Anticipan cómo las Smart Grids transformarán la distribución eléctrica y a sus usuarios en el país

El futuro eléctrico no podría ser suficientemente abordado sin conceptos tales como el de las smart grids, es decir redes inteligentes, absolutamente digitales, que surgen de la integración de la ingeniería eléctrica con las tecnologías de la información y la comunicación que permiten desplegar una gran capacidad y distintas funcionalidades.

Argentina asoma a este proceso que ya está desarrollado en el mundo con opciones como la infraestructura de medición avanzada para poder tener el perfil de cada uno de los usuarios y su capacidad de demanda, como también de inyección en un sistema de generación y transporte que cuente con sistemas inteligentes, de administración de recursos de energía de renovables como de un sistema de gestión automático de reposición de fallas, que en definitiva reducen al mínimo los plazos de corte.

César de Armero Dubois, director de Power System del gigante internacional Schneider Electric, explicó que se logra conformar así “un sistema mucho más robusto, mucho más resiliente que basado en una diversidad de tecnologías vuelven a las redes mucho más autónomas, eficientes, ágiles y sustentables”, lo que abre las puertas a una serie de desarrollos como la generación distribuida, medidores inteligentes, casas inteligentes y hasta comunidades o ciudades inteligentes.

“Ya en Argentina tenemos casi 3000 usuarios de energías renovables distribuidas. Son prosumers porque no solamente son consumidores, también son generadores de la energía con capacidad de contar con excedentes e incluso de almacenamiento con una fuente principal que es la solar. Pero no solamente estamos hablando de usuarios finales -personas y familias-, sino también de instalaciones industriales, nodos de transporte, sistemas de infraestructura, shoppings que tienen capacidad de tener su propia generación para hacer su plan de sustentabilidad”, explicó el experto.

Las centrales inteligentes en el punto de generación son muy importantes al momento de gestionar la fuente del recurso de manera eficiente donde, ya de por sí, el país cuenta con parques eólicos con factores de carga de más del 60% o del 50% en los solares. Pero también son claves para generar una red más eficiente porque el sistema tiene un factor de pérdidas y una limitación en la capacidad de transporte. Entonces, la aplicación de todas estas herramientas en las corrientes eléctricas de las redes de distribución permite hacerlas más homogéneas y más planas, durante todo el día y en toda la distribución geográfica de la red, lo que la hace mucho más eficiente, con menos coeficientes de pérdidas y eso es menos CO2 que genera.

Pero más allá del aspecto técnico de las smart grids, la aplicación en una muy amplia diversidad de distribuidoras del servicio eléctrico en todo el país genera a su vez un desafío. Al respecto, Armero Dubois aseguró que “el nivel de gestión y de inversión que están haciendo las empresas distribuidoras en el país es muy importante. En principio las compañías más grandes están invirtiendo muchísimo en lo que es el telecontrol para poder hacer de forma automática este manejo y gestión de fallas para reducir los cortes y la frecuencia de esos cortes, para después implementar sistemas de manejo de gestión de salidas de servicio, de medición avanzada, como también de reposición".

Y añadió: "Pero también hay algunas empresas provinciales más pequeñas, que tienen liderazgo y ya hace unos años están incorporando medidores inteligentes para sus grandes usuarios y lo están planificando para sus medianos y pequeños usuarios, también en caminos que ya todas las distribuidoras están recorriendo”.

En una visión más micro, el experto de Schneider Electric se refirió a cómo abordar esta transformación tecnológica desde una empresa. “Lo primero es realizar un diagnóstico de la calidad de energía que cuentan y de la demanda que tienen. Automatizar los procesos es muy importante a la hora de planificación, no solamente del proceso productivo sino también lo que es la demanda de la energía. Entonces tener sistemas de gestión de energía inteligentes dentro de la planta y sobre todo sistemas y accionamientos eléctricos contribuye a que los procesos industriales sean más confiables, más eficientes y también mucho más sustentables”, se explayó.

Para el usuario doméstico este tipo de tecnología ya disponible en el país abre otra dimensión y lo hace de manera cada vez más accesible y más económica porque se repaga rápidamente. En un proceso de readecuación tarifaria que muchos actores del sector coinciden se deberá  transitar hacia nuevos cuadros con posibilidad de contar cargas de acuerdo a los horarios de consumo, tener un sistema muy simple de gestión de utilización energética domiciliaria redundará en menores tarifas.

Con la tecnología IoT (Internet de las Cosas) que tienen hoy los electrodomésticos y artículos de confort y seguridad hogareños, podría ser muy fácil configurar por ejemplo, un lavarropas que funcione durante la noche cuando es menor la demanda en el sistema, o de la misma manera contar son sistemas de climatización y de iluminación que, con muy poca inversión relativa, permite un beneficio enorme en lo que es en materia de ahorro energético y en la cuenta.

Pero un párrafo aparte se suma con el abordaje de la electromovilidad y su integración con las redes inteligentes, y anticipar su llegada masiva requiere repararse para tener un sistema que permita la carga del vehículo eléctrico en el horario adecuado, incluso con generación propia, con unos pocos paneles solares -que cada vez el costo se está reduciendo significativamente- para poder acumularla y después entregarla al vehículo, en un esquema que todas las compañías distribuidoras ya están analizando pero que requiere una regulación adecuada como para poder hacer esta venta de energía para la para la movilidad eléctrica.