Figueroa, los límites del MPN y las dos buenas noticias para el shale

La historia política reciente de Neuquen consigna que las acusaciones de injerencia interpartidaria suelen tener un destinatario: el MPN. Aquello de dividir para gobernar (o para ganar en las urnas). El peronismo y Cambiemos, en diferentes momentos de la última década levantaron el dedo acusador. Difícilmente esta vez no ocurra algo similar. Pero al mismo tiempo hay una variable que al menos en el corto plazo no se había dado tan claramente: un referente competitivo del partido provincial coquetea con la posibilidad de “ir por afuera” de la estructura partidaria en su afán de disputar la Gobernación.

Se trata de Rolando Figueroa, el diputado nacional, que desde hace meses cuestiona las modificaciones en la carta orgánica partidaria realizadas el año pasado. Esos cambios, entre otros, impiden a una persona con menos de tres años de afiliación candidatearse por el partido; no es su caso, sino el de quienes podrían sumarse a la estructura con la que podría dar pelea en la interna que se realizará el 13 de noviembre.

Figueroa todavía no expresó si será parte de la contienda. Pero es un nombre insoslayable a la hora de analizar el posible mapa electoral de la provincia. 

En la otra vereda, el sector azul, conducido por Jorge Sapag y el gobernador Omar Gutiérrez posiciona hace siete meses al actual vice, Marcos Koopmann. Las elecciones internas para autoridades partidarias del mes pasado revalidaron la posición hegemónica del oficialismo en los dos organismos de conducción: la Junta de Gobierno, presidida por Gutiérrez y la Convención, liderada por Sapag.

Así las cosas, Figueroa muestra por lo bajo la carta de salir de la estructura del MPN, si bien Sapag dijo hace un puñado de días que el diputado nacional le pidió ser candidato por el sector azul. 

Esta semana Figueroa volvió a tener guiños del peronismo, que, se dice, le prestó algunos votos en las PASO del año pasado donde se impuso a los azules: la diputada nacional Tanya Bertoldi dijo que “hay charlas” con el legislador emepenista, que de todos modos puso de relieve la candidatura de Darío Martínez, el ex secretario de Energía de la Nación que preside el PJ neuquino, como referente del sector para la Gobernación.

Un ex diputado nacional de un grupo minoritario dentro del FdT, Kolina, Alberto Vivero, ponderó el diálogo con Figueroa, a quien tampoco le negó la posibilidad de sumarse a ese frente interno, si bien dijo que consideraba que el único candidato del peronismo “que viene recorriendo la provincia hace varios años” es el ex intendente de Cutral Co, Ramón Rioseco, ex postulante a gobernador, un peronista hiperpragmático crítico a la gestión del MPN y la conducción de YPF. Vivero reclamó de forma “urgente” discutir el panorama de las candidaturas, en un contexto en el que también Juntos por el Cambio define sus tiempos para dar la pelea en Neuquén.

Figueroa posterga todo lo que puede su definición. El escenario interno que enfrenta es el de un oficialismo muy lanzado desde hace meses. La línea de largada del actual momento político tuvo lugar en las primarias del año pasado, siguió con las elecciones de medio término de la capital provincial (donde se impuso holgadamente). Viene de realizar cuatro actos multitudinarios con Koopmann como protagonista este año, y tiene el envión de los mejores indicadores de Vaca Muerta en toda su historia y regalías record. (Un escenario positivo que contrasta con el impacto del escándalo de la millonaria estafa al Banco de la Provincia de Neuquén por un monto superior a los 120 millones de pesos, en los que estarían implicados integrantes de la planta política del ministerio de Desarrollo Social.)

En ese escenario, si definiera participar en la interna del MPN, el legislador nacional debería lidiar con tres grandes estructuras: la del gobierno provincial sumada a la del Municipio de la capital, el del mayor padrón electoral, con el intendente Mariano Gaido integrado al sector azul, y con los petroleros integrados al MPN liderados por Guillermo Pereyra y Marcelo Rucci, al margen de lo que decidan: un posible acuerdo con el oficialismo o tener un candidato propio en la elección de noviembre.

Imponerse a una estructura de ese tenor adquiriría un carácter disruptivo e histórico, algo que puede ser tanto un problema gigante como un estímulo para una personalidad como la de Figueroa.

Pero como lo que está en juego también es el control político de buena parte de lo que pase en Vaca Muerta en los próximos años, el legislador nacional acaso no tenga el obstáculo de contar con recursos de todo tipo. 

Si, llegado el caso, definiera ir por afuera, una derrota tornaría su regreso muy dificultoso. De hecho, hay sectores del MPN que plantean la expulsión del partido para quienes se enfrenten con otro sello.

También es claro que la apelación a la paciencia que le recomiendan a Figueroa partidarios del sector azul no debe resultar del todo tranquilizadora para él. Dicho de otro modo: ¿Cuánto tiempo más puede durar la preponderancia del oficialismo? ¿Qué otras formas tomará esa hegemonía y cuáles son los dirigentes que la representarán? Si Figueroa esperara su tiempo dentro de las filas del oficialismo, ¿cuánto tiempo sería? Todo este escenario explica en buena medida por qué dilata la definición, cualquiera sea el tenor que esta tenga. Lo único claro es que solo quedan dos meses para el comicio.

Mientras tanto en Vaca Muerta

El frente del shale tuvo dos importantes noticias esta semana. Por un lado, el lanzamiento de las dos nuevas variantes del Plan Gas. Las convocatorias que se realizarán para el capítulo cuatro de este estímulo a la producción y la irrupción de una quinta etapa, que tiene como objetivo conseguir el gas para llenar el gasoducto Néstor Kirchner, una vez que esté culminado. Tal como lo adelantó Mejor Energía, el gobierno nacional busca un sendero de precios con sucesivos incrementos para la comercialización interna. Será parte del debate y la negociación con las productoras en los próximos meses. Como sea, sostener esa creciente producción a partir de los estímulos adecuados será determinante para la economía argentina de los próximos años. A decir verdad, no está del todo claro por cuánto tiempo más se sostendrán los valores estratosféricos del gas natural licuado (GNL) a nivel mundial, lo que plantea un severo desafío para la acumulación de reservas del BCRA, también, el año próximo. Pero al mismo tiempo, podría ser un aliciente para toda la aceleración posible de los campos productores de Vaca Muerta, que podrían tener como primera escala, por fuera del deseado abastecimiento doméstico, las exportaciones en firme a países de la región, sobre todo en los meses de caída de la demanda interna.

En el frente del petróleo, otro tanto. La extensión anticipada de la prórroga del contrato a Oleoductos del Valle (Oldelval), la principal vía de transporte del petróleo de Vaca Muerta y toda la Cuenca Neuquina (Neuquén, Río Negro, Mendoza y La Pampa), implica despejar dudas para sostener la producción creciente del shale oil, esa variante del petróleo que se abre paso al mundo, al margen de afianzar la senda del autoabastecimiento. En el mismo sentido, cabe destacar el comienzo de los testeos en la integridad del Oleoducto Trasandino, que podrían abrir la puerta del crudo neuquino una vez más hacia Chile.