2023-03-18

Panorama político de Vaca Muerta

Vaca Muerta: padrón chico, riqueza gigante

El contraste es grande. La provincia que administra Vaca Muerta, esa realidad que hoy garantiza buena parte del suministro de gas y petróleo del país, integra el conjunto de distritos que corren desde atrás a la hora de medir la cantidad de electores. Es un tópico de campaña, que alimenta los cruces entre las fuerzas nacionales con expresiones locales y el partido que se mantiene invicto a lo largo de 12 elecciones y 61 años: la verdadera puja es por controlar los recursos del shale.

Los 546.166 electores que pueden ir a votar el 16 de abril son cerca del 1,5% del padrón nacional. En un contexto de crisis y de una eventual fragmentación adicional de las opciones nacionales sin dudas que cada sufragio tendrá un valor diferencial. Pero Neuquén mide más en el terreno económico que por el rol de su padrón en un posible escenario de paridad en las presidenciales.

Vaca Muerta recibió inversiones por 7000 millones de dólares en el 2022. Exportó por unos 2600 millones de dólares en gas y petróleo. Neuquén alcanzó su máxima producción histórica, trepando a los 315 mil barriles diarios en enero. Ocurrió luego de 104 años de historia petrolera en la provincia. Otro tanto con el gas: en agosto pasado, en medio de la disparada de precios del gas natural licuado (GNL) en el mundo, ese complemento para la demanda doméstica, llegó a los 91 millones de metros cúbicos diarios en promedio (MMm3/d). El 22 por ciento del petróleo producido en el 2022 salió al exterior. La administración de Omar Gutiérrez considera que este año Neuquén llegará a los 8500 millones de dólares en inversión, la mayor marca de la era del shale.

Los datos de producción e inversión dan una noción de la importancia estratégica que tiene para el país la formación no convencional, cuyos beneficios otras provincias también buscan capitalizar en medio del cambio de paradigma en la industria petrolera que deposita, más que nunca, la mirada en el shale. En pleno descalabro económico es claro el tipo de ambigüedades que cruza la última década del sector: solo tres países en el mundo desarrollan los no convencionales: EE.UU., Canadá y Argentina.

La provincia de Neuquén administrará un presupuesto récord en el 2023: 799.000 millones de pesos. El 40 por ciento de esos fondos estará integrado por las regalías que dejan las productoras.

Al margen de ese contexto, que le permitió a Neuquén comenzar a evitar una enorme crisis en plena caída de los ingresos que dejaban los campos convencionales en el arranque de la última década (hoy representan el 10% de la producción de petróleo), lo cierto es que en la seguidilla de elecciones de este año lo que está en disputa es la administración de un recurso clave para Argentina, y parte del mundo, más que el impacto relativo de la cantidad de votos en la sumatoria nacional.

Es lo que explica y seguirá explicando en buena medida las tensiones entre el partido de gobierno, y las fuerzas nacionales que, como se viene informando hace meses juegan su propio juego de intereses diversificando sus respaldos con candidatos orgánicos y extrapartidarios.

 

El tramo sindical de la campaña

El Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Neuquén, Río Negro y La Pampa mantiene la llama más viva que nunca en el comienzo del año. La aceleración inflacionaria le proporciona un pretexto perfecto para criticar al Frente de Todos y a Juntos por el Cambio. Desde ya es un actor interesado. Negoció su porción de poder con el sector Azul del MPN, el actual oficialismo que impulsa a Marcos Koopmann para la Gobernación. El partido provincial sumó con el acuerdo un capital electoral que el gremio busca reforzar con una seguidilla de asambleas en Añelo. Totalizó un 99% de incremento salarial este mes (paritaria 2022). Y Marcelo Rucci, el secretario general del gremio afirma que en abril comenzarán a negociar con las cámaras empresariales la pauta salarial del 2023, un guiño económico al oficialismo en medio de una campaña en la que la distribución del ingreso es parte de los principales ejes discursivos. Mientras tanto, con su lista colectora, Energía Ciudadana, respalda el menú de opciones del MPN con candidaturas locales y a diputados/as provinciales.

Al mismo tiempo, Guillermo Pereyra, el ex secretario general del sindicato, hoy en la conducción de la mutual gremial MEOPP, subió nuevamente un peldaño a nivel nacional (fue número 2 de la CGT conducida por Hugo Moyano). Sus pares de otras entidades sindicales del sector energético lo ungieron al frente de la Confederación Argentina de Trabajadores y Empleados de los Hidrocarburos, Energía, Combustibles y Derivados (Catheda).

Esta semana estrenó cargo lanzado el reclamo de rigor, también a las fuerzas nacionales: el pago de Ganancias que se aplica a los petroleros de todo el país (en Neuquén la Legislatura conducida por Koopmann acordó un atajo legal para evitarle la erogación a miles de estales, paso previo a acordar los salarios del 2023). "Ya estamos elaborando una agenda para reunirnos con el ministro de Economía (Sergio Massa), con las comisiones de Energía del Senado y de Diputados y con el Presidente de la Nación (Alberto Fernández)”, dijo Pereyra.

 

Massa, de ministro amigo del MPN a candidato tambaleante

El ministro de Economía Sergio Massa surfea la ola gigante de la nueva crisis financiera global. Otra de esas pesadillas adicionales, por si le hicieran falta a la estragada economía argentina de, al menos, los dos últimos períodos presidenciales. Con un aceitado vínculo con el establishment del MPN que lidera Jorge Sapag, desde el vamos afianzó en su actual gestión esa cercanía con Neuquén: en los últimos años había sido un promotor del propio ex gobernador para diferentes cargos en la conducción energética nacional. Por eso no fue extraño que en la AOG2022 escenificara poco menos que un acuerdo público, propuesto carpeta en mano por el actual gobierno, para impulsar la usina de Vaca Muerta con un plan al 2030. Esa ruta requerirá una mejora de las condiciones macro que marcan la agenda de todo el sector desde comienzos del 2018, por solo mencionar la profundización del actual ciclo de restricción de divisas, una clave que vuelve en estos días entre las promesas del ministro y los reclamos de acceso a dólares que impulsan las petroleras. Mientras YPF celebraba 30 años de cotización en Wall Street, Massa anunciaba que la empresa controlada por el Estado permitiría repartir dividendos (el 49% de sus acciones están en manos del sector privado).

En el partido provincial afirman: “A nivel nacional, hay un puñado de funcionarios y políticos que entienden qué sirve y qué no sirve para Vaca Muerta. Están los que nunca comprenderán la lógica del sector energético. Massa es de los que la entienden”.

Hablar de semanas buenas o semanas malas en la gestión nacional es cruzar un campo minado de relatividades, cuanto menos. La que termina sin dudas fue de las malas: la inflación en alza, la ambivalencia de críticas del FdT al rumbo económico, suman dudas respecto de su posible candidatura a Presidente en la interna del espacio kirchnerista. (¿Querrá?) Las decenas de miles de usuarios sin luz en Buenos Aires producto del casi abandono de Edesur (y el traslado al  Congreso del debate de la caducidad de la concesión), suman mala bibra contra la gestión en Energía e irradian su onda expansiva al oficialismo que solo encuentra algo de aire en las tensiones irresueltas del lado de la grieta en el que juega Juntos por el Cambio.

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