Panorama político de Vaca Muerta

El anuncio que no fue y los banquinazos en torno al Lanín

Economía extiende el suspenso en la Secretaría de Energía. Un organismo nacional suma discordia en medio del proceso de negociaciones del gobierno y los mapuches.

El anuncio que no fue y los banquinazos en torno al Lanín
Massa y Martínez, junto a Bernal (segundo desde la derecha) en un acto en julio pasado.
Massa y Martínez, junto a Bernal (segundo desde la derecha) en un acto en julio pasado.

Los apuros, la saga de los daños autoinfligidos del gobierno nacional, tuvieron un nuevo capítulo en la semana de la asunción del nuevo ministro de Economía Sergio Massa. Por ahora no pasa a mayores. Si bien hay episodios que no aportan para la complejísima tarea que el tigrense se carga sobre su espalda. La de sacar al país de los límites con el abismo, esa cíclica propensión argentina que en los últimos cinco años tuvo algunas de sus particularidades más cruentas.

“Mañana seguiremos presentando al equipo económico”, había dicho el miércoles el nuevo ministro cuando le preguntaron el nombre de quien quedaría al frente de la Secretaría de Energía. Fue el paso uno del reguero de especulaciones que al cierre de esta nota continuaban. El nombre de Federico Bernal, el interventor del ENARGAS, que parece haber medido sus chances en tiempo real, apareció como la insospechada opción en portales y diarios de todo calibre y tenor. 

En simultáneo, el entorno de Martínez decía lo que ya se sabe que dice: no había renunciado, y cuando suceda, será el encargado en comunicarlo. Con el correr de las horas la figura de Bernal quedó diluida como aspirante a llegar al cargo. 

En el peronismo neuquino están los que dicen que, de hecho, Martínez quisiera dar el paso al costado. El argumento de la campaña por estas horas también le viene como anillo al dedo. El presidente del PJ provincial, es verdad, ve cómo el MPN y Juntos por el Cambio apuran su proceso interno, y él sigue atado a un terreno de indefiniciones dentro de la disputa nacional del FdT, de la que recibe coletazos, y fue parte, pese a que trató de moldear durante los dos últimos años un perfil equidistante entre el albertismo y el cristinismo. ¿No tanto con el massismo?

Al mismo tiempo, las buenas nuevas de Vaca Muerta ofrecen una fenomenal plataforma desde la que hacer política. Sobre todo cuando siguen pasando los días-cuenta regresiva del peor tramo del temporal del sector energético, ese que ata las importaciones de GNL a precio exorbitante (ídem 20% del gasoil de consumo interno), algo que en septiembre podría configurar un huracán cuyos peores vientos hayan pasado.

Por decir lo menos, la falta de definiciones, tampoco sumó como carta de presentación para un sector que viene reclamando condiciones para saber si va a poder acelerar en los próximos meses, como ahora el gobierno nacional plantea con el objetivo de contribuir a las esmirriadas reservas del BCRA. 

Temas por resolver: resta saber quién será ahora el interlocutor para definir la prórroga de las concesiones del transporte de crudo del Oleoducto Trasandino (puerta de salida hacia el Pacífico desde Neuquén), Oldeval (la principal transportista de crudo de Vaca Muerta y la Cuenca Neuquina), Oiltanking, el punto de almacenamiento de crudo en la costa bonaerense, y, culebrón de culebrones, qué márgenes hay para empezar la obra del primer tramo del gasoducto troncal Néstor Kirchner, en medio del anuncio que hizo el flamante ministro sobre la licitación del segundo tramo entre Salliqueló y San Jerómino, obra que sostuvo que se financiará con capitales privados. Al menos esta semana, el gobierno nacional se comió el postre antes que la cena. 

 

Los mapuches y el Lanín, banquinazos ante la consulta previa

Es claro, se entiende y puede pasar. En la mirada desde fuera de Neuquén -pero también en algunos sectores políticos locales- descollan los prejuicios y el desconocimiento sobre temas vinculados a los mapuches. De acuerdo a los últimos datos procesados, los del censo del 2010, el 7,86% de la población neuquina se reconoce como integrante de una etnia originaria. Eso supone algo así como 42.000 personas de un total de entonces de 550.000. Todavía no se oficializaron los datos al respecto del censo de este año.

En Neuquén las escuelas primarias enseñan el idioma; hay funcionarios que saludan en actos oficiales en las dos lenguas, el mapuzungun y el español. Descendientes del pueblo mapuche son parte del gobierno provincial, intendentes o jefes de comisiones de fomento; atienden el almacén de la esquina, dan clases, son policías o el 9 de un equipo de la liga local de fútbol. Persisten ciertos prejuicios con los sectores menos politizados de comunidades originarias, pero, en términos generales, no muchos más que los que padecen los cordobeses, mendocinos, venezolanos o porteños que llegan bajo el influjo del imperfecto imán de oportunidades que supone Vaca Muerta.

Es decir, cuando alguien desde Buenos Aires, Catriel o Nueva York, pone a todos los integrantes de esta etnia en el lugar de los que integrarían esa difusa entelequia denominada RAM, comete el mismo error que cometería si dijera que el mero hecho de ser ruso pone a un ciudadano moscovita a la altura de las tropas que invaden por estos días Ucrania. Hay una abundante literatura periodística que transita esa senda que pone a todo el mundo en una misma bolsa.

