Argentina se encamina a recuperar este 2024 su superávit energético luego de 14 años

La balanza energética en dólares durante diciembre fue superavitaria en US$ 371 millones, un desempeño del sector que refleja no sólo la estacionalidad sino que ratifica una tendencia ya que de esta forma, se registraron 5 meses consecutivos de superávit. Es más, en los últimos 3 meses de 2023, la balanza sectorial resultante de las exportaciones e importaciones energéticas tuvo un superávit promedio de US$325 millones, lo que a valor anualizado es de US$ 3900 millones, de acuerdo al análisis del economista Nadin Argañaraz.

De este trabajo se desprende que la variación positiva de dólares estuvo prácticamente explicada por una suba de las exportaciones físicas y baja de las importaciones físicas, siendo el aporte de estas últimas el más significativo. Las cifras reflejan el doble efecto que representó la menor demanda de compras de Gas Natural Licuado (GNL) durante la temporada invernal por el impacto de la culminación de la obra del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner y la baja de los precios internacionales de los embarques que requirió Enarsa para apuntalar la oferta local. También hizo sentir su aporte el incremento de la capacidad de evacuación de petróleo a través del rehabilitado Oleoducto Trasandino (OTASA) que vincula la Cuenca Neuquina con Chile y la primera etapa de ampliación de Oleoductos del Valle (Oldelval) que conecta Vaca Muerta con Puerto Rosales en la Costa Atlántica.

Continuando ese tendencia que dejará sentir el efecto pleno del ahorro de importaciones de gas durante los 12 meses de 2024, y el incremento sostenido previsto de las exportaciones de petróleo se espera que el sector alcance una balanza comercial superavitaria en torno a los US$ 3500 millones, en las actuales condiciones de mercado, y se podrían al menos duplicar para 2025 lo que significará un gran aporte al comercio exterior argentina y a la normalización de su macroeconomía.

El saldo levemente superavitario de 2023 se vuelve a dar luego de 13 años de saldos negativos, con la sola excepción de 2020 que estuvo marcado por la pandemia con precios inéditamente deprimidos y demanda con fuerte caída por la muy poca actividad.

Así, en el resumen del año que acaba de terminar la balanza de dólares de la energía fue negativa por apenas US$ 47 millones, algo muy similar a las distintas proyecciones que se venían realizando a lo largo del año y que anticipaban un resultado equilibrado frente a los fuertes déficits de los años previos. Es que respecto a 2022, el desempeño del último año pasado mejoró en US$ 4312 millones, frente al déficit de casi US$ 4.400 millones que erosionó las cuentas públicas.

Al descomponer la variación de la balanza de dólares de la energía, el reporte de Argañaraz, quien también es Presidente del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), arroja que el efecto precio generó un extra de US$ 153 millones y el efecto cantidades uno de US$ 4159 millones.

En materia de precios, la caída hizo que por vía de las exportaciones se perdieran US$ 1753 millones y que por vía de las importaciones se ahorrarán US$ 1906 millones, por lo que el saldo fue positivo en los mencionados US$ 153 millones.

Respecto a las cantidades, las mayores exportaciones físicas aportaron US$ 1122 millones, mientras que las menores importaciones físicas permitieron ahorrar US$ 1906 millones, y de esta forma se conforma el saldo de recuperación de US$ 4159 millones.

Precisamente, la suma del saldo de precios y del saldo de cantidades es lo que permite llegar a los US$ 4312 millones, que representaron la mejora respecto al año 2022.

Los meses de mayor déficit durante el reciente año fueron precisamente los que coincidieron con el pico invernal, ya que en mayo se concretaron importaciones por US$ 1.019 millones, junio por US$ 1.106, julio con US$ 978 para luego entrar en un proceso descendente con superávit de balanza.

En el contexto nacional y de todo el complejo exportador, de acuerdo al informe de Intercambio Comercial Argentino (ICA) que publica el Indec, en el transcurso de 2023, las exportaciones argentinas fueron lideradas por los rubros Manufacturas de Origen Agropecuario y las de Origen Industrial, que representaron respectivamente 35,7% y 30,9% de las exportaciones totales; les siguieron en importancia los Productos Primarios, con 21,6%; y Combustibles y Energía, que acumuló 11,8% de los despachos al exterior.