Panorama regional energético

OLADE: "el proceso de transición energética se concentró hasta ahora en la matriz de generación eléctrica"

Para la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE) es prioritario invertir mayores esfuerzos en la descarbonización de los sectores de consumo final, sobre todo en los más intensivos en el uso de energía como son el transporte y la industria".

OLADE: "el proceso de transición energética se concentró hasta ahora en la matriz de generación eléctrica"
En generación eléctrica, las energías renovables pasaron de un 53% en el año 2015 a un 65% el año 2022
En generación eléctrica, las energías renovables pasaron de un 53% en el año 2015 a un 65% el año 2022

La Organización Latinoamericana de Energía (OLADE) hizo un análisis sobre la situación energética en América Latina y el Caribe.  La prospectiva energética regional surge de la construcción hipotética de escenarios factibles con base en la información de los últimos planes, programas, políticas de expansión de energía y estrategias energéticas de largo plazo de los países miembros de OLADE y artículos publicados por otros organismos internacionales como la Agencia Internacional de Energía (IEA), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Banco Mundial y la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA).

En dicho informe, Andres Rebolledo, secretario ejecutivo de OLADE remarcó que "las transiciones energéticas avanzan en América Latina y el Caribe (ALC) contribuyendo desde el sector energético a la descarbonización de las economías y al cumplimiento de los compromisos adquiridos por los países de la región en el Acuerdo de París".

De hecho, desde la firma de este Acuerdo, se puede observar cómo algunos indicadores de desarrollo energético sostenible han mejorado. En la generación eléctrica, las energías renovables pasaron de un 53% en el año 2015 a un 65% el año 2022; en el mismo período la oferta total de energía, las renovables pasaron de un 24%; la cobertura eléctrica total pasó de 96.5%  a 97.5 %, y las emisiones totales de CO2 del sector energético se redujeron de 1,993 millones de toneladas a 1,849 millones de toneladas.

"Los procesos de transición energética se concentraron hasta ahora en la matriz de generación eléctrica, sin embargo, considerando que la electricidad representa en la actualidad alrededor de un 20% del consumo final de energía en la región y que más del 60% de este consumo corresponde a fuentes de energía de origen fósil, es prioritario invertir mayores esfuerzos en la descarbonización de los sectores de consumo final, sobre todo en los más intensivos en el uso de energía como son el transporte y la industria", sostuvo Rebolledo.

Y agregó que "la electricidad de origen renovable, la biomasa moderna y el gas natural, han sido hasta ahora las fuentes de transición disponibles para reducir emisiones de carbono en los sectores de consumo final, sin embargo, hay segmentos de estos sectores como el transporte aéreo, el transporte marítimo, el transporte carretero de carga pesada, la industria cementera, la industria siderúrgica, entre otros, donde dichas fuentes tienen dificultades para penetrar".

Es por esto- según explicó OLADE- que "algunos países de la región vislumbran la posibilidad de introducir en su canasta energética nuevos vectores energéticos limpios como el hidrógeno verde, el amoniaco verde y los combustibles sintéticos, no solamente para cubrir su demanda interna, sino además como un mecanismo para convertirse en exportadores de energía renovable a través de estos productos".

 

 

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