Vaca Muerta y el frente externo

YPF planea su autoabastecimiento en el segundo trimestre para empezar a exportar crudo

Con proyecciones de producción en alza y mayor capacidad de transporte, la petrolera se prepara para irrumpir en el mercado internacional en el 2023.

YPF planea su autoabastecimiento en el segundo trimestre para empezar a exportar crudo
Con el impulso de Vaca Muerta, YPF proyecta convertirse en el principal exportador de petróleo del país
Con el impulso de Vaca Muerta, YPF proyecta convertirse en el principal exportador de petróleo del país

La empresa YPF alcanzó a lo largo de 2022 a representar más del 47% de la producción total de petróleo del país, con un incremento superior al 13% interanual, pero a pesar de ese destacado crecimiento la compañía aún no logró el autoabastecimiento de sus refinerías y por ende se vio restringida en los últimos años de poder exportar para atender el mercado interno.

Ahora con el desempeño que vienen demostrando sus operaciones, en YPF -de acuerdo a las estimaciones de una alta fuente de la empresa- se prevé que entre abril y mayo se podrá conquistar el esperado abastecimiento de sus tres refinerías de La Plata, Luján de Cuyo y Plaza Huincul, las que a su vez avanzan en un proceso de ampliación y modernización por US$ 1000 millones. Sin dudas, el salto exportador que viene registrando el país responde a la capacidad de producción del no convencional de Vaca Muerta.

En ese sentido, en septiembre pasado, en Neuquén se registró el volumen máximo exportado de petróleo desde la reanudación de envíos de crudo, tras despachar 2,6 millones de barriles de petróleo desde la provincia un 30% de la producción de la cuenca, por cerca de 220 millones de dólares a un precio promedio que rondó los 85 dólares el barril.

Pero entre las empresas que concentraron las exportaciones como Shell, Vista, Pan American Energy, o Chevron no se encuentra a la compañía de mayoría accionaria estatal que no puede aprovechar el gran dinamismo de la demanda internacional a muy buenos precios que en promedio este año rondaron en torno a los US$ 100 dólares el barril.

Esa situación generó rispideces entre las empresas en momentos en que la crisis de abastecimiento en varias provincias argentinas obligó a YPF a incrementar sus importaciones de gasoil y nafta para asegurar el abastecimiento, mientras por la otra ventanilla el resto de las compañias sostenían el ritmo creciente de exportaciones.

Una exportación que esperan pueda equilibrarse el próximo año a partir de la experiencia recogida en el manejo de la crisis y en el compromiso de todos los actores. Es que con una red de 1.482 estaciones de servicio desplegadas en todo el territorio nacional y un posicionamiento de mercado largamente predominante sobre su competencia, viene obligando a YPF a privilegiar la producción para atender las necesidades del downstream que es la caja principal de la compañía y dejar el atractivo negocio exportador en manos del resto de la industria.

Pero la decisión de la actual conducción es sumar a la petrolera como un fuerte jugador en el mercado externo, objetivo que podrá comenzar a concretar a mediados de año, una vez alcanzado el autoabastecimiento y en consecuencia contar con excedentes de producción.

Es con esa perspectiva, que para la empresa adquiere particular importancia los proyectos para incrementar la capacidad de transporte orientado a la exportación. En esa estrategia, YPF como uno de los accionistas principales impulsó el proyecto para duplicar la capacidad del Oleoducto del Valle (Oldelval), que con una inversión de US$ 1.000 millones incrementará a 86.000 m3/d, el equivalente a 540.000 barriles para 2025, que podrán derivarse de la Cuenca Neuquina a Puerto Rosales, una de las terminales del complejo de Bahía Blanca.

Pero a más corto plazo, el Oleoducto Trasandino (Otasa) cuyo paquete accionario está en manos de YPF, Chevron y la chilena Enap, tiene previsto sumar a la oferta de transporte unos 110.000 barriles diarios a partir del primer trimestre de 2023, tras las obras de rehabilitación del ducto binacional que luego de 16 años reabrirá las puertas del crudo argentino a los mercados del Pacífico.

El atractivo de aquellos destinos de alta demanda ya permiten a las empresas poner en la mesa de discusión el tendido de un ducto paralelo para cruzar la Cordillera con destino hacia el puerto chileno de Concepción.

Pero como el entusiasmo de la industria por la potencialidad del recurso de Vaca Muerta es tal, YPF espera anunciar formalmente en los primeros meses del año próximo una mega inversión de US$ 1.200 millones para la construcción del denominado oleoducto Vaca Muerta Sur que con una traza de 700 kilómetros permitirá la construcción de una terminal portuaria para la exportación de petróleo en las costas de Punta Colorada, en la provincia de Rio Negro.

La capacidad prevista podría convertirla en el más grande hub exportador de crudo del país con más de 350.000 barriles diarios, según las estimaciones preliminares.

Con este panorama, YPF proyecta convertirse en el principal exportador de petróleo del país y todas sus acciones para consolidar la capacidad de transporte comienzan a converger a ese objetivo.

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