Entrevista con su presidente Alberto Saggesse

Las cuatro etapas de GyP, a 15 años de su creación

Un repaso por la historia de la empresa estatal-provincial de Neuquén, las áreas donde se encuentra posicionada y cuál es su presente en Vaca Muerta.

Las cuatro etapas de GyP, a 15 años de su creación

Gas y Petróleo de Neuquén (GyP) es la empresa estatal-provincial del sector hidrocaburífero que este mes cumple 15 años de existencia. Con un modelo de asociatividad, la compañía forma parte de los desarrollos de Vaca MuertaAlberto Saggesse, presidente de GyP, dialogó con Mejor Energía sobre el camino transitado por la empresa y su presente.

El funcionario de la compañía destacó cuatro etapas clave en la historia de GyP: la atracción de inversiones en los albores de Vaca Muerta, la era de la consolidación de los yacimientos y el carry (en un contexto de reestatización de YPF y comprobación del potencial de Vaca Muerta), la comercialización de las concesiones no convencionales y finalmente la participación plena como inversor de GyP en proyectos no convencionales.

Etapa I: Cuando empezó a correr la noticia de Vaca Muerta

"En 2008, la industria estaba en un proceso de retracción porque los yacimientos convencionales ya no eran lo que habían sido, los precios internacionales estaban muy bajos y las empresas trataban de recudir costos y devolvían áreas donde no tenían beneficios", recordó Saggesse. Es así que GyP tomó esas áreas como reserva y salir a buscar inversores. En la gobernación de Jorge Sapag empezaba a conocerse la tecnología no convencional y a desvelarse el potencial de Vaca Muerta.

La accesibilidad a esa tecnología y el informe de Estados Unidos de que la Argentina tenía los reservorios de shale más importantes del mundo (el segundo de gas y el cuarto de petróleo) llamaron la atención de las empresas más grandes del sector. “El interés se manifestó en diferentes procesos licitatorios que hizo GyP a partir 2009 y 2010, en ese periodo hubo bastante interés sobre todo de YPF. Y ahí empezó a correr la noticia en empresas como Shell, Total, Exxon y empresas argentinas como Tecpetrol, de que esto era factible”, describió Saggesse.

Con la toma del control de YPF, en abril de 2012 cuando el Gobierno expropió el 51% de las acciones de la compañía, que se dio el puntapié inicial de Vaca Muerta. La empresa, ahora mixta, sumó a Chevron como socio en el proyecto Loma Campana, actualmente el yacimiento de shale oil más productivo, con 75 mil barriles por día en promedio.

“A partir de conocerse las bondades de Vaca Muerta, GyP empieza a hacer su trabajo de marketing con todos los yacimientos que tenía reservados y empieza a suscribir contratos con empresas como ExxonMobil, Shell y Total”, explicó el titular de la empresa estatal-provincial.

Etapa II: Después del marketing, los contratos con carry

"Cuando GyP utilizó el carry, o acarreo, todas las inversiones que se realizaban para la exploración de los campos quedaban a cargo del operador y las de explotación también con un sistema de repago de esas inversiones si existía producción. O sea, si existía producción, esa producción que era asignable a GyP se iba a dividir en dos partes”, describió Saggesse.

En esta segunda etapa, GyP tuvo que lidiar con las presiones para terminar con el carry en el debate por la incorporación de la explotación no convencional a la Ley Nacional de Hidrocarburos. Una estrategia fue el swap de áreas con YPF como señal, ante la negativa de la compañía de asociarse por acarreo. GyP, entonces, entregó participaciones en varias áreas de YPF y la recientemente reestatizada entregó siete campos maduros que le aportaron flujo de fondos a la empresa neuquina.

Los yacimientos convencionales que recibió GyP finalmente fueron otorgados a Oilstone. La segunda etapa estaba concluida, con flujo de caja y con Vaca Muerta en marcha, donde lo que se vislumbraba era una preponderancia cada vez mayor de la explotación no convencional. Hacia allí quería dirigirse GyP.

