Seminario Internacional Litio

El reflejo de Vaca Muerta para afrontar los desafíos del litio en la Puna

La minería del litio ya anticipa la crisis de crecimiento por la falta de infraestructura adecuada que acompañe la demanda de las empresas, las que miran lo ocurrido en la Cuenca Neuquina.

El reflejo de Vaca Muerta para afrontar los desafíos del litio en la Puna
Infraestructura vial y eléctrica, además de mano de obra especializada, son problemas que comparten el litio con el shale neuquino.
Infraestructura vial y eléctrica, además de mano de obra especializada, son problemas que comparten el litio con el shale neuquino.

La proyección de producción incremental de litio en la Puna de Catamarca, Salta y Jujuy permite anticipar que la Argentina podrá convertirse en los próximos años en el tercer productor global detrás de Australia y China, pero con un recurso de mayor calidad. Semejante desafío se logrará con los tres proyectos ya en operación, con la puesta a punto de los otros cinco en construcción y una decena que se encuentran en sus etapas de exploración avanzada.

La reciente realización del Seminario Internacional Litio en Sudamérica permitió a los principales actores de la industria minera analizar los desafíos técnicos, los ambientales, los de financiamiento pero también los de infraestructura, un tema en el que se coincidió de manera recurrente en comparar -en lo bueno y lo malo- con la evolución que tiene desde hace una década la formación no convencional de Vaca Muerta con el futuro inmediato del litio.

Es que a la vez que se analiza la progresión del incremento de producción de un mineral clave para la transición energética y la electromovilidad, las empresas ya advierten sobre los cuellos de botella que pueden presentarse en el horizonte de corto y mediano plazo sino se trabaja de manera articulada entre las mismas empresas, las provincias y el Estado nacional. Más allá de tratarse de dos escenarios geográficos muy distintos, en industrias extractivas pero con grandes diferencias, las lecciones de la Cuenca Neuquina son tenidas en cuenta en el Noroeste.

Los directivos de empresas que tienen operaciones en las provincias productoras del litio, destacaron en estas jornadas que quienes recorren los caminos mineros dan cuenta del vertiginoso crecimiento de la circulación de vehículos en esas rutas de la Puna, lo que lleva a tener cada vez mayores accidentes no solo con riesgo para las personas sino con interrupciones del tránsito que dificulta la llegada de insumos y materias primas para la producción. Por eso se impone trabajar mucho en la capacitación de los proveedores transportistas e implementar el monitoreo de los transportes, a la vez de mejorar de manera sustancial el estado de los caminos.

En ese aspecto, se celebró el acuerdo firmado esta semana por las provincias de Catamarca y Salta para desarrollar la infraestructura del Camino Minero Turístico que promete permitir una circulación de manera más segura y fluida.

Al mismo tiempo, la capacidad de transporte ya no está pudiendo alcanzar a la demanda muy grande de camiones y transportistas, y se pone de ejemplo que tan sólo una de las tres empresas con proyectos en producción opera con unos 40 camiones diarios, lo que se debe multiplicar con las ampliaciones y la entrada en operación del resto de las plantas en construcción, lo que vuelve desafiante la búsqueda de transportistas que se adecúen a los estándares mineros.

El ferrocarril irrumpe en esa discusión pero tiene por resolver, en primera instancia, un problema de escala ya que si bien resulta más barato para la logística del litio requiere de una masa crítica para empezar a ser rentable. Como en otros tantos puntos, vuelve a haber coincidencia en este punto sobre la necesidad de trabajar en conjunto con otras empresas para establecer asociaciones para vender esa masa crítica y lograr que el transporte ferrocarril vuelva a ser rentable. Pero una vez lograda la viabilidad, aseguran, hay que trabajar en la infraestructura para asegurar la confiabilidad del servicio.

Un tema distintivo de varios proyectos es la distancia de los centros urbanos y la complejidad del terreno montañoso, que en algunos casos demanda viajes en camionetas de 12 horas por lo que las empresas -una ya lo hace de manera habitual- realiza el traslado de su personal operativo en avión, lo que a medida que se vaya generalizando requerirá de nuevas unidades en asociación con otras mineras, sumar proveedores de servicios aéreos para cubrir la demanda y dotar de infraestructura y seguridad adecuadas a las pistas y aeropuertos.

El capítulo energético es otro de las preocupaciones centrales para garantizar tanto la operación continua y confiable, como por costos y por la sustentabilidad ambiental. El diagnóstico que se tiene en la Cuenca Noroeste es definido como “preocupante” porque no logra abastecer la demanda de la región y Bolivia con el declino de su producción gasífera está pidiendo renegociar el contrato para darlo por finalizado, algo que recién se podrá cmplir cuando se concrete la obra de reversión del Gasoducto del Norte que es considerado prioritario por el Gobierno nacional. Esto genera la expectativa de poder contar en el mediano plazo con el gas de Vaca Muerta para resolver un suministro que se asegura está trabajando “con la presión más baja de los últimos años” por ese crecimiento de la demanda y caída de la oferta.

Pero las limitaciones también se extienden a la infraestructura eléctrica, por lo que también se considera prioritario “la conexión de la Puna al sistema interconectado” ya que se ve al gas como una opción de transición que las grandes compañías buscarán dejar atrás en el mediano plazo cuando cuenten con la opción disponible de poder comprar energía limpia a algún parque solar de la región o con el desarrollo de proyectos propios in situ. Pero como no todos los proyectos están en las mismas etapas ni con las mismas necesidades de gas y energía, eso lleva a tener que trabajar en conjunto en la planificación minuciosa para destrabar proyectos de gran envergadura que no se pueden encarar de manera individual.

Otra preocupación compartida con la experiencia de la industria del Oil & Gas indica que aún el más complejo de los temas se puede resolver, pero se dificulta cuando se trata de la adquisición de recursos humanos capacitados en todos los niveles. Se identifican en la industria tres focos: El talento local de las comunidades que acompañan de cerca las operaciones para las cuales las compañías dan las primeras oportunidades de empleo de calidad y calificado. El segundo nivel se extiende a la región donde se evidencia la falta de técnicos especializados o perfiles profesionales, en un esquema donde ya no existe la rotación de personal de compañías como ocurría hasta hace no mucho tiempo. Y el tercero es acercar a la mujer a la industria, algo que se viene realizando en algunas compañías que en la Puna ya duplican la media de la minería en todo el país.

Al tiempo de pensar las soluciones, las propuestas comienzan con la necesidad de fomentar una articulación público privada para el desarrollo de carreras técnicas en la región porque se asegura que en pocos años la situación va a significar un verdadero cuello de botella al crecimiento. En la actualidad, se coincidió en que a comienzos de 2022 conseguir un personal especializado demandaba seis meses de búsqueda pero hoy ese plazo puede superar los nueve meses en completar el proceso de contratación.

Así, a la luz de los pasos de Vaca Muerta la industria del litio se alienta a acelerar etapas en distintos frentes para transformar los desafíos del crecimiento en oportunidades.

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