Panorama político de Vaca Muerta

Del "paso positivo" en Vaca Muerta a las tensiones por las represas

Neuquén destaca el cepo flexibilizado para las petroleras y marca la cancha por las concesiones hidroeléctricas.

 Del "paso positivo" en Vaca Muerta a las tensiones por las represas
Equipos de fractura en plena tarea en Vaca Muerta.
Equipos de fractura en plena tarea en Vaca Muerta.

El MPN hace su acostumbrado juego a varias puntas. Esta semana, una vez más. Sucede sobre todo en momentos preelectorales. O en momentos de profunda crisis política o económica, cuando lee el tablero nacional y entiende que, quizás, lo mejor es no estar tan pegado a la Casa Rosada. O al menos no tanto como en junio del 2020 cuando el gobernador Omar Gutiérrez dijo que Alberto Fernández sería recordado como el presidente que le “salvó la vida al pueblo”. Era toda una declaración de compromiso. Un alineamiento automático que nadie en el país se atrevía a jugar tan a fondo. No había vacunas; el presidente hacía lo que podía en el mar de la escasez, y lo arreciaban las críticas por los sucesivos confinamientos. Fue en Villa La Angostura. El gobierno provincial fue el principal difusor de ese encuentro que incluyó un asado en la histórica residencia El Mesidor. 

Como se suele decir, eran otros tiempos, y es legión aquello de la desmesura a la que puede equivaler un segundo cuando ese segundo transcurre en la arena política. Pasaron muchos meses. Y casi toda la política del país está en modo campaña y en crisis o en crisis y modo campaña. El orden de los factores quizás no altere en este caso tanto el producto. Alberto y Cristina no se hablan. El peronismo de los gobernadores saca la calculadora, traza ecuaciones de fuerza, acicatea alianzas, en una aritmética de la rosca a la que el grueso de la población asiste con una perplejidad casi tan grande como la bronca que siente por la fugacidad de los precios en las góndolas. Esto, solo por mirar el lado peronista de la luna. En su otra cara, luego del estrepitoso fracaso, Cambiemos tiene hoy cinco candidatos a presidente con chances. Puede pasar. Es Argentina.

Un par de imágenes de esta semana plantean cómo funciona ese capítulo del manual de procedimiento del MPN. Fernández y el ministro de Economía Martín Guzmán anunciaron la flexibilización del acceso a dólares para las petroleras que aceleren sobre su curva base de producción. Era un planteo recurrente del gobierno provincial, que cada vez que pudo, la mayoría de las veces de muy buen modo, sostuvo que en eso se jugaba una clave del crecimiento de Vaca Muerta. “Es un paso positivo”, dijo Gutiérrez, sobre el decreto del gobierno nacional, sin grandilocuencias ni alineamientos automáticos desmesurados. 

La medida decretada se explica por algunas urgencias: en diálogo con AM550 el secretario de Energía Darío Martínez sostuvo que era un reclamo de las petroleras para poder incorporar sets de fractura en Vaca Muerta. Es el otro cuello de botella, al margen del transporte de crudo y gas: los servicios especiales. (La guerra impuso restricciones a Rusia en sus ventas de hidrocarburos. Algo que está promoviendo las exportaciones desde Estados Unidos. De pronto, el shale norteamericano podría tener motivos para salir de ciertas dudas en las que estaba sumido por la salida del capital de beneficios de corto plazo en la prepandemia. Algo que presiona sobre la disponibilidad de toda la cadena de servicios para los no convencionales.)

Sin dólares, también el escenario en Neuquén sería el de una suerte de velocidad crucero de las inversiones, algo parecido al ritmo actual, suficiente para el abastecimiento doméstico, pero lejos de esos contextos de despegue adicional posibles. Pero sin sets de fracturas, por ejemplo, habría restricciones de ritmo y volumen. Y lo otro, claro, es el gas nuevo que se necesitará para el gasoducto troncal Néstor Kirchner, que el gobierno nacional espera culminar en mayo del 2023. Dólares para servicios especiales, para obras de infraestructura, y para el upstream necesarios para el shale gas del nuevo sistema de transporte y el crudo de exportación. 

