La escalada entre las provincias y Nación
El petróleo de Chubut y el escenario para una salida de la crisis
La producción del sur argentino, pese a no crecer, es una clave del suministro interno y las exportaciones. En la política, Figueroa y Weretilneck abonan la salida institucional.
El gran crecimiento de Vaca Muerta en ocasiones deja de lado la importancia de la producción de la Cuenca del Golfo San Jorge. Pero lo cierto es que sin esa porción de la producción Argentina estaría en un profundo problema.
Hoy Chubut produce unos 134.788 barriles diarios de (bbl/d). Son los datos de enero, de la secretaría de Energía de la Nación, que también indican que de los viejos yacimientos del sur se extrae un volumen para nada desdeñable del gas que consume el país: son unos 7,33 millones de metros cúbicos diarios (MMm3/d), el 6% del total nacional.
Los números son más importantes si se toma el total de la Cuenca del Golfo San Jorge, junto a la provincia de Santa Cruz. En el caso del crudo, se trata del 30% de la producción nacional: un total de 200.520 bbl/d de los 679.000 que produjo Argentina en enero pasado.
Es el contexto del impacto en términos de producción si, cómo dijo el gobernador Ignacio Torres, el próximo miércoles cortara los envíos desde Chubut.
El acopio de crudo también implica una clave a contemplar en las terminales que Termap tiene en Caleta Córdova (Chubut) y en Caleta (Olivia) Santa Cruz, a unos 77 kilómetros de Cómodoro Rivadavia, con unos 285.000 m3 y 215.000 m3 respectivamente.
Hay importantes salidas también para el petróleo Escalante, hacia el exterior y hacia el complejo refinador de la provincia de Buenos Aires, a través de la costa atlántica.
En la costa de Comodoro Rivadavia, capital nacional de petróleo, el muelle General Mosconi, destinado a descarga de combustibles de la YPF. Y la monoboya ubicada en Caleta Olivares para la carga de petróleo crudo operada por Termap.
El frente político y el reclamo de las provincias
Tal como lo viene informando Mejor Energía, la definición de Torres de plantear un posible corte del suministro de petróleo es el último capítulo de una serie de cortocircuitos que también incluye a buena parte de los mandatarios, no solo de la Patagonia.
El endurecimiento de los discursos es un detonante de la falta de canales para el diálogo y acuerdos que se sotengan. Gobernadores, legisladores nacionales y funcionarios provinciales, vienen denunciando públicamente y en off the record, que sólo ven un contexto de represalias luego de las modificaciones que pidieron durante el tratamiento de la ley ómnibus, que plantearon un escenaron en el que La Libertad Avanza decidiera enviar su proyecto a comisión.
En la antesala del mes clave de marzo, ese período que marca el regreso a la plena actividad luego de los recesos de verano, el recorte de fondos para el transporte público y para complementar salarios docentes, puso del mismo lado a buena parte de los gobernadores, con los de la Patagonia a la cabeza
Tras el posicionamiento de las provincias del viernes pasado, y el tema ocupando buena parte de la agenda política nacional, los principales referentes sindicales y parte de los mandatarios bajaron los decibeles.
Hoy el titular del gremio más poderoso del sector petrolero, Marcelo Rucci, abogó por una salida institucional.
Luego, el gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa y su par de Río Negro, Alberto Weretilneck, marcaron el camino en la misma dirección en un acto en el que inauguraron una dependencia del ministerio de Energia de Río Negro.
Ambos mandatarios sostuvieron que las provincias tienen tres instancias para solucionar el conflicto con Nación: el diálogo, el Congreso y la Justicia, depegándose de la posibilidad de cualquier tipo de corte a la producción de petróleo y gas. Buena parte del arcto político nacional y económico se había hecho eco de un cimbronazo, si bien el escenario complejo todavía está lejos de una resolución.
