Histórico triunfo de Figueroa en Neuquén

Una larga transición entre gobiernos en el mejor año de Vaca Muerta

En medio del histórico triunfo de Rolando Figueroa, las petroleras se preguntan por la política energética que viene y el largo camino de transición hasta el nuevo gobierno.

Una larga transición entre gobiernos en el mejor año de Vaca Muerta
Un perforador sobre un bloque de la formación Vaca Muerta (Neuquén).
Un perforador sobre un bloque de la formación Vaca Muerta (Neuquén).

Batacazo. Cimbronazo. Histórico. Las calificaciones parecen quedar gastadas ante un resultado sin antecedentes en la política nacional. Rolando Figueroa lo consiguió desde afuera. Sumó votos de todos los sectores políticos. Y empezó a modificar parte del escenario actual en esa realidad y mayor promesa que es la tierra que cruza Vaca Muerta. Su triunfo fue ante aquella estructura que lo vio nacer políticamente y de cuyos valores se siente parte, y que no logró reeditar una performance cruzada a priori por el mito de la imbatibilidad.

El MPN se subió a los mejores indicadores históricos del shale para sostener una continuidad reprobada en la mesa de exámenes. Los 15 años de protagonismo en los que puso en escena los no convencionales en Argentina no fueron suficientes y quedaron aspirados por un contexto hasta ahora inédito.

En lo inmediato, hay una transición entre gobiernos marcada por una ley provincial. Los ocho meses hasta que se produzca la entrega del mando de Gutiérrez a Figueroa en diciembre son una verdadera incógnita.

Las principales productoras del mundo con bloques en Vaca Muerta lo dicen por estas horas. “Es un interrogante cómo sería una gestión energética suya”, afirman ante consultas para plantear el terreno de expectativas que se desprenden del resultado electoral conseguido por Figueroa. Por ahora marcan “la ausencia de un interlocutor claro”, al margen de los encuentros previos que mantuvieron en ámbitos institucionales con el candidato de Comunidad.

No creen que el nuevo escenario implique una moderación de los niveles de inversión. Se preguntan, por caso, por cómo será el frente “burocrático” de la administración política de los recursos energéticos hasta la entrega del mandato. ¿Querrán los funcionarios salientes dejar su firma en herramientas de esa gestión? ¿Todo seguirá funcionando hasta el recambio con esa velocidad crucero que es la vigente? Es decir, cómo se trasladará el cisma electoral y político al día a día de lo que queda de gestión y a lo que viene.

El MPN y las petroleras vienen de una década con mecanismos ultra aceitados y de conocimiento mutuo, con diálogo directo entre el gobierno provincial y los principales actores del mundo petrolero con sede en Houston.

Se preguntan, también, por los posicionamientos del gobierno vigente y los funcionarios del área energética. ¿Continuará el vértigo de anuncios o serán cuestiones a consensuar con Figueroa en medio de la transición? ¿Lo pedirá el gobernador electo? ¿Cómo actuará en su gestión el apoyo nacional que recibió su candidatura en el plano local?

En uno de sus primeros pronunciamientos Figueroa habló de canales de diálogo para una transición. Sostuvo que el actual mandatario es “un hombre de Estado”. Gutiérrez, en la única alusión que hizo en la rueda de prensa posterior al resultado, definió a su adversario político como “un ex MPN”.

Este recambio histórico de una gestión a otra implica un larguísimo recorrido, también, que tiene como variable el contexto de un gobierno que está dejando de serlo. Ya estaba sucediendo, por supuesto. Pero ese camino será diferente con el antecedente de una derrota histórica. El resultado presiona sobre ese rumbo en medio de un proceso de licuación de poder.

Todo, además, ocurre con la provincia registrando su récord de producción de petróleo: 325 mil barriles diarios, mejor marca en 104 años de historia desde el hallazgo en Neuquén. Otro tanto con el gas: los 91 millones de metros cúbicos diarios (MMm3/d) de agosto del 2022 son otra muestra de ese mejor momento.

Para las petroleras, al menos en plena reacción ante este resultado histórico luego de 60 años, la pregunta del millón también se relaciona con qué tanto ese escenario implica sostener certezas vigentes. Certezas: una palabra que engloba desde una mirada clara sobre la política energética hasta el impacto en el status quo de negocios y ambiciones políticas y económicas locales y foráneas que caracterizó el último ciclo de despegue en Vaca Muerta.

Los 8500 millones de dólares en inversión de este año son solo una parte de las razones que impulsan el desarrollo. Las crecientes exportaciones petroleras y gasíferas, a un paso de materializarse, también son parte de un futuro totalmente posible, al alcance de la mano, que también dispara muchos intereses en juego.

 

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