"Construir una nueva refinería no sería rentable"

El escenario del mercado del downstream en Argentina se presenta por demás complejo. Consultado por Mejor Energía, Alberto Fiandesio, ex Subsecretario de Combustibles de la Nación, aseguró que afrontar la actual suba de la demanda de gasoil con los mecanismos de importación actuales podría llegar a ser complicado.

“Hay una decisión política del Gobierno de que tanto YPF como CAMESSA no se queden sin gasoil. Van a hacer lo imposible para que las restricciones no se expandan por el gran Buenos Aires y Capital Federal. El resto puede llegar a ser tierra de nadie. Y ya hay preocupación entre los transportistas”, aseguró.

Pero esta no es la única preocupación que expone el ex funcionario. “El otro tema importante que hay que mirar de cerca es la exportación de crudo. En febrero bajó el procesamiento de crudo y casualmente se exportó más. No sería extraño de suponer que algunas empresas aprovechando el envión del aumento del precio de los commodities, empiecen a priorizar el mercado externo y eso provocaría desabastecimiento en las refinerías locales”.

Desde hace 30 años que el país no construye una nueva refinería, a pesar de que se han encarado importantes ampliaciones. Los últimos grandes proyectos fueron lo de YPF en La Plata y en Luján de Cuyo.

“Lo que se hizo fue aumentar la conversión, o sea con el mismo crudo producir productos más valiosos con mayor valor agregado”, agrega Fiandesio.

Allá por 2019  un grupo de legisladores reflotó la posibilidad de instalar una refinería de petróleo en Chubut. El proyecto apuntaba a incentivar la producción de combustibles en la Patagonia. Según esa iniciativa, las destilerías que estaban en funcionamiento se concentran en el centro y el norte del país. “Los niveles de producción más importantes son los de las refinerías de La Plata, Luján de Cuyo en Mendoza, Dock Sud, Campana y Bahía Blanca, respectivamente”, manifestaba el proyecto de ley.

Las iniciativas preveían la construcción de una planta de procesamiento de última generación a kilómetros del tejido urbano de la ciudad de Comodoro Rivadavia. El proyecto nunca prosperó.

Al respecto, Fiandesio afirma que hoy no sería rentable pensar en construir una refinería nueva. “Hubo un proyecto que estuvo muy cerca de concretarse en Comodoro Rivadavia para procesar crudo pesado (Escalante Seco). Se hizo el diseño y la evaluación económica, pero nunca se llevó a cabo. Hoy el precio del crudo en el país promedia los U$S 62 mientras que en el mundo ronda los U$S 115 el barril. La distorsión en enorme. Con una refinería nueva dejarías de importar gasoil, pero también tendrías excedentes de otros productos”, resalta.

Frente a la sostenida demanda de gasoil y el desfasaje que existe entre el precio de venta y de importación del producto, la situación especialmente en el interior del país, podría complicarse, según el especialista.

Argentina hoy importa el 20% promedio del gasoil que consume, principalmente para usinas de generación eléctrica y para la industria automotriz. YPF es el principal proveedor de combustibles del país con el 56% del mercado.

En cuanto a la política de precios, Fiandesio considera que hay un retraso no mayor al 15% en valor de planta de despacho del refinador sin impuestos. “Si el gobierno no quiere aumentar los precios, entonces que bajen los impuestos”, opinó.