Interconexión regional

Por primera vez Bolivia exporta energía eléctrica al norte argentino

El intercambio se realiza mediante la red de alta tensión de 120 kilómetros que une a los dos países. En abril los presidentes Arce y Fernández se reunirán para formalizar el contrato.

Por primera vez Bolivia exporta energía eléctrica al norte argentino
La obra de interconexión ha costado más de U$S 52 millones.
La obra de interconexión ha costado más de U$S 52 millones.

Argentina empezó a importar energía eléctrica desde Bolivia, a través de la Línea de Transmisión Juana Azurduy de Padilla. El proyecto tiene una inversión de más de U$S 52 millones. En los primeros días del mes de abril el presidente Luis Arce y su homólogo Alberto Fernández se encontrarán en la frontera para inaugurar este proyecto.

La obra de interconexión eléctrica entre ambos países se ha materializado mediante una línea de alta tensión de 132 kV que se ha construido entre la Central de Generación de Yaguacá en Bolivia y la Estación Transformadora Tartagal, en la provincia de Salta.

Con una extensión de 70 Km (64 en Argentina y 6 Km en Bolivia, la línea será capaz de transportar hasta 120 MW hacia el SADI. Actualmente, se están importado 60 MW desde el país vecino, sumándose a la importación desde Chile, Paraguay, Brasil y Uruguay.

Las localidades argentinas que se abastecieron por esta vía en los últimos días fueron: Tartagal, Orán, Piquirenda, Tabacal, Pichanal, Senda Hachada y Dragones, todas ubicadas en la provincia de Salta.

Una inversión que a la Argentina no le costó un solo peso y que por otra parte no le ocasiona ningún tipo de obligación de comprar energía, ya que no se ha establecido un Contrato PPA sino un “Intercambio de Oportunidades”, solo cuando sea conveniente, en precio o ante emergencias.

El proyecto desde su origen pasó por tres gestiones de gobierno en nuestro país y otras tantas en Bolivia, además de dos años de pandemia. Argentina estaba interconectada eléctricamente con Brasil, Uruguay, Paraguay y Chile. Solo faltaba Bolivia entre los países limítrofes.

La obra se construyó con mano de obra argentina y boliviana y además de permitir cumplir con los últimos records de demanda energética en el SADI, contribuirá a futuro a desplazar generación ineficiente.

El ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina Ortiz, señaló que "este proyecto nos permitirá contar con un excedente entre 145 y 290 millones de dólares, dependiendo de los precios de la electricidad. Además, se debe mencionar que esta interconexión marca un hito en la integración de ambos países y permitirá desarrollar todo un mecanismo de intercambio de energía eléctrica con valor agregado”.

Para este proyecto se construyeron 120 kilómetros de líneas de transmisión y las subestaciones Yaguacua, en el lado boliviano, y Tartagal, en el lado argentino, que tienen capacidad para inyectar hasta 120 MW; además, de puestos de transformación de 150 MVA de potencia en 230/132 kV, instalados en la subestación Yaguacua para reducir el nivel de tensión de 230 kV a 132 kV.

 

 

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