Críticas a la distorsión de precios y el frente macroeconómico

El Instituto Mosconi cuestionó la política de subsidios

El economista Julián Rojo fijó la postura del organismo sobre el debate de las tarifas y la política energética.

El Instituto Mosconi cuestionó la política de subsidios
En el último año, los subsidios aumentaron un 90% trepando a U$S 13.000 millones
En el último año, los subsidios aumentaron un 90% trepando a U$S 13.000 millones

En diálogo con MejorEnergía, Julián Rojo, economista y director técnico del Instituto Argentino de Energía, General Mosconi,  no oculta su preocupación a la hora de hablar sobre un tema clave que afecta a la industria: la errática política de subsidios.

"Nos preocupa la dinámica y la falta de decisión en cuanto a tarifas y subsidios en Argentina. Según nuestros registros, en los últimos 12 meses (abril 2021- abril 2022) se sumaron U$S 13 mil millones en subsidios, lo cual representa un 90% más en apenas un año y representa el 2,5% del PBI", enfatiza.

Y resalta: "Esto constituye una carga excesiva sobre las cuentas públicas. Esta política de subsidios y tarifas en el mercado energético en general es insostenible y tiene que haber una corrección. Y más con un déficit comercial energético estimado para este año en más de U$S 5.000 millones, este número resulta, principalmente, de la importación de GNL y gas natural contra la exportación de crudo.".

En cuanto a la propuesta de segmentación impulsada por el Gobierno, Rojo la califica de ineficiente ya que, según su mirada, es difícil de implementar. "Pensamos que los subsidios tienen que estar en la demanda vulnerable", añade.

El diagnóstico que ofrece no es optimista y considera que el plan de acción para salir de los subsidios y la distorsión de precios tampoco será sencillo de resolver para este gobierno o para el que venga.  

"El país atraviesa una profunda crisis de estructura de su economía energética. El principal desafío de la próxima administración será desarmar  con muñeca o la mejor pericia posible, esta bomba que tenemos hoy de la mejor manera posible sin perjudicar la rentabilidad de las empresas ni el bolsillo de los usuarios", advierte.

Y subraya: "Esta distorsión condiciona la inversión. No queda otro camino que corregirlo. A la fragilidad de la macroeconomía hay que sumarle la débil institucionalidad política y la ausencia de seguridad jurídica. Todo esto ahuyenta a los inversores. Las peleas internas del Gobierno tampoco ayudan".

 

Vaca Muerta

En materia hidrocarburífera, el director del IAE, considera que hoy el foco está puesto en el desarrollo de Vaca Muerta y en los proyectos offshore.

El auge de la exploración no convencional tanto en petróleo como en gas compensan hoy el declino de la producción de las cuencas convencionales que vienen en caída desde 2004.

Según los datos aportados por el IAE, la Cuenca Neuquina aporta el 65% del total de la producción de gas del país y el 55% en petróleo. De ese porcentaje casi el 70%  representa a los "no convencionales".

Rojo vislumbra dos realidades distintas en el mercado de los hidrocarburos. "En petróleo lo veo un poco más claro pensando en el negocio de la exportación con precios altos y cierto potencial, eso resulta evidente. Pero en gas no lo veo con tanta claridad. Porque necesitas más infraestructura y porque el mercado muchas veces no está dispuesto a pagar precios que la industria pretende. Y estos mercado tampoco son infinitos", resume.

Y precisamente en este contexto quedan expuestas hoy las carencias en las falta de infraestructura de transporte de gas natural y la urgente necesidad de monetizar las reservas de Vaca Muerta que contribuiría a reducir el rojo de las cuentas públicas.

No obstante, el economista sostiene que no solamente es importante traer el gas desde Vaca Muerta, sino que además, las cuencas convencionales ubicadas en el sur cada vez entregan menos gas a las centros de consumo porque son cuencas convencionales que vienen en declino.

"Difícilmente Vaca Muerta pueda estar exportando gas natural en el corto plazo. Hay que tener en cuenta que en primer lugar la construcción del Gasoducto Néstor Kirchner apunta a abastecer el mercado local. Después habrá que extender el gasoducto a la frontera, es otra obra distinta. Prefiero no hablar de plazos porque en Argentina nunca se cumplen", comenta.

 

Transición energética

En el plano hidroeléctrico no se muestra muy convencido de la propuesta del gobierno de activar un equipo de trabajo y analizar la situación de las 22 plantas concesionadas.

"A un año de que se venzan muchas de esas concesiones es probable que sea un decisión apurada y tardía y dudo mucho de que se llegue en tiempo y forma para semejante auditoría", desconfía.

La transición energética es sin duda otro de los grandes temas de la industria. Si bien el economista reconoce que hoy más del 80% de la matriz energética argentina corresponde a combustibles fósiles, hay que entender la transición como un proceso lento no inmediato.

"Es un camino lento a la neutralidad energética pensando en 2050. Si el mundo en más de 200 años de historia no pudo reemplazar el carbón por el petróleo, y el gas, te imaginarás que reemplazar el gas por energías limpias o renovables no será tan sencillo. La neutralidad del carbón no significa que no se consuma petróleo o gas, sino más bien que las emisiones netas sean igual a cero", finaliza.

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