Crisis de los estacioneros
CECHA reclamó a Economía medidas para garantizar el abastecimiento
Preocupados por la escalada inflacionaria piden respaldar a las estaciones de servicio, afectadas por el atraso en los precios y los faltantes.
El mercado local de combustibles desde hace tiempo atraviesa una situación complicada, que está dada por la distorsión del sistema de precios y desfasaje con respecto a los valores internacionales. Y aunque el nivel de consumo y de ventas creció, los estacioneros aseguran que no alcanzan para lograr una rentabilidad razonable. El punto de equilibrio es de 305.000 litros, volumen mensual que no alcanza el 52,8% de las bocas de expendio del país.
Los coletazos que dejó el desabastecimiento de gasoil en varios puntos del país parecen haber agravado la situación.
Bajo esta premisa, desde CECHA reclamaron a la flamante ministra de Economía, Silvina Batakis, que “tome medidas urgentes no solo para garantizar el normal abastecimiento en los surtidores, sino también para auxiliar a las estaciones de servicio que continúan en una situación crítica, producto del atraso de los precios, la baja rentabilidad y la escasez de combustibles”.
El reclamo apunta a lograr “una solución integral” que pueda garantizar el volumen de combustible que demanda el mercado y medidas focalizadas que permitan sostener el servicio de las estaciones de servicio que hoy sostienen 65 mil puestos de trabajo.
“Todavía estamos atravesando el peor momento, necesitamos dejar la política de parches de lado y que se tomen medidas de fondo y a largo plazo para garantizar el abastecimiento de combustibles”, aseguraron desde la comisión directiva de CECHA.
Además, resaltaron las dos medidas que surgieron desde la organización para cubrir al menos en lo inmediato la falta de gasoil: “aumentar la incorporación de biodiesel y eximir al gasoil importado del impuesto a los combustibles líquidos”.
“Hoy sin embargo no sabemos cuándo arribarán al país las embarcaciones adquiridas con gasoil, ni tampoco cuánto tiempo continuará o si sostendrá el porcentaje actual de biodiesel que nos permite aumentar la producción en la actualidad”, explicaron.
Y remarcaron que “todas las regiones funcionan con sistema de cupo y somos las estaciones las que sufrimos las quejas y reclamos de los usuarios, poniendo el cuerpo a la crisis para sostener los puestos de trabajo y garantizar la provisión de combustibles”.
A este contexto crítico se le suma al sector que viene operando al límite de sus capacidades desde la recesión de 2018. “Cada mes vemos como perdemos rentabilidad, producto del atraso en los precios y la fuerte inflación. Este combo agrava cada día la operatividad del servicio y aumenta el desánimo en el sector”, detallaron.
La demanda de los estacioneros no es nueva. Meses atrás el propio presidente de CECHA, Gabriel Bornoroni explicó que el problema principal a resolver es la inflación que impacta en menor empleo y genera desinversión.
"Acá la solución no pasa por aumentar el precio de los combustibles. No pedimos eso. El estacionero pide llegar a fin de mes con las ventas que hace. Si no hubiera inflación no tenemos por qué pedir aumentos de precios, porque sino parecemos los malos de la película", aclaró.
La preocupación sobre el posible desabastecimiento de gasoil ya había sido advertida desde las autoridades de CECHA en diciembre del año pasado. De hecho hubo reuniones de las entidades y cámaras de todo el país con la Secretaría de Energía y con las petroleras donde se planteó la situación.
Según datos de CECHA, existen actualmente unas 5015 estaciones funcionando en el mercado de combustibles. En los últimos dos años no cerró ninguna estación.