Etapa III: La comercialización de las áreas shale

Con el paso de los campos a instancia de producción y comercialización de petróleo y gas, GyP tiene el 10% en 14 concesiones de explotación no convencional de hidrocarburos (CENCH) en la provincia de Neuquén y cuenta con una producción diaria de 900 metros cúbicos de crudo (la mayor parte a las refinerías de Raízen y algo a RefiPampa, además obtuvo permisos de exportación en 2022) y 200 mil metros cúbicos de gas (todo a mercado spot).

“Son cifras chicas, pero para una compañía como GyP suma, y suma mucho”, aseguró el presidente de la empresa. “Muchas veces no se ve la importancia que tiene que una compañía estatal, provincial y del tamaño de GyP esté sentada en la misma mesa con los directivos de Exxon Shell, de Total, Tecpetrol, Vista, Phoenix, Pan American”, describió.

De esas 14 áreas, las que están en desarrollo masivo son una de ExxonMobil, Bajo del Choique-La Invernada, otras tres de la sucursal argentina de Shell como son Cruz de Lorena, Sierras Blancas y Coirón Amargo Sur Oeste (CASO).

El listado lo completan los proyectos piloto de Rincón de la Ceniza y La Escalonada (TotalEnergies y Shell), Mata Mora Norte (Phoenix Global Resources), Los Toldos II Oeste (ExxonMobil), Los Toldos II Este (Tecpetrol), Los Toldos I Sur (ExxonMobil y Tecpetrol), Los Toldos I Norte (Tecpetrol), Coirón Amargo Sur Este (Pan American Energy) Aguila Mora (Vista) y Aguada Cánepa (Pan American Energy).

El último bloque mencionada tiene como particularidad que le da forma a lo que será la cuarta etapa de GyP, que ya nos lleva a la actualidad.

Etapa IV: La alternativa sin carry o convertirse en inversor

Con la prohibición del carry tras la ley de hidrocarburos y la 27.007, GyP propuso un nuevo sistema de asociatividad en el marco del Plan Exploratorio de Neuquén, donde la empresa promociona alrededor de 100 áreas con potencial de manera permanente donde el operador tendrá el 90% y la estatal-provincial el 10%. Durante el periodo de explotación, GyP no paga nada ni contrae deuda, pero cuando el operador decide pasar a la comercialidad GyP tiene dos opciones: si aporta su cuota como inversor pleno o lo intercambia por una regalía del 2,5% saliendo del contrato.

Aguada Cánepa es el primer contrato con esta modalidad donde PAE tiene a GyP como socio hace más de un año. “Estamos invirtiendo a la par de Pan American, lo cual nos genera una posición distinta porque y el valor que le está dando el operador al área está siendo captado por GyP”, destacó Saggesse. Desde ahora, todas las áreas que se licitan en el Plan Exploratorio de Neuquén son con este sistema, donde GyP puede decidir si se convierte en un inversor pleno, como está pasando en Aguada Cánepa.

¿Etapa V?: El futuro de GyP

Hacia adelante, el accionista principal GyP, el Estado provincial, deberá decidir el camino a seguir. Con el cambio de gobierno que vendrá el 10 de diciembre, después de que Rolando Figueroa sea elegido gobernador en las elecciones de abril, las definiciones las tomará la nueva coalición política y gubernamental.

“La cuarta etapa recién está en pie, pero GyP está en condiciones de hacer inversiones petroleras. Y siguiendo la tendencia de todas las empresas del sector, estuvimos estudiando proyectos de transición energética y hacer pequeñas acciones para reducir las emisiones. Uno podría imaginar que esa quinta etapa estaría relacionada a proyectos de esa naturaleza”, analizó el presidente de GyP.

En ese sentido, Saggesse añadió que hace cinco meses la empresa creó una Dirección de Nuevas Energías, siguiendo esta tendencia de las empresas de oil & gas, que no sólo lo hacen a nivel nacional sino también por las exigencias internacionales.

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