Vaca Muerta: la actividad se sostiene y Neuquén sale a tomar deuda

En Vaca Muerta, los principales indicadores de producción en el segmento del petróleo no convencional siguen en plena expansión. Las etapas de fractura del mundo shale arrojaron un nuevo récord esta semana: las 1643 registradas expresan un salto inédito. Los dos primeros meses del año iban en la mima dirección: enero abrió el 2024 con 1351, en tanto que febrero casi que mantuvo el mismo número con 1348.

Por ahora, la ventana de crudo sostiene los objetivos de los principales proyectos, en un año en el que, de acuerdo a los datos que confirmaron al gobierno las empresas, habrá otro registro sin antecedentes: al menos una inversión en torno a los 9000 millones de dólares.

La expansión del transporte de crudo desde la Cuenca Neuquina permite pensar en niveles sostenidos de producción, con Neuquén alcanzando su máximo histórico en febrero pasado: 381.570 barriles diarios en promedio (bbl/d).

Oleoductos del Valle (Oldelval), la principal vía de salida del crudo de este punto del país, espera sumar a su capacidad de transporte unos 60.000 bbl/d en junio, en una ampliación que tiene el horizonte de añadir unos 300.000 bbl/d rumbo al Atlántico. Como se sabe, el Oleoducto Trasandino canaliza en paralelo hacia Chile envíos periódicos que podrían alcanzar hasta los 110.000 bbl/d.

El promisorio escenario del crudo discurre en momentos en que, en rigor, el gran signo de interrogación de corto plazo es si Argentina finalmente podrá convertirse, en una primera instancia, en un proveedor confiable de gas en Sudamérica

La caída de la producción boliviana plantea esa alternativa; Argentina lo padecerá más claramente aún en el invierno. Y Brasil, con cada semana que pasa, busca más respuestas en Neuquén. La reversión del Gasoducto Norte, clave del shale gas y su posible expansión, sigue en pleno avance y eso podría ser una primera alternativa para el cruce del gas primero hacia Bolivia y eventualmente hacia Brasil.

Parte de la discusión en estos momentos, afirman actores a uno y otro lado de las tres fronteras involucradas, tiene que ver con el eventual peaje que pagaría el gas de Neuquén. Están los interesados en recibirlo y comercializarlo; y también los que, directamente creen en la chance de un gasoducto directo entre Vaca Muerta y el complejo industrial de San Pablo, que ve con cierto pavor quedar atado solo a la compleja trama de precios y aprovisionamiento del GNL a escala global.

La toma de deuda para obras

Esta semana el gobierno provincial podría pedir autorización en la Legislatura para tomar deuda por unos 500 millones de dólares. Sería para el pago de pasivos y también para sostener el plan de obras que impulsó en la campaña proselitista el frente Neuquinizate. Es, en parte, un escenario que se desprende de la suspensión de transferencias del Estado nacional. “No es el camino que más nos gusta, pero es una de las salidas posibles”, explicó una fuente del gobierno provincial consultada para esta columna.

Las productoras también habían recibido el reclamo de primera mano para que hagan aportes con destino a obras de infraestructura. La mesa de Vaca Muerta fue un ámbito donde el gobierno “instó” a las compañías a realizar más aportes para sostener el creciente ritmo de la expansión demográfica. (Según el actor político que se consulte, entre 15 y 20 familias diarias llegarían a Neuquén a buscar oportunidades; algunas regresan a sus puntos de origen, otras logran quedarse a probar suerte; nada, pese al lugar común, es tan fácil en las postrimerías de Vaca Muerta.) Neuquén ya les había hecho un primer reclamo: aportes para su plan de becas Gregorio Álvarez, lo que valió también un cuestionamiento público a las operadoras que le quitaban el cuerpo a esas transferencias de fondos.

El estado de rutas, las redes de servicios domiciliarios, la infraestructura escolar –hay siete escuelas técnicas en suspenso por falta de aportes nacionales– integran esa agenda prioritaria que promueven intendentes en uno y otro punto de la provincia.

Esta semana el gobierno también marcó el tenor de sus aspiraciones en un debate que ya da con el gobierno nacional, y que podría tener este mes un correlato en el Congreso con el remozado proyecto de Ley Ómnibus: informó públicamente que dejó de recibir unos 22.000 millones de pesos en fondos de la Coparticipación Federal.

Para la provincia, el camino marcado por el shale oil y su potencialidad es un aliciente para respaldar esa toma de deuda con los futuros aportes que podría recibir por exportaciones.