Cómo se reconfigurará el régimen de Zona Fría para dar lugar a un nuevo esquema de subsidios

El Régimen de Zonas Frías que creó un Fondo Fiduciario para subsidios de consumos residenciales de gas en las provincias patagónicas será revisado como tal por la Secretaría de Energía, para ser abordado a través de un esquema de subsidios que tendrá como referencia una nueva Canasta Básica Energética (CBE) que, se asegura, diferenciará las necesidades de cada grupo familiar según las regiones del país en que se encuentre.

El debate iniciado en el marco del proyecto de ley de Bases y Puntos de Partida para la libertad de los argentinos que discute el Congreso nacional podría significar, entonces, la derogación de la ley 27.637 que dispuso la ampliación del régimen de zona fría, vigente hasta el 31 de diciembre de 2031, que reconoce hasta un 50% de los cuadros tarifarios para el gas en redes o en garrafas.

La idea ya expresada por el Gobierno en el tema de tarifas es que la misma refleje el costo de suministro y que el subsidio se destine a atender la situación de aquellas personas que tienen dificultades para pagar la factura. En ese sentido ya había avanzado la gestión anterior al disponer una segmentación tarifaria de acuerdo al ingreso de los titulares del servicio, en un esquema que para la actual conducción del área energética confunde tarifa con subsidios.

Así, a la par de la recomposición tarifaria que se dispondrá habrá también una reasignación de subsidios para lo cual se definirán las necesidades básicas energéticas indispensables de la persona y el grupo conviviente en cada hogar, tanto en luz como en gas. La futura definición de esa Canasta Básica Energética se realizará conforme a las diferencias climáticas de las distintas zonas del país, pero el subsidio ya no será de manera generalizada sino de acuerdo al nivel de ingresos, lo que marca la posibilidad de enfrentar el pago de la factura o parte de ella.

Así, se anticipa que lo que hasta hoy se contempla en el Régimen de Zona Fría pasará a ser abordado por la nueva canasta energética, incluso como parte de la revisión de otros seis fondos fiduciarios energéticos que a criterio del actual Gobierno nacional han cambiado el sentido para el que fueron creados y acumulan recursos millonarios mal aplicados.

Todas estas definiciones serán motivo de una audiencia pública en la cual se podrán discutir en detalle los nuevos alcances, tal como oportunamente se hizo para la segmentación tarifaria. Para entonces deberá estar definida por parte de la Secretaría de Energía los valores energéticos de la nueva canasta y el porcentaje que esa cobertura debe representar del total de ingresos del grupo conviviente. Pero habrá diferentes CBE de acuerdo a la zona del país de que se trate, por lo cual en la Patagonia incluirá el beneficio de Zona Fría.

A partir de ese umbral a definir el Estado subsidiará a las personas en situación de vulnerabilidad que vean comprometidos sus ingresos, y se actualizará periódicamente mediante un esquema que siga la evolución del Índice de Variación Salarial y no del Índice de Precios Mayoristas.

El reconocimiento de los consumos energéticos básicos de la nueva canasta también contemplará el uso responsable de los recursos de gas y electricidad, aunque aún no se dijo nada si habrá un reconocimiento por ahorro energético.

Para la actual gestión los subsidios a la oferta distorsionaron el comportamiento de la demanda y subvencionan a consumidores que no los necesitan. La segmentación de tarifas y subsidios instrumentadas por el Decreto 322 de 2022, cuyo fin fue eliminar un subsidio generalizado quedó pendiente de un diseño que identifique a los usuarios que realmente lo necesitan. Es que el subsidio se otorga según las condiciones del contratante del suministro sin control del grupo conviviente.

En la reciente audiencia pública por las tarifas de gas, se anticipó que habrá una inmediata reducción de subsidios para los meses de febrero, marzo y abril que buscarán reconocer el precio pleno en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST) para revertir la etapa de interrupción de revisiones tarifarias y congelamientos, lo que ahora impactará en la tarifa final.