Iniciativa de YPF en Chubut

Una nueva época de esplendor para Manantiales Behr gracias a los polímeros

El bloque chubutense tiene más de 90 años de explotación, pero con la recuperación terciaria está viviendo una segunda vida con su petróleo convencional.

Una nueva época de esplendor para Manantiales Behr gracias a los polímeros
La terciaria tiene un factor de recobro de hasta un 33% en los pozos maduros.
La terciaria tiene un factor de recobro de hasta un 33% en los pozos maduros.

Manantiales Behr, un yacimiento con más de 90 años de explotación, se resiste a quedar fuera del radar de la industria hidrocarburífera. Al contrario que otros campos maduros de la Argentina, el bloque que opera YPF en el sur de Chubut logró superar su marca de producción de petróleo histórica. Todo gracias a la inyección de polímeros y la "recuperación terciaria".

El área tuvo una producción de 25.363 barriles de petróleo por día en el mes de marzo, de acuerdo a los datos públicos de la Secretaría de Energía de la Nación (a llegado a los 26 mil barriles diarios). Este volúmen lo viene sosteniendo desde hace un año, ubicándose entre los yacimientos con más producción del país, en un contexto petrolero dominado por Vaca Muerta.

De la mano de los desarrollos con polímeros, YPF logró que la producción total de recuperación terciaria en yacimientos en los que tiene su operación alcanzó los 10.076 barriles por día al cierre de marzo. De este modo, el petróleo convencional tiene mucho para dar.

El primer piloto de inyección de polímeros comenzó unos ocho años atrás en Manantiales Behr. El resultado fue exitoso y así la compañía decidió ampliar el proyecto, que incluyó la puesta en marcha de ocho plantas modulares.

En la actualidad, YPF tiene un plan ambicioso de crecimiento en producción terciaria para sus yacimientos maduros convencionales en las provincias de Chubut, Santa Cruz y Mendoza con 22 plantas de inyección de polímeros operativas. Además, instalará 10 adicionales que se pondrán en marcha para entre el 2024 y 2025.

La innovación y la tecnología permiten revertir el declino de la producción por primaria y secundaria, aumentando los niveles de de petróleo convencional en campos maduros. El caso Grimbeek es un ejemplo donde la producción de petróleo por inyección de polímeros es el 28% del total de la producción del área de reserva Manantiales Behr.

La inyección de polímeros permite el incremento de la producción de los pozos con baja productividad debido al declino natural por su madurez. Es casi como rejuvenecerlos: se los puede llevar a niveles de etapas más tempranas mejorando la ecuación económica y el petróleo total recuperado.

Pablo Bizzotto, el VP Ejecutivo Upstream de YPF y actual CEO en el país de Phoenix Global Resources, contaba a fines de 2019 que el factor de recobro en los pozos llegaría al 33%. En números finos: podrían recuperarse con los polímeros 400 millones de barriles en 900 pozos. Sumando la secundaria, la cifra de recuperación ascendería a 1000 millones de barriles de crudo convencional.

La empresa de servicios AESA, ligada a buena parte de las operaciones de YPF, quiere construir sus propias plantas de inyección de polímeros en su fábrica de Canning, en la provincia de Buenos Aires. La compañía acompaña desde 2019 a YPF en su cruzada por la recuperación terciaria en el Golfo San Jorge, en Mendoza y también en Neuquén.

En la provincia cabecera de Vaca Muerta están los proyectos de Desfiladero Bayo y Desfiladero Bayo Este. En tanto, en la provincia cuyana el plan está puesto en Chachahuén. En Chubut, la masificación de los polímeros también podría llegar a Pampa del Castillo-La Guitarra, un área controlada por Capsa-Capex, empresa pionera en esta tecnología cuando en 2007 la aplicó en Diadema.

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