Oil & Gas: claves del mercado mundial en medio de las turbulencias

Las tensiones geopolíticas mundiales actuales, combinadas con una creciente incertidumbre en las cadenas de suministro, han dado lugar a un aumento en los precios de los hidrocarburos.

Y si bien ello ha supuesto un respiro financiero temporal para el sector, también ha promovido nuevos desafíos y un incremento de la demanda externa.

Manuel Fernandes, socio líder de Energía y Recursos Naturales de KPMG en América Latina, KPMG cree que es tiempo de colaborar para que la industria fortalezca sus defensas y diseñe los controles adecuados para hacer frente a los riesgos que van desde la geopolítica hasta la cibernética y la gestión de talentos.

"Es imposible predecir el futuro. Quién podría haber imaginado la pandemia de Covid-19 y una guerra de estas dimensiones en Ucrania.

Sabemos que gran parte de lo que puede suceder está fuera del control de la industria del petróleo y el gas", sostiene.

Raad Alkadiri, director General, Energía, Clima y Recursos, de Eurasia Group, manifiesta que "en mis casi 30 años de observar los mercados petroleros, no puedo pensar en un momento en el que geopolíticamente haya existido tanta incertidumbre sobre los puntos altos y bajos en términos de precios, oferta y demanda”.

En un artículo publicado en la revista Drilling Down, la nueva publicación de KPMG para la industria Oil & Gas,  el experto asegura que  la industria del petróleo y el gas siempre parece plagada de incertidumbre y volatilidad potencial.

Entre el aumento y la disminución de la demanda de los consumidores, las fluctuaciones de los precios y, por supuesto, los problemas geopolíticos en los que un proveedor global u otro amenaza con cortar el suministro, todos los días deparan sorpresas y riesgos. Pero 2022 parece estar subiendo las apuestas en términos de riesgo e incertidumbre.

"La invasión rusa a Ucrania es un recordatorio de cuán rápido los cambios en el panorama geopolítico pueden afectar los precios de la energía. Las negociaciones sobre un nuevo acuerdo nuclear con Irán agregan otra complicación a las perspectivas energéticas. Al mismo tiempo, todavía se siente el impacto persistente de COVID-19. Si bien los casos parecen estar moderándose en muchas partes del mundo, los problemas de la cadena de suministro y el mandato de la vacuna continúan, y las políticas de salud "cero-COVID" de China representan un riesgo importante para el crecimiento de la demanda de energía. Se agrega, además,  los esfuerzos de descarbonización y la creciente presión de los activistas sobre el cambio climático", resume Raad Alkadiri.

El suministro mundial de petróleo es otra de las incógnitas que se vislumbra para este año.  Según el especialista, "en 2022, estamos viendo los resultados de un suministro de petróleo ajustado e interrupciones que impulsan los precios muy por encima de los U$S 100/barril a niveles casi récord".

"Pero hay un escenario en el que podemos ver una situación con exceso de oferta a finales de este año o principios del próximo. Es probable que la volatilidad nos acompañe durante algún tiempo. El posible escenario de exceso de oferta ocurre si la OPEP cumple con su compromiso de continuar deshaciendo los recortes de suministro que hizo en 2020, y la producción no convencional de EE. UU. crece tanto como pronostican algunos analistas. Si ocurren estos eventos, las organizaciones pueden terminar con un exceso de oferta de petróleo, con hasta 6,4 millones de barriles por día adicionales a fines de este año", comenta.

En el  ámbito de la tecnología, Diego Calvetti, Socio líder de Energía y Recursos Naturales KPMG Argentina, añade su mirada sobre el tema y puntualiza que “en una industria cada vez más tecnificada donde el avance tecnológico genera una importante ventana de oportunidades, las empresas no deben perder de vistas los riesgos asociados y estar preparados para responder garantizando la continuidad de las operaciones.

En tanto, Walter Risi Walter Risi, Socio de Consulting en KPMG de Argentina y Líder Global de Ciberseguridad en IIOT en KPMG Global, cree que “las empresas del sector deben asumir que en algún momento puede ser su turno de ser víctima de un ciberataque, tal como les está sucediendo a empresas clave de diferentes sectores en la Argentina. Incluso empresas muy preparadas pueden ser víctimas de un incidente avanzado. En este contexto, es clave continuar los aspectos preventivos, pero también asegurarnos una capacidad de respuesta y remediación ágil".