El Brent y el mercado doméstico

Los precios en surtidores siguen por debajo de la escalada global

El valor de los combustibles aumentó un 20%, sin embargo siguen muy atrás de los precios internacionales. Cuál es el sendero que resta y cómo viene respondiendo la demanda.

Los precios en surtidores siguen por debajo de la escalada global
La refinería de Plaza Huincul (YPF), central en el suministro de la Norpatagonia.
La refinería de Plaza Huincul (YPF), central en el suministro de la Norpatagonia.

 

 

El mercado de combustibles en el segmento minorista tiene en los últimos años un importante desacople de la evolución de los precios internacionales del crudo, un segmento por demás sensible al impacto inflacionario que el Estado nacional controla de manera indirecta a través de la petrolera YPF, marcando el ritmo de lo aumentos en los surtidores. Esa distorsión, comenzó a desandarse en los tres primeros meses del año cuando la empresa líder del mercado dispuso dos aumentos que en conjunto superaron el 20% en el caso de los combustibles premium. 

Aún así, a la luz del precio internacional del crudo impulsado al alza por la crisis de Ucrania, las compañías entienden que aún resta hasta un 25% de margen por recuperar para la famosa paridad de importación.

Es que el atraso generado por el virtual congelamiento para no generar turbulencia política en un año electoral como 2021 llevó a YPF a sostener los precios durante más de 8 meses y obligó a la competencia a seguir su política o resignarse a perder participación de mercado, a lo que se sumó la escalada del precio del crudo tipo Brent -de referencia para la industria local- que desde el primero de enero trepó a picos de más de US$ 50, hasta acomodarse en las últimas jornadas por sobre los US$ 100 el barril.

Pero, el valor en los totems de las más de 5.000 estaciones de servicio de todo el país no reflejan sólo la coyuntura del crudo sino que en la ecuación de costos también tienen peso la evolución del tipo de cambio, el precio de los biocombustibles, los costos de operación en pesos que siguen el ritmo de la inflación y el componente impositivo, en el que se deben considerar el IVA general de 21%, Impuesto a la Transferencia de Combustible (ITC) el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC) de actualización trimestral de acuerdo al índice de precios mayorista. De cada tanque que se llena, se estima que el 36,5% se lo lleva el Estado, las petroleras el 55,6% y las estaciones el 7,9%.

A pesar del pesado combo que incide en el precio final, el valor del litro de nafta súper es de los mas bajos de la región.

Siguiendo la comparación -actualizada con el reciente aumento del 14 de marzo-, realizada por Global Petrol Prices el litro de nafta cuesta en la Argentina US$ 0,97, ante un precio medio en todo el mundo de US$ 1,32 con casos como el de México a US$ 1,103, Estados Unidos US$ 1,239, Paraguay US$ 1,270, Brasil US$ 1,305; Chile US$ 1, 352. Perú US$ 1,436, Uruguay US$ 1,757, entre otros.

Pero la inestabilidad de precios de los últimos meses no puso en duda el predominio de la petrolera de mayoría accionaria estatal, que a estimaciones de febrero mantiene un market share de 55.6% en el conjunto de combustibles líquidos, seguida por Raizen -licenciataria de la marca Shell- con 18%, Axion de la petrolera Pan American Energy con 14,8% y Puma del gigante multinacional Trafigura con el 6,1%.

Las cifras se mantienen con pequeñas oscilaciones cuando se analiza por naftas y diesel en segmentos en los que YPF estira su liderazgo hasta el 61% en el caso de la nafta premium y también el 61% para el gasoil grado 2.

Lejos de contener el desarrollo de la demanda, casi superadas las restricciones producto de la pandemia de coronavirus que provocó el derrumbe de ventas de hasta un 75%, los surtidores ya lograron recuperar los niveles pre pandemia, con algunas excepciones territoriales que se mantienen  por debajo, y en general levemente inferior a comienzos de 2018 cuando comenzó el ciclo recesivo.

En enero -últimas cifras disponibles en la Secretaría de Energía- las ventas de naftas y gasoil aumentaron 13,8% interanual, con un incremento durante los últimos 12 meses del 23% respecto al igual período anterior. El aumento observado en las ventas de combustibles está explicado por un incremento del 15,8% en las ventas de gasoil y del 11,2% en las de las naftas. Lo que significa una recomposición consolidada de la demanda que se encuentra en niveles superiores a pre-pandemia.

En ese mismo mes, YPF vuelve a llamar la atención por su desempeño en los productos premium, con un incremento interanual del 28,4% en nafta por sobre el 25% que creció el mercado; y en el gasoil premium con un alza de 24,6% frente a 23,5% total.

Precisamente, el incremento de la demanda por sobre la pre pandemia también suma presión a la oferta de las productoras, en particular en el segmento del gasoil donde la Argentina no se autoabastece y debe recurrir a volúmenes crecientes de importaciones, con el efecto precios a cuesta por la crisis internacional de los energéticos.

Te puede interesar
Últimas noticias