energía de la Nación, Darío Martínez, luego de definiciones postergadas durante meses.
La diputada provincial Ayelén Gutiérrez (FdT) lo acompañará en la fórmula. Martínez resignó su postulación, que parecía una fija en los meses y hasta años precedentes, cuando tuvo un rol protagónico en su irrupción en la esfera nacional. Encabezará la lista de diputados provinciales. Este espacio evaluó la alternativa de un acuerdo más amplio, que incluyera al candidato díscolo del MPN, Rolando Figueroa, quien ya había sellado su vínculo con parte del macrismo neuquino en su propuesta al electorado.
“Para nosotros era importante tener una misma mirada programática y hay temas en los que no nos pusimos de acuerdo”, es la forma en la que describen los límites a ese eventual frente ampliado desde el peronismo que cerró filas con Rioseco.
Sin embargo, parte del FdT (como el caso del Frente Grande) terminó por respaldar la postulación de Figueroa. Para Rioseco, que con su partido Frente y la Participación Neuquina tiene a Cutral Co-Plaza Huincul como bastión electoral, es clave la estructura que el peronismo podría darle el 16 de abril en la capital y ciudades del interior. Con el MPN lanzado hace un año, la evolución de la campaña del ex intendente de Cutral Co será una clave que permita entender las chances de ponerle presión en las urnas al oficialismo que impulsa la candidatura del actual vicegobernador Marcos Koopmann.
En la otra vereda, el sello de Juntos por el Cambio quedó en manos de Pablo Cervi, que como se preveía, cerró un acuerdo con otro de los referentes que hace meses buscaba ser la cara visible de ese espacio: el ex diputado provincial Jorge Taylor. Cervi fue el candidato más votado en Neuquén en las PASO del 2021, a las que el MPN fue dividido. Luego, Figueroa se impuso en las generales (antes de dar el portazo a la estructura del MPN llegó al Congreso con el sello del partido provincial), en las que el postulante de JxC quedó en segundo lugar, lo que le permitió convertirse en legislador nacional.
Desde ese lugar comenzó a construir su candidatura a gobernador. De origen radical, y parte de una familia vinculada a la producción frutícola en el Alto Valle de Río Negro y Neuquén, aceptó públicamente que Mauricio Macri está detrás de la candidatura de Figueroa. Sin embargo afirma que junto a Taylor representan la verdadera opción de JxC. Como en el caso de Rioseco, la cantidad de votos que obtenga será determinante para establecer qué tipo de dispersión del electorado será posible en el comicio.
Con discurso neuquino y un pie a cada lado de la grieta
Figueroa protagonizó el culebrón político de los últimos meses. Fue vicegobernador de Omar Gutiérrez en su primer período. La pésima relación entre ambos y las fuertes críticas de Figueroa la familia de Jorge Sapag, comenzaron a dejarlo afuera de toda posibilidad en la interna partidaria. Podría decirse que él mismo se encargó de profundizar esa veta. El partido provincial reformó su carta orgánica. Figueroa consideró que las nuevas circunstancias estaban armadas para que una eventual candidatura interna suya no pudiera avanzar. La modificación impide que haya candidatos independientes con una afiliación partidaria menor a los tres años. Para el legislador nacional, esa modificación obrada en plena pandemia, fue un artilugio para dejar en offside a la estructura con la que ya estaba encaminado a una disputa interna. Fue su argumento para no ir a una interna con Koopmann, que no tuvo contrincantes y que viene realizando actos masivos en el último año. Figueroa tampoco presentó candidatos para la interna de conducción partidaria.
Tras el portazo al MPN, Figueroa se sigue definiendo como un neuquino de cepa. Sostiene que promueve los valores del partido del que se fue, y de Felipe Sapag, el histórico ex gobernador fundador de la fuerza política neuquina.
En medio de ese posicionamiento, comenzó a indagar la posibilidad de avanzar en un frente opositor al partido que lo llevó al Congreso de la Nación, lo convirtió en intendente y vicegobernador. En buena medida, se transformó en un crítico de la estructura que también hizo posible su historia política. Y de inmediato cerró acuerdos con el macrismo de la capital neuquina y sectores del FdT (referentes del Frente Grande y del PJ que disienten con la actual conducción se plegaron a su respaldo). Apuesta a un batacazo, sumando a quienes por algún motivo hayan quedado por fuera del omnipresente influjo del oficialismo del sector azul del MPN. Con acuerdos a cada lado de la grieta nacional, como ya se mencionó, pone el foco en las falencias de infraestructura y la desigualdad económica en Neuquén, y asume el complejo desafío de separarse con matices de las fuerzas nacionales que lo respaldan localmente.