Panorama político de Vaca Muerta

El MPN se hace fuerte y Batakis quisiera un equipo

Dos frases, una del partido provincial y la otra de la ministra, describen la actualidad y el futuro político en Neuquén, Vaca Muerta y el país.

El MPN se hace fuerte y Batakis quisiera un equipo
Gaido, Koopmann y Gutiérrez en el Ruca Che.
Gaido, Koopmann y Gutiérrez en el Ruca Che.

El partido de gobierno siguió con su itinerario de demostraciones de movilización y poder. Este viernes fue el turno de la ciudad de Neuquén. La capital provincial, el distrito que más electores pondrá en juego, es una clave del mapa electoral que viene. Este año y el año próximo. Respecto del 2022, se trata de ir delimitando el territorio para la puja central: la definición de quién será el candidato a gobernador, el desvelo del oficialismo y de cuanto militante tenga aspiraciones de poder dentro del emepenismo.

Comenzar a imponer condiciones desde temprano es una forma de garantizar márgenes de participación y al mismo tiempo consolidar la permanencia en el municipio de la capital mucho antes de que eso se ponga en juego. La vez anterior, al MPN le costó 19 años de recuperar la capital.

El lanzamiento anticipado de la candidatura a un nuevo período del intendente Mariano Gaido proyecta ideas por fuera del mero hecho político. Una de rigor: fue otro de esos actos de “comenzar ganando”, con miles de personas en el estadio Ruca Che, en el oeste de la capital. Otra de esas ideas, de contexto, de las condiciones estructurales de una provincia dentro de esas otras condiciones estructurales de un país: el acto tuvo lugar en la antesala de una paradoja: el conglomerado Neuquén-Plottier, uno de los más pobres de la Patagonia, que ejemplifica el terreno de desigualdades que caracteriza la actualidad de la economía de la provincia que otorga las concesiones de Vaca Muerta.

Neuquén es ese imán para miles de personas que llegan y seguirán llegando, muchas de las cuales formarán parte de la estadística de la deuda social, al mismo tiempo que conviven con otros miles que dan forma a esa contracara: Vaca Muerta y ese derrame de cierta selectividad que se desprende de los mejores indicadores de producción, algo que no se explicaría tampoco sin el rol crucial del partido de gobierno. (Con todo, uno de esos escenarios-problema que ya quisieran tener otras provincias.)

Otra vez lo más estrictamente político: Gaido pudo ser él mismo precandidato a gobernador. Dejó los pies dentro del vasto plato del MPN. Viene de rendir un par de exámenes. No eran menores: lograr una impronta luego de la estela avasallante de Horacio “Pechi” Quiroga, el cuatro veces intendente que modificó en buena medida el rostro de la capital. “Mariano” ganó la intendencia y una elección de medio término. Y de inmediato, cuando arreciaba la danza de nombres, se posicionaba como un candidato natural a la gobernación, con Omar Gutiérrez sin chances para repetir. 

Quizás una estrategia de más largo plazo, ¿acordada dentro del sector azul?, y los márgenes de una gestión más que aceptable, lo colocaron en el lugar de poder elegir y aplazar la búsqueda del premio mayor. El MPN podría estar preservando un candidato para el futuro. Y al mismo tiempo, cercando los votos de la capital para una nueva gestión pero también para la interna del este año. Todo a un tiempo.

Con el intendente posando con el gobernador y el vice Marcos Koopmann, el precandidato del oficialismo, bajo el lema “Juntos Podemos Más”, lo que el sector azul quiere decir es que cualquiera que busque medirse contra su estructura tendrá que tener muchos recursos y un candidato excelente. Tantos recursos como para poder imponerse en la ciudad y en el interior de la provincia. O al menos, para dar la pelea del voto a voto. ¿Imposible? Desde ya que no. Pero podría ser una tarea ciclópea.

(Por otra parte, el slogan de campaña que apela a la unidad, por contraste, y por contexto, también es otra forma de diferencia con lo que ocurre a nivel nacional, de a ratos casi la antítesis de la proclama del MPN.)

¿Cómo continuará esta historia? En agosto el MPN elegirá sus autoridades: es casi un hecho que Gutiérrez asumirá en un período adicional frente a la conducción partidaria; también que Jorge Sapag será presidente de la Convención, en una elección que casi se definirá administrativamente, con un llamado a participar pero sin contendientes.

Antes del mundial, a inicios de noviembre, se definirá la “madre de todas las batallas”, la interna en la que Koopmann se podría medir con quien hoy asoma como su posible rival, Rolando Figueroa, que probó las mieles del éxito contra los azules en las PASO del 2021, en una elección de otro tipo. Queda por ver todavía qué hará ese poder dentro del poder que es el gremio de los petroleros. Si juegan con un candidato propio, si se suman a alguna de las eventuales listas, o si, sin participar, juegan en un segundo plano.

Así como Gaido implica para el MPN azul hacerse fuerte en la capital, casi no hay semana en la que Koopmann no visite el interior de la provincia con el mismo objetivo. Busca consolidar el entramado de respaldos de intendentes y jefes de comisiones de fomento. Fatiga kilómetros con el pretexto perfecto de evangelizar con la reforma del Código Procesal Civil, y se reúne con militantes, vecinos y referentes azules del interior. Y también las apelaciones al discurso clásico del MPN que lo dejan en la ruta de la continuidad.

“Hoy nuestra provincia es la mayor productora de gas y petróleo. Neuquén es solidaria con el país, con nuestra querida Argentina que tenemos que sacar adelante. Que se ocupen de solucionar los problemas del país. A Neuquén la defendemos los neuquinos. A Neuquén lo defiende el MPN”, dijo el vicegobernador ayer.

  

Ese objeto del deseo: un equipo

En la vereda de enfrente de la disputa política que elige el partido provincial también hubo pronunciamientos. El tenor de las palabras en la primera aparición pública de la ministra Silvina Batakis signó lo deseable dentro de la gestión del área energética. Pero también invita a pensar que, lo que podría ser una redundancia para cualquier gestión, en este caso oscila dentro de un margen de posibilidades que van desde el ruego hasta el clamor con visos de antesala de fin del mundo: “el trabajo en equipo en primer lugar”, puso de relieve. "Lo mejor que tenemos que hacer es trabajar en equipo. Y esto que estamos haciendo, es el trabajo en equipo", enfatizó la ministra. 

Su auditorio: Agustín Gerez (presidente de ENARSA), Federico Basualdo (subsecretario de Energía Eléctrica) y Darío Martínez (secretario de Energía), quienes, con los degradé y matices del caso, están más o menos vinculados al ala cristinista de la coalición de gobierno, y fueron parte de las especulaciones-motivos por los que Martín Guzmán habría renunciado al no poder avanzar con su idea de la gestión dentro del área energética.  

Fue durante la apertura de los cinco sobres con ofertas para el gasoducto Néstor Kirchner, la obra central para el gas de Vaca Muerta que, de acuerdo a los plazos que prevé ENARSA, podría concesionarse el mes próximo. 

Por fuera de la concesión, de lo trascendente del plano administrativo de la obra, queda por ver cómo ese “trabajo en equipo” del FdT se materializa en los próximos meses. No sólo para conseguir el avance de una obra determinante para la macroeconomía del corto plazo, sino que también, y tan deseable como lo anterior, para conseguir márgenes mínimos de funcionamiento para las variables económicas que hoy cruzan el ojo del huracán. 

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