Cuentas en rojo
PDVSA, cada vez más cerca de aprobar el cierre de su filial en Argentina
Pedro Rafael Tellechea, presidente de la petrolera estatal venezolana, habría tomado la decisión. En las oficinas de Buenos Aires prácticamente ya no quedan empleados.
En los últimos 5 años PDVSA Argentina atraviesa una profunda crisis financiera y económica que incluye despidos, salarios atrasados, embargos, juicios laborales, deudas con proveedores, deudas fiscales, previsionales, cargas sociales impagas, alquileres impagos, e intimaciones de la AFIP, entre otras cuestiones.
La filial en Argentina sigue sin recursos propios para subsistir y su situación se vio empeorada tras la pandemia, pese a las intenciones de la empresa de sortear el bloqueo económico internacional impuesto a la casa matriz en Venezuela.
La última información extra oficial es que PDVSA en Caracas firmó el punto de cuenta que aprueba el cierre definitivo de la filial en Argentina.
La decisión la habría tomado su actual presidente, Pedro Rafael Tellechea, por recomendación previa de Ronny Romero, vicepresidente de Asuntos Internacionales de la petrolera estatal venezolana. Ahora resta que la operación tenga el visto bueno del presidente Nicolás Maduro.
En este momento se están definiendo juntas liquidadoras para resolver la delicada situación financiera de sus empresas subsidiarias Petrolera del Cono Sur (PCSA) y Fluvialba que acumulan un rojo importante en sus cuentas.
Sólo PCSA le debe al fisco más de $ 112 millones, Fluvialba más de $ 300 millones, mientras que PDVSA Argentina le debe a la AFIP $ más de 33 millones aproximadamente.
El año pasado en el marco de negociaciones con la empresa Fluvialba, la petrolera PDVSA despidió recientemente a 45 trabajadores, (entre embarcados, personal de tierra y administrativos) quienes a través del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) reclamaban 20 meses de salarios adeudados, el pago de vacaciones, aguinaldo y aportes previsionales.
En la embajada recibieron un petitorio firmado por el secretario general de SOMU, Raúl Omar Durdos, donde se expresaba claramente que "desde el 2019 la empresa no ha cumplido con ninguna de sus obligaciones en materia salarial y tributaria, defraudando día a día a los trabajadores y que la empresa ha despedido a todo su personal, esgrimiendo una serie de causales inoponibles a los créditos laborales pendientes, siendo absolutamente nulos todos los despidos impuestos a la luz de las normas laborales argentinas".
El secretario de Relaciones Laborales de ese sindicato, Alejandro Vargas, aseguró que "técnicamente estamos hablando de un cierre definitivo. Claramente la intención de PDVSA Argentina es cerrar la empresa, para lo cual debería pagar las indemnizaciones, pero eso no ocurrió. Es una empresa vaciada obligada a quebrar".
Para los gremialistas "esta situación es el desenlace de un vaciamiento sistemático por parte de algunos funcionarios de Fluvialba y PDVSA ".
El principal argumento que esgrime la filial venezolana en Argentina es la falta de liquidez que se debe a las consecuencias del bloqueo económico internacional que estaría afectando a sus empresas mixtas.
Durante un tiempo trascendió que el dinero ingresaba a través de la empresa Intermandatos SRL, cuya cabeza principal es el abogado Franco Bindi, de estrechos vínculos con el chavismo y el kirchnerismo. Esta empresa actuaba de intermediaria entre Caracas y Buenos Aires. Hoy el poco dinero que ingresa a la compañía a cuenta gotas sería a través de la filial de PDVSA en Bolivia.
Desde hace un año, la filial atraviesa un proceso de auditoría fiscal que podría definir el futuro de la petrolera en Argentina. Con un área contable diezmada por los despidos y renuncias, la nueva dirección está abocada 100 por ciento a presentar los balances desde 2020 hasta 2022.