Neuquén, por un lado, destacó esta medida nacional en la que también se cifra buena parte del crecimiento posible de su economía. Pero, en medio de la campaña por la sucesión del gobierno provincial -y Martínez es un candidato del peronismo neuquino-, recurrió a otro estamento institucional a la hora de marcar las diferencias con el gobierno nacional.

La Legislatura, los diputados provinciales del MPN, que siguen marcando distancias con la administración central. Ya se mencionó aquel culebrón del nombre del nuevo troncal (si Don Felipe Sapag, como claman los diputados emepenistas, o sostener el del ex presidente, como ya bautizó el gobierno nacional), en el que se prefiguraba parte de la reacción de esta semana: la secretaría de Energía anunció días atrás la creación de un organismo que relevará y realizará una auditoría técnica sobre las concesiones hidroeléctricas que vencen, “sin tener en cuenta a las provincias generadoras de energía”, según plantearon los legisladores provinciales en un comunicado que dieron a conocer. 

En ese texto, recuerdan una vez más que la Constitución nacional del 1994 dice que “corresponde a las provincias el dominio originario de los recursos naturales existentes en su territorio”. También sostuvieron que el nuevo organismo nacional informará sobre las concesiones que vencen entre agosto próximo y diciembre del 2023, ubicadas en la cuenca de los ríos Limay y Neuquén: El Chocón-Arroyito, Piedra del Águila, Alicurá y el Complejo Cerros Colorados. 

Este pronunciamiento llega en medio de otro reclamo: el vicegobernador Marcos Koopmann (presidente de la Legislatura), candidato lanzado para suceder a Gutiérrez, viene exigiendo al gobierno nacional, también desde la Cámara, la restitución de la “Tarifa Comahue”. Esto es: que a Neuquén no se le cargue en la factura de la luz los costos de transporte desde Buenos Aires si la energía que se produce en esas represas, claro, se genera junto a donde viven todos esos neuquinos que la pagan más cara por ese cargo adicional (y que observan también como por estos días el cambio climático impuso una bajante histórica).

En septiembre del 2021, el gobierno neuquino ya había reclamado a la Nación por la corrección del pago de regalías hidroeléctricas modificado por una resolución nacional en el 2013. Ese reclamo fue por el período agosto 2016 y julio del 2021. En ese entonces, la suma era de 1.164 millones de pesos más intereses. 

Es decir, al mismo tiempo que el gobierno nacional pone el ojo en el corazón energético del país (Vaca Muerta, la generación hidroeléctrica), el gobierno del MPN toma distancia. Por un lado, para poner en contexto su rol histórico de precursor cuando los no convencionales no existían. También, como paso siguiente de esa puesta en contexto, para ajustar el operativo de distanciamiento al mismo tiempo en el que la coalición del gobierno nacional amenaza con su propio colapso. (Esta lógica también incluyó en el último mes a los visitantes ilustres de Juntos por el Cambio que se subieron al ring de la crítica al albertismo desde los bloques de Vaca Muerta.) Esas disidencias respecto de las fuerzas nacionales ofrecen un terreno fértil para posicionar candidaturas, incluso como estrategia destinada a la propia interna del MPN, donde hay sectores más proclives y cercanos al peronismo en momentos de campaña.

Pero también, porque ese discurso de la diferencia (el “federalismo de coordinación” y “el límite es el avance sobre los recursos de la provincia") por momentos incluye la idea de que las administraciones centrales de turno, cualquiera sea su color político, pensionarán el margen de posibilidades para avanzar sobre un patrimonio descomunal, que es parte de una provincia, pero que habilita desarrollos que hasta el momento el país no se imaginaba.

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