Vaca Muerta: los proyectos entre gobiernos y los primeros nombres del gabinete de Figueroa

Argentina define la sucesión presidencial este domingo en un balotaje de pronóstico todavía incierto. Lo más claro es que el gobierno entrante, cualquiera sea su signo político, necesitará transitar un camino que le permita producir más, generar más dólares, y con eso, obtener los recursos que posibiliten equilibrar la economía y generar condiciones para la inversión. 

En buena parte del mundo industrial y económico hay un amplio consenso: parte de esa salida estará signada por las oportunidades del sector energético. Dentro de ese esquema, Vaca Muerta tiene una relevancia particular. Los datos lo avalan mes tras mes, años tras año, por solo tomar los últimos cinco de una década caracterizara por el nuevo paradigma no convencional en la industria oil and gas.

La producción récord de gas y petróleo, y la participación fundamental de la roca shale en esas nuevas marcas que se superan en la provincia de Neuquén, delimitan un camino largamente conocido pero que sigue en busca de las condiciones ideales para dar el verdadero salto. No uno que solo permita abastecer la demanda doméstica, clave en el equilibrio comercial de la balanza energética. Sino el de la hipótesis de máxima, uno que podría dejar a Vaca Muerta como una usina generadora para cambiar la economía.

Es claro que hay una serie de temas que la gestión entrante recibirá del actual ciclo político. Quedaron inconclusos en medio del extenso itinerario electoral caracterizado por posturas contrapuestas que caracterizaron la relación entre los sectores predominantes de la política argentina.

Hay claves del corto y el mediano plazo. Están vinculadas a la producción no convencional y a los viejos campos maduros de crudo. Del sector hidroeléctrico, y de la infraestructura indispensable para sostener el crecimiento de la producción de petróleo y gas. También de la generación eléctrica.  Un detalle más o menos sucinto podría estar dado por lo siguiente.

• Reversión del Gasoducto Norte: el gobierno realizó la apertura de sobres licitatorios para la obra en septiembre pasado. Bolivia anticipó que no podría sostener el contrato que mantiene con Argentina para el suministro del norte argentino. La producción de gas del vecino país declina a pasos acelerados. La obra permitiría revertir el sentido del transporte actual: el gas de Vaca Muerta podría ir hacia un puñado de provincias a través de una serie de obras que tendrían como efecto el incremento de la producción de Neuquén y el reemplazo del gas boliviano con el de la oferta local. Para que funcione el próximo invierno, ese proceso de adjudicación debería plasmarse cuanto antes.

• Gasoducto Néstor Kirchner, etapa 2: Este invierno Argentina pudo ahorrar hasta septiembre unos 421 millones de dólares en compras de combustibles para el abastecimiento durante el pico de la demanda (mayo-septiembre). En buena medida fue por la puesta en marcha de la primera etapa del gasoducto troncal que abrió una nueva vía de salida para el shale gas de Vaca Muerta. Ese tendido ya habilitado, que va desde Tratayén (Neuquén) hasta Salliqueló (provincia de Buenos Aires), tiene una segunda etapa. Va desde este último extremo hasta San Jerónimo (Santa Fe). Permitiría ampliar también hacia el complejo agroexportador y miles de usuarios residenciales el acceso a gas a un precio más que competitivo. Nación licitó la compra de tuberías en octubre pasado. Es una obra histórica que la actual gestión concretó en su primera etapa y cuyo impacto final terminará de establecerse en la siguiente gestión del gobierno nacional.

• Ley del GNL: el proyecto del gas natural licuado es la hipótesis de máxima para la permanencia de Vaca Muerta en el mercado del futuro. Se trata de la forma en que la reserva de gas podría jugar un rol muy importante en el abastecimiento internacional. El oficialismo consiguió destrabar el apoyo en su primera escala en el Congreso de la Nación. Por mayoría, los diputados nacionales votaron a favor de una serie de estímulos para generar un contexto que promueva inversiones. Se necesitan decenas de miles de millones de dólares para los sistemas de ductos y una planta de licuefacción, que permitiría procesar el shale gas para luego transportarlo por barco al mercado mundial, al margen de los fondos necesarios para el upstream (perforación) en la Cuenca Neuquina. Es el largo plazo para este segmento de la producción. Argentina necesita empezar a generar ese contexto inicial. El Senado tiene la palabra, al igual que la próxima composición del Congreso de la Nación, al igual que las políticas para el sector que impulse la próxima gestión en el gobierno nacional.

• Hidroeléctricas. Es una definición largamente postergada. Las concesiones hidroeléctricas que comenzaron a finalizar este año son una clave de la generación de energía que viene. Los gobiernos de Neuquén y Río Negro vienen planteando la necesidad de ir a una cogestión de la administración del complejo de represas en la región del Comahue que finalicen. Las provincias hacen valer su potestad sobre los recursos naturales, tal como lo establece la reforma constitucional del 1994 (la misma que hoy le permite a Neuquén administrar los bloques productores no convencionales de Vaca Muerta). La semana pasada, durante su presencia en Río Negro, el ministro de Economía y candidato de UxP, Sergio Massa, sostuvo que piensa en el mismo esquema en caso de llegar a la presidencia. 

• Ley estímulo para campos maduros: la actual administración nacional envió al Congreso de la Nación un proyecto de ley para estimular inversiones en el segmento convencional. A través de una serie de beneficios, se busca revitalizar la producción convencional, que tiene mucho crudo todavía por ofrecer a la demanda, pero que ha quedado en un segundo plano por la impronta descomunal de Vaca Muerta. El proyecto de ley ya está en el Congreso. El texto promueve que para determinados márgenes de inversión en este segmento, una parte del petróleo producido quede a libre disposición para exportaciones de las empresas.

En Neuquén, Figueroa empieza a mostrar su Gabinete

El electo gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, comenzó a comunicar cómo será la integración de su gabinete de ministros. Desde el 10 de noviembre, el próximo mandatario neuquino, aceleró en dar pistas de su futura gestión. 

Uno de los nombres tendrá una incidencia directa en las políticas que se tracen para el entramado de pymes, las cerca de 1200 que son parte de la cadena de valor de la industria no convencional. Juan Peláez estará al frente de la secretaría de Producción e Industria de Neuquén. Se trata del presidente del radicalismo en Neuquén. El actual concejal en la capital provincial se refirió en una entrevista con AM550 sobre cómo piensa un sector que será vital para seguir afianzando el crecimiento del sector energético y su impacto económico en la provincia.

Parte de los casilleros del organigrama del gobierno entrante se completará del siguiente modo: Gustavo Fernández Capiet será el ministro de Turismo de la provincia; Gabriel Bosco ocupará el cargo de presidente del Banco de la Provincia de Neuquén (BPN); Florencia Perebroisin será la Asesora General de la Gobernación; Leticia Esteves estará al frente de la Secretaría de Planificación y Vinculación Institucional; Luciana Ortíz Luna conducirá la secretaría de Emergencias y Gestión del Riesgo, en tanto que Luz Blanco será la próxima subsecretaria de Diversidad de la provincia.

Se trata de parte de la nómina de integrantes que ya comienza a mostrar el próximo mandatario. Es el contexto local de la política a la espera de la resolución de la elección presidencial de este domingo.