Nuevo contexto político-económico
La macroeconomía que viene y su posible impacto en Vaca Muerta
Los economistas más optimistas remarcan la importancia de tener una economía ordenada y bajar el factor riesgo para aumentar las inversiones. Prevén una recomposición de precios y una mejora en los activos de las petroleras.
A sólo cuatro días de la llegada de un nuevo gobierno, sobran expectativas acerca del impacto que tendrán las nuevas medidas económicas en el rumbo energético, en especial en Vaca Muerta, centro neurálgico de las principales inversiones de Argentina, en materia de petróleo y gas
En este contexto, el economista Pablo Besmedrisnik, director de VDC Consultora, aseguró que la combinación de una tendencia a un tipo de cambio único, más infraestructura exportadora, espíritu de menores restricciones al comercio exterior y mayor densidad productiva, genera un contexto augurio para los próximos años.
“La sola consolidación del mercado externo con un mejor mix de precios invita a anticipar una mejora en el valor de los activos petroleros. Las empresas mejorarán su valor”, señaló.
Y anticipó que “el sector energético consolidará su rol estratégico como fuente de generación de divisas, dejando atrás largos años de déficit”.
El discurso indica que, vía reducción de subsidios, los precios de la energía crecerán acercándose a sus valores de mercados y tendrán una relación directa normal con sus costos de producción.
Por otro lado, continuó Besmedrisnik, "la tendencia a mediano plazo indica también que los precios de los combustibles locales terminarán aproximándose a los valores internacionales vía mayor participación del mercado externo y menores restricciones comerciales y cambiarias".
En tanto, Julián Rojo economista del Instituto Argentino de la Energía “General Mosconi” (IAE), está convencido que “lo importante para Vaca Muerta y el sector en sí es tener una economía en orden. Esto significa que baje el riesgo para poder invertir. Con riesgo país tan alto es imposible. Pero con una macroeconomía normal sin sorpresas, el potencial de la industria es altísimo”.
Desde la mirada de Besmedrisnik, si hay éxito en el corto plazo en la política de estabilización del gobierno, y hay un cambio de expectativas respecto de la macro local, el sector será la primera alternativa como depositario de inversiones.
“Si no hubiera éxito igualmente el sector es lo suficientemente estratégico y resiliente como para seguir creciendo aún en un contexto externo. Será importante tender puentes con el sindicalismo petrolero, algo que parece estar ocurriendo.
La normalización de la economía, la estabilización, en un contexto social complejo y desequilibrios explosivos, promete unos meses difíciles por delante. En ese marco el sector petrolero tiene herramientas para sobreponerse, quizás mejor que cualquier otro rubro”, finalizó.