También es verdad que referentes e integrantes del pueblo mapuche suelen recurrir a prácticas extorsivas en medio del afiebrado fragor que se desprende de los ciclos de inversiones en Vaca Muerta, y que tienen pymes que crecen en los diversos anillos económicos del shale, y perciben servidumbres de paso varias veces millonarias, capitalizadas sobre todo en los momentos de mayor esplendor. 

Todo lo anterior como trasfondo, como paisaje constante, complejo de analizar y diverso de esa estricta y tensa actualidad que esta semana sumó un raro episodio.

Tal como lo adelantó Mejor Energía, el gobierno provincial le llevó a las comunidades de consejos zonales mapuches y a la Confederación Mapuche del Neuquén un protocolo de consulta previa. El eje de esta consulta es la traza local del gasoducto Néstor Kirchner, cuyo permiso ambiental Neuquén otorgó previamente en virtud de sus atribuciones. El convenio 169 de la OIT, al que adhiere Argentina, impone un proceso de consulta previa para actos administrativos o legislativos que pudieran afectar derechos o eventuales reclamos de comunidades originarias. De forma inédita, Neuquén viene negociando ese protocolo con comunidades reconocidas con personería jurídica y con la Confederación, un organismo político de representación. 

Fue un proceso posterior al llamado que hicieron estos representantes mapuches a las petroleras, recordándoles la necesidad de esta consulta, en medio del proceso de licitación del gasoducto que está encabezando ENARSA. Luego hubo un primer acercamiento: el gobierno presentó un borrador. Buscará consensos para plasmarlo luego en un decreto provincial que lo ponga en vigencia. Seguirán negociando. Para Neuquén la traza del gasoducto no pasa por tierras reclamadas por comunidades. El secretario de Desarrollo Territorial y Ambiente, Jorge Lara, le contestó esto al gobierno nacional cuando se lo consultaron. Lo reiteró en una nota con este medio.

Este proceso tiene lugar en paralelo a un relevamiento territorial de comunidades que desarrolla el gobierno neuquino en conjunto con el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), de acuerdo a los preceptos de la ley 26.160, que declaró en emergencia tierras ocupadas por comunidades originarias y estableció que haya un estudio técnico, jurídico, histórico y ancestral, del que también participan los mapuches, a fin de determinar la legitimidad y reconocimiento de reclamos de pueblos originarios.

En medio de este foco de tensiones que suponen estos dos procesos en marcha, esta semana la dirección de Parques Nacionales emitió una resolución que declara al Volcán Lanín como “Sitio Natural Sagrado Mapuche”. El gobernador Omar Gutiérrez la dio a conocer hace tres días, y denunció públicamente que “la existencia de enclaves nacionales como la Administración de Parques no autoriza a borrar la letra de la Constitución, pisoteando las facultades constitucionales de las provincias”. 

 Agregó que el acto significa “un atropello a las autonomías provinciales” y un episodio “más de centralismo y una intromisión. Vamos a iniciar las acciones administrativas y legales correspondientes porque se trata de un acto ilegitimo e ilegal”.

Recordó que “hay muchos ejemplos de diálogo institucionales, como el co-manejo en la Corporación Interestadual Pulmarí o el reciente proceso de Consulta Previa, Libre e Informada”.

“El Lanín es un símbolo de la identidad neuquina y es de todos los neuquinos y neuquinas. Forma parte de nuestra geografía e identidad cultural. Está en nuestro escudo provincial, el himno provincial y nuestra bandera”, concluyó.

El fiscal de Estado, Raúl Gaitán, tiene un recurso de inconstitucionalidad para presentar en la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Cuando el caso trepaba a los medios de todo el país la administración de Parques hizo una convocatoria al gobierno provincial para realizar “una mesa de diálogo” y sostuvo que de este modo “dejará sin efecto la actual resolución y trabajará conjuntamente en una nueva que contemple el espíritu federal”. 

El fiscal dijo que la provincia esperará hasta el lunes una convocatoria formal, que todavía no había recibido, y de la que se había anoticiado por las publicaciones periodísticas.

El caso también suma para el discurso del MPN. En medio de la crisis política y económica, y en el camino del proselitismo hacia su interna de fin de año, el partido de gobierno se viene diferenciando de los partidos nacionales achacándoles una mirada centralista. Lo de esta semana es un argumento más para su discurso clásico.

Hay precedentes cercanos en el mundo petrolero. Siempre está esa mirada de Neuquén respecto de las atribuciones de la provincia y el manejo de los recursos, que tiene como principal objeto de resguardo los campos productores de Vaca Muerta. La cajoneada ley de incentivo a los hidrocarburos también avanzaba sobre preceptos que estableció la reforma constitucional del 1994 y que fueron plasmados en la denominada ley corta, que deja en mano de las provincias la potestad sobre los recursos naturales. 

En medio del relevamiento territorial, y una consulta que tiene como eje las tierras donde pasará el gasoducto Néstor Kirchner, la resolución de Parques Nacionales genera discordia en un proceso negociaciones que desde el vamos estaba caracterizado por las tensiones y las diferencias. 

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