El shale gas de Vaca Muerta

GNL: las claves del mercado global donde intenta ingresar Argentina

IDEA trazó un cuadro de situación que hace pie en los descomunales recursos de Vaca Muerta y la proyección de la demanda.

 GNL: las claves del mercado global donde intenta ingresar Argentina
Argentina podría ingresar en el selecto club del GNL.
Argentina podría ingresar en el selecto club del GNL.

El 77% del crecimiento del intercambio global de gas natural hasta 2040 se llevará a cabo vía GNL y se espera que este tipo de operaciones dominen las ventas mundiales del segmento para el 2030. Esta fue la principal conclusión de un trabajo que elaboró el Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA) para destacar el potencial de los recursos disponibles para el país en la formación Vaca Muerta que podría transformar la matriz económica de país y convertirse en el principal driver exportador antes de que termine la década, incluso por encima del complejo sojero.

Durante las primeras dos décadas del presente siglo, el consumo de gas natural presentó una sensible expansión, creciendo a un promedio anual del 2,6%. Este comportamiento fue generalizado para todo el mundo, pero estuvo liderado por Asia Pacífico, que concentró el 37% del requerimiento adicional. Dentro de esta región adquiere relevancia el rol de China, en donde la demanda se expandió al 14% promedio anual. 

El incremento de la oferta de gas natural requerido para el abastecimiento de la demanda provino de la expansión de la producción en Medio Oriente, que se incrementó a un promedio anual del 6%, Asia Pacífico (centralmente Australia, Indonesia y Malasia), en donde la producción saltó al 4,3% anual, y Estados Unidos, en donde el boom de la producción no convencional permitió un crecimiento de la oferta del 2,9% anual. Así, el resultado fue un aumento absoluto de la oferta en torno a los 1141 millones de metros cúbicos por día. 

Esta perspectiva para el más importante recurso de la transición energética como es el gas natural, a criterio de la entidad que nuclea a las principales empresas de producción y servicios del país, requiere “una ley específica que sea votada por amplia mayoría que defina con claridad los requisitos para desarrollar la producción de gas natural y la exportación de GNL”. 

Esa norma que tiene varios proyectos ya en danza, permitirá “aprovechar la ventana de oportunidad que permitirá recibir un nivel de inversiones nunca antes visto en la Argentina”.

Para IDEA se trata de “una oportunidad única para que el alto nivel de recursos gasíferos se destine al abastecimiento de la demanda mundial”, pero enfatizan que “hay que actuar ahora, antes de que la demanda de combustibles fósiles disminuya de manera significativa a causa de la transición energética”, más allá de la actual coyuntura global por la guerra entre Rusia y Ucrania que más que duplicó el precio del GNL.

En una primera instancia, los recursos gasíferos de Argentina permitirían desarrollar proyectos de exportación de aproximadamente 25 millones de toneladas por año (MTPA), lo que equivale a licuar de 100 a 125 millones de metros cúbicos diarios (MMm3/d). 

El trabajo estima que sólo para una planta de licuefacción y en las instalaciones asociadas se requieren alrededor de 15.000 millones de dólares, sin considerar las inversiones requeridas en el desarrollo del upstream y midstream. Para ese desafío, la entidad empresarial, aseguró al respecto que “el sector privado local, incluyendo a YPF, asociándose con compañías internacionales, está en condiciones de conseguir el financiamiento y de construir y operar el proyecto”.

Como Vaca Muerta compite con proyectos de otros países por recursos tecnológicos, financieros y por el acceso a los mercados, para el sector empresarial contar con una ley marco específica y adecuada permitirá brindar estabilidad fiscal a aquellos proyectos que hayan sido aprobados para ser beneficiarios de la ley de GNL, los cuales no podrían ser afectados por nuevos tributos, aumento de alícuotas, derogación de exenciones, eliminación de deducciones o modificación de procedimientos para que se incremente la base imponible. 

Entre las consideraciones que los empresarios de IDEA plantean que debe contener la nueva ley se suma la necesidad de ofrecer mejoras en los impuestos a las ganancias e IVA, como la amortización acelerada, la deducción de quebrantos impositivos y el reintegro de créditos fiscales.

Por el lado de las retenciones a las exportaciones, se explica que su nivel no debería interferir con la rentabilidad razonable de este tipo de inversiones y que debería garantizar que el conjunto de la sociedad pueda compartir los beneficios de potenciales ganancias extraordinarias ante un contexto de precios internacionales muy elevados. También, las importaciones debieran estar exentas de derechos de importación a fin de disminuir los costos del proyecto.

Finalmente, se destacó que las regalías a la producción de hidrocarburos no necesitan ser modificadas, pero sí confirmar la exención del impuesto a los ingresos brutos y del impuesto a los sellos.

En cuanto al acceso al mercado de cambios, se señaló que un porcentaje de los ingresos provenientes de las exportaciones de GNL debe ser de libre disponibilidad del exportador y no requerir su liquidación, un tema controversial en tiempos de escasez de divisas para el Banco Central. Pero, además, se planteó considerar además un mecanismo de acceso preferencial al mercado de cambios para la etapa de inversión.

En cuanto a otros aspectos generales que den contexto a la operatoria de todo el proceso de producción de GNL, IDEA insistió en contar con estabilidad regulatoria que permita firmar contratos en firme de largo plazo para el aprovisionamiento, transporte, separación, almacenamiento, logística y exportación, sin posibilidad de redireccionamiento.

“Una vez que están dadas las condiciones, concretar un proyecto de esta envergadura demora entre 5 y 7 años. Los beneficios no se van a percibir ni en este Gobierno ni en el próximo, lo que constituye una oportunidad única para que todo el arco político trabaje en función de un objetivo común”, resaltó la influyente entidad empresarial al presentar al sector energético como “clave para superar el laberinto del estancamiento” de la Argentina.

El documento, traza una proyección de la demanda global y la capacidad de producción local a partir de considerar el desarrollo del 50% de los recursos gasíferos de Vaca Muerta durante las próximas tres décadas. A la vez, metodológicamente se consideró un precio de exportación del GNL de US$ 10 el millón de BTU.

Así, se prevé en base a distintas fuentes que en 2023 la demanda global alcanzará los 400 MTPA en un virtual punto de equilibrio con la oferta, pero que luego a raíz del mayor requerimiento energético disociará fuertemente la curva hacia el 2035. En aquel momento se prevé que la demanda trepará hasta los 700 MTPA mientras que la producción disponible en el mercado internacional será apenas por encima de los 500 MTPA, lo que abre un mercado inmenso a nuevos jugadores globales.

Pero el documento también cuantifica el potencial exportador para la Argentina en comparación con sus principales complejos productivos. Y, en ese sentido, se estimó que el desarrollo de la industria del GNL hacia finales de esta décadas permitiría al país contar con exportaciones por unos US$ 27.000 millones al año, es decir 1,1 veces lo que aporta el complejo sojero (US$ 23.841 millones), tres veces el de maíz (US$ 9.225 millones), ocho veces el de trigo (US$ 3.488 millones), cinco veces el del complejo petrolero y petroquímico (US$ 5.208u millones), y más de ocho veces del complejo ganadero (US$ 3.148 millones).

 

 

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