Análisis en el seminario Propymes

"La industria está dando señales de que el peak oil se está demorando"

El presidente de Tenaris, Javier Martínez Alvarez, analizó el contexto global y el margen de oportunidad que Vaca Muerta puede aprovechar en una transición energética que se extiende.

"La industria está dando señales de que el peak oil se está demorando"
El presidente para el Cono Sur de Tenaris reflexionó sobre las oportunidades del petróleo en el contexto de la transición energética.
El presidente para el Cono Sur de Tenaris reflexionó sobre las oportunidades del petróleo en el contexto de la transición energética.

En los últimos 50 años el punto máximo de producción y demanda de petróleo en el mundo atravesó con fortaleza varias fechas que se pensaban como límite. Hoy el crudo vuelve a enfrentar el desafío de la transición energética, la irrupción de las renovables y las urgencias climáticas pero con una agenda de descarbonización propia que está empujando el momento de declino.

Javier Martínez Alvarez, presidente de Tenaris Cono Sur, destacó que en ese escenario la Argentina vuelve a tener una oportunidad de poner en valor los recursos del oil de Vaca Muerta, al participar esta semana del 22 Seminario Propymes en el cual repasa toda la cadena de valor del grupo Techint.

“El petróleo tiene oportunidad, Argentina tiene un recurso y tiene que aprovechar para desarrollarlo, hay que potenciarlo ahora. Tenemos en la industria empresarios con una mirada geopolítica y global muy grande que se han decidido por el petróleo en las Américas, al tiempo que las rentabilidades son superlativas que permitieron el desarrollo de infraestructura, en gas y más aún en petróleo, en el contexto macro complejísimo del país de los últimos tiempos”, explicó Martínez Alvarez.

En su análisis, el presidente de Tenaris destacó que “la industria atraviesa un contexto en el cual el peak oil se atrasa en el tiempo. Dos grandes petrolera como Exxon y Chevron toman acciones muy concreta -con info que Argentina tiene que decodificar- porque compran activos de petróleo por creer que aún hay un recorrido, y lo compran cercanos a ellos, con intereses en el Permian de Estados Unidos y en el norte de Sudamérica”.

En el primer caso ExxonMobil, la mayor empresa del rubro en los Estados Unidos, anunció a mediados de octubre la adquisición de Pioneer Natural Resources a través de una operación valorada en u$s 59.500 millones. Apenas días después, la también petrolera estadounidense Chevron llegó a un acuerdo definitivo para adquirir por u$s 53.000 millones la empresa de petróleo y gas Hess, en lo que supone la segunda megafusión en el sector energético de aquel país.

Para equilibrar la balanza del contexto geopolítico internacional, acaba de terminar hace algunos días el COP28 en Dubai, en el cual “para promover acciones que prevengan el cambio climático sale de vuelta un statement confirmando la transición energética”, pero en momentos en que se consolida “un precio de petróleo previsiblemente alto y con el cual la industria se desarrolla”.

De la última cumbre que permitió el primer balance -por cierto negativo- del cumplimiento de las metas enunciadas en el Acuerdo de París de 2015, los países se comprometieron a incrementar sus esfuerzos por la descarbonización estableciendo por primera vez un camino de transición para los hidrocarburos, en una definición considerada histórica por algunos observadores.

Martínez Alvarez también suma como factor ponderable para la industria de los hidrocarburos que “el continente americano es mirado y favorecido, agregando a Venezuela porque Estados Unidos elige volver a permitir comerciar allí a sus empresarios, lo que termina de confirmar al continente como área de oportunidad” por ser una región sin conflictos geopolíticos.

Y un tercer factor es que se consolida “una ventana de oportunidad para el petróleo en el que la Argentina tiene un camino de desarrollo y una secuencia, porque las renovables están en agenda y van a seguir creciendo”.

“Esto -explicó- puede ser un promotor y financiador del siguiente desarrollo que es del gas, que tiene un camino de mayor recorrido y el tercero que son las renovables. Cada uno puede financiar al otro, y es más capital intensivo que el anterior”.

Así, Vaca Muerta que “hace más de una década los industriales y empresas proveedoras escuchaban sobre su potencial, hoy advierten que empieza a ser una realidad, y hoy la energía está primera como enorme potencial del país”.

Es que luego de una agenda de energía limpia que se potenció en la pandemia, se impuso el impacto empiezan el costo de la descarbonización, y a eso el surgimiento de una guerra que corrió el eje de muchos países centrales al concepto de seguridad energética, y en ese marco de necesidad de abastecimiento, se sumó la disrupción de las cadenas de valor, lo que en conjunto representa “una extraordinaria oportunidad para el país, de traer la producción a la cercanía”.

En ese análisis, Martínez Alvarez también identificó el rol de Arabia Saudita que “tenía un desafío estratégico brutal, de elegir entre privilegiar su propia economía mandada por el precio del petróleo o alinearse estratégicamente con su defensor militar que es Estados Unidos y socio estratégico histórico. Y tomé una decisión durísima, muy clave porque da una referencia clara de estabilidad de precios de los energéticos al elegir pelearse con (el presidente Joe) Biden, acelerar el proceso inflacionario americano y de occidente y favorecer a Rusia en medio de la guerra”.

“Esta ventaja de un hecho doloroso se traduce en una ventaja para el subcontinente que viene mirando la transición energética y con qué velocidad se va a dar, cuando viene ese peak oil y cómo aprovechar la oportunidad para desarrollar ese petróleo”, reseñó.

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