El mercado de los combustibles

Biodiesel: el 2023 cerrará en niveles mínimos de producción y exportaciones

A los efectos coyunturales de la sequía se suma la normativa que restringe el nivel de corte obligatorio y la participación en el mercado local de empresas exportadoras.

Biodiesel: el 2023 cerrará en niveles mínimos de producción y exportaciones
Los biocombustibles sobrellevan el impacto de la sequía.
Los biocombustibles sobrellevan el impacto de la sequía.

La sequía inédita sigue dando muestras de su alcance y paradójicamente terminó de conformar una tormenta perfecta para la industria del biodiesel en la Argentina, que este año se prevé que cerrará con niveles mínimos de producción histórica, exportaciones en fuerte retroceso, y con niveles de capacidad ociosa incluso mayores a los observados durante la pandemia.

Pero desde el sector agroindustrial se explica que la coyuntura de la sequía que se hizo sentir en toda la economía es “un contratiempo más de una actividad que ya acumula varios años de estancamiento”. No obstante, las entidades del sector aseguran que una adecuación normativa permitiría aprovechar la disponibilidad de materia prima y capacidad de producción de biodiesel para sustituir más de 1 millón de toneladas de importaciones de gasoil para abastecer el mercado local con un producto 100% de fabricación nacional. 

A comienzos de la década pasada, el vertiginoso avance del biodiesel sobre la estructura productiva argentina prometía grandes oportunidades para el desarrollo de la agroindustria regional: Desde el 2010 durante los primeros siete años la capacidad instalada creció a un ritmo promedio anual de un 12%, mientras que la producción hizo lo propio al 7% anual. Se llegaron a instalar 38 biorrefinerías, siendo la provincia de Santa Fe el núcleo principal, albergando más del 80% de la capacidad instalada, llegando a contabilizar una capacidad teórica de producción de 4,6 Mt a nivel nacional.

El abastecimiento al mercado interno, para cumplir con la tasa de corte obligatoria y el mercado externo han conformado los dos principales destinos del biodiesel argentino, con diversas proporciones dependiendo del año. El primero depende del nivel de tasa de corte obligatorio vigente en cada momento y la demanda de diésel sobre el cual se efectúa la mezcla; durante los trece años que van desde el 2010 hasta ahora, en promedio se comercializaron en concepto de ventas al corte alrededor de 850.000 tn cada año. Por su parte el mercado externo se vio atravesado por sanciones aduaneras y fallos internacionales que causaron la veda y reapertura de algunos mercados claves como el norteamericano y europeo, promediando durante la última década un volumen exportado de un millón de toneladas anualmente.

Sin embargo, un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, destacó que “a partir de 2017 la industria ingresó en un sedero de estancamiento y retroceso, con recortes constantes en los niveles de producción y capacidad instalada”. Hoy en día, la industria cuenta con 33 biorrefinerías y una capacidad de producción un 15% menor al nivel del año 2016. La producción mantuvo una desaceleración promedio anual de 10% durante los últimos siete años, y proyecta culminar el 2023 con 1 millón de toneladas menos de producción que durante el 2010, primer año en el cual entró efectivamente en vigencia la obligatoriedad de la tasa de corte de biocombustibles.

“Para consolidar esta caída al cierre de 2023 se espera llegar a niveles mínimos de producción, utilizando poco menos del 33% de la capacidad instalada en el país”, reseñó la BCR, superando incluso el récord de bajos niveles durante el año de la pandemia. Hasta julio, durante todo 2023, se comercializaron 401.000 tn de biodiesel para abastecer la demanda al corte, 77.000 tn menos que durante el pandémico año 2020 y un 45% menos que el año pasado.

También se han exportado un total de 150.000 tn hasta el mes de julio, muy lejos del millón de toneladas exportadas a la misma altura del año durante 2012 y 2018 y un 83% menos que el acumulado hasta julio del año pasado. 

El informe de la bolsa rosarina también reseñó las consecuencias de la ley de biocombustibles aprobada en 2021, que dispuso la reducción en torno a la tasa de corte obligatoria de biodiesel con diesel, pasando de un 10% a solamente el 5%, y que hoy alcanza el 7,5%.

“Dicha ley afectó negativamente a la industria del biodiesel, no sólo por la reducción del corte obligatorio, sino porque quedaron excluidas del mercado interno aquellas empresas que estuvieran vinculadas a la exportación de soja y sus derivados. Las mismas quedaron imposibilitadas en la norma legal para participar del corte obligatorio”, se reseñó.

La Bolsa de Comercio de Rosario y otras entidades como la Cámara Argentina de Biocombustibles (CARBIO) mantienen el reclamo por la ampliación del corte obligatorio, y proponen que se establezca por norma que, más allá del corte obligatorio de biodiesel del 5%, las empresas mezcladoras puedan usar biodiesel hasta un máximo del 20%. Se solicita, además, que las empresas encargadas de llevar a cabo las mezclas obligatorias adquieran libremente ese adicional de biodiesel pactando en tal caso el precio y el aprovisionamiento de los productos con cualquiera de las empresas productoras registradas en Argentina. Todo esto para asegurar el abastecimiento en las mejores condiciones posibles de calidad y precio para el consumidor.

“Argentina cuenta con disponibilidad de materia prima y capacidad de producción de biodiesel para sustituir más de 1 millón de toneladas de importaciones de gasoil con un producto 100% de fabricación nacional. El país importa gasoil para abastecer el mercado local. El biodiesel podría permitir afianzar el desarrollo del complejo industrial oleaginoso y diversificar la matriz energética”, se concluyó en el trabajo.

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