Interconexión energética regional

Garabí y Panambí, los grandes proyectos hidroeléctricos que buscan retomar Argentina y Brasil

Los gobiernos de ambos países volverán a analizar la construcción de ambas represas sobre el Río Uruguay, con un aporte superior a los 2.000 Mw.

Garabí y Panambí, los grandes proyectos hidroeléctricos que buscan retomar Argentina y Brasil
Ambas centrales tendrían una capacidad instalada de 1152 y 1048 Mw, respectivamente.
Ambas centrales tendrían una capacidad instalada de 1152 y 1048 Mw, respectivamente.

En 1980, los gobiernos de Argentina y Brasil firmaron el Tratado para el Aprovechamiento de los Recursos Hídricos Compartidos para el aprovechamiento de los recursos hídricos compartidos de los tramos limítrofes del río Uruguay y de su afluente el río Pepirí-Guazú, y que buscaba concretar dos grandes proyectos ideados décadas previas, los que hoy se conocen como las represas de Garabí y de Panambí.

El espíritu de aquel entendimiento es hoy reflotado por los presidentes Alberto Fernández e Inacio Lula da Silva, en el marco del incipiente relanzamiento de las relaciones bilaterales que entre muchos capítulos tiene su apartado energético.  

Ambos mandatarios acaban de reafirmar el interés en desarrollar los potenciales hidroeléctricos comunes y acordaron reactivar el Comité Técnico Mixto (CTM), con el objetivo de retomar los estudios técnicos relativos a los emprendimientos binacionales, en el marco del Tratado para el Aprovechamiento de los Recursos Hídricos Compartidos. Este iniciativa se enmarca en la propuesta más amplia de impulsar un mercado sudamericano de energía y aumentar el intercambio de gas natural, de gas licuado de petróleo (GLP) y de energía eléctrica entre ambos países por el Memorándum de Intercambio de Energía de noviembre de 2022, para reforzar la seguridad energética.  

Si bien los documentos recientemente firmados en Buenos Aires no hacen referencia explícita, el Tratado para el Aprovechamiento de los Recursos Hídricos Compartidos implica retomar los estudios para la construcción de dos grandes represas limítrofes sobre el Río Uruguay.

Ya en 2007 el mismo Lula Da Silva y la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner habían acordado encarar los estudios de viabilidad de Garabí y los de un segundo aprovechamiento hidroeléctrico, e instruyeron a la empresa argentina Emprendimientos Binacionales S.A (Ebisa) y a la brasileña Eletrobras a que constituyan un esquema asociativo para la etapa de construcción, operación y mantenimiento de los aprovechamientos.

El proyecto de Garabí, la más importante de las represas proyectadas, prevé la construcción en la provincia de Corrientes y el estado de Río Grande Do Sul, sobre el río Uruguay, a pocos kilómetros de la frontera con Misiones.

La obra cuando fue considerada prioritaria por ambos países tenía un costo estimado entre US$ 1.500 y 1.700 millones con una capacidad de generación similar a la represa de Salto Grande.

Pero la obra enfrentó en distintas oportunidades el rechazo de organizaciones ecologistas argentinas, brasileñas y uruguayas, al aducir que provocaría daños irreparables por las represas en los ríos, alterando sus cauces normales, inundando, afectando y desplazando a las personas de sus comunidades, destruyendo lugares históricos y causando la muerte de los ecosistemas y su biodiversidad.  

El complejo Garabí contemplaba un segundo aprovechamiento que recibió el nombre de Panambí, a la altura de la provincia de Misiones, proyecto que surgió como alternativa de un emplazamiento anterior de la represa, conocido como Roncador que levantó fuertes cuestionamientos, por entender que la superficie que su embalse habría hubiera sumergido los saltos del Moconá.

En conjunto, las represas Garabí y Panambí tendrían una capacidad instalada de 1152 y 1048 Mw, respectivamente. El nuevo impulso a estas obras, se da luego de que en noviembre la Secretaría de Energía de Argentina y el Ministerio de Minas y Energías de Brasil, firmaron el “Memorando de entendimiento sobre intercambio de energía eléctrica” que habilita el uso de las monedas locales para la compra-venta del suministro.

El entendimiento implicó una actualización del convenio de 2019 que ahora regirá hasta el 31 de diciembre de 2025 con la posibilidad de prórroga por otros cuatro años para que el país pueda abastecerse de una fuente de energía fundamental sin recurrir a la erogación de divisas.

Para el intercambio eléctrico, los enlaces Argentina-Brasil son el de 132kV y 50MW Paso de los Libres-Uruguaiana y el de 500kV y 2,2GW Rincón Santa María-Garabí, de acuerdo a la Comisión de Integración Eléctrica Regional (CIER).

En diciembre de 2021, como paso a una coordinación regional, las centrales hidroeléctricas de Yacyretá (Argentina-Paraguay) e Itaipú (Paraguay-Brasil) realizaron un nuevo ensayo de sincronización de sus sistemas en el marco de un plan cuyo objetivo final es la integración de los sistemas eléctricos de Argentina, Paraguay, Uruguay y Brasil.

En ese marco, Garabí-Panambí terminaría de consolidar y fortalecer la integración energética binacional y regional, que requerirá una importante fuente de financiamiento que aún no fue identificada pero que podría tener como origen al Estado brasileño a través del Banco de Desarrollo de Brasil (Bndes) u organismos multilaterales.

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