Escenario hacia la transición energética

Hidrógeno: estiman que podría alcanzar hasta el 12 % del uso de energía para 2050

Según la Agencia Internacional de Energías Renovables más del 30 % del hidrógeno producido podría ser objeto de comercio internacional en los próximos 30 años, un porcentaje superior al del gas natural en la actualidad.

Hidrógeno: estiman que podría alcanzar hasta el 12 % del uso de energía para 2050
La Agencia asegura que el hidrógeno no es un nuevo petróleo y que la transición implica diversos factores
La Agencia asegura que el hidrógeno no es un nuevo petróleo y que la transición implica diversos factores

La Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) afirmó que el hidrógeno verde podría alterar las relaciones comerciales mundiales y energéticas bilaterales, con un reposicionamiento de los Estados y la aparición de nuevos exportadores y usuarios del hidrógeno.

En el informe Geopolitics of the Energy Transformation: The Hydrogen Factor (Geopolítica de la transformación energética: el factor hidrógeno) pronosticó que el hidrógeno cambiará la geografía del comercio de energía y regionalizará las relaciones energéticas, así como la aparición de nuevos centros de influencia geopolítica basados en la producción y el uso de hidrógeno, a medida que decaiga el comercio tradicional de petróleo y gas.

IRENA estimó que el hidrógeno representará hasta el 12 % del uso de energía en el mundo para 2050. Se cree que el creciente comercio y las inversiones dirigidas en un mercado dominado por los combustibles fósiles y valorado actualmente en U$S 174. 000 millones aumentará la competitividad económica e influenciará el escenario de la política exterior con acuerdos bilaterales que se diferenciarán notablemente de las relaciones basadas en los hidrocarburos del siglo XX.

"El hidrógeno podría ser el eslabón perdido de cara a un futuro con energía segura para el clima", señaló Francesco La Camera, director general de IRENA.

Y agregó que  "el hidrógeno se apalanca claramente en la revolución de las energías renovables, de modo que el hidrógeno verde se presenta como una solución radical para alcanzar la neutralidad climática sin comprometer el crecimiento industrial y el desarrollo social. Pero el hidrógeno no es un nuevo petróleo. Y la transición no es la sustitución de un combustible sino el cambio a un nuevo sistema con alteraciones políticas, técnicas, medioambientales y económicas".

IRENA calcula que más del 30 % del hidrógeno producido podría ser objeto de comercio transfronterizo para 2050, un porcentaje superior al del gas natural en la actualidad.

Los exportadores de combustibles fósiles consideran cada vez más el hidrógeno una forma atractiva de diversificar sus economías, como es el caso de Australia, Omán, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos.

Sin embargo, hacen falta estrategias de transición económica más amplias, ya que el hidrógeno no compensará las pérdidas de los ingresos generados por el petróleo y el gas. El potencial técnico de producción de hidrógeno supera significativamente la demanda mundial estimada.

Los países más capaces de generar electricidad renovable barata serán los mejor posicionados para producir hidrógeno verde de manera competitiva. Países como Chile, Marruecos y Namibia, que son importadores netos de energía en la actualidad, se convertirán en exportadores de hidrógeno verde.

El informe estima que en la década de 2020 se producirá una gran carrera por el liderazgo tecnológico. Pero no es previsible que la demanda despegue hasta mediados de la década de 2030. Para entonces, el hidrógeno verde competirá en costos con el hidrógeno fósil en todo el mundo, algo que ocurrirá incluso antes en países como China, Brasil y la India. El hidrógeno verde ya era asequible en Europa durante la escalada de los precios del gas natural ocurrida en 2021.

Según la Agencia Internacional de Energías Renovables el hidrógeno verde puede reforzar la independencia, la seguridad y la resiliencia en materia energética al reducir la dependencia de las importaciones y la volatilidad de los precios y aumentar la flexibilidad del sistema energético.

"Sin embargo, las materias primas necesarias para el hidrógeno y las tecnologías renovables podrían enfocar la atención hacia la seguridad de los materiales. La escasez y las fluctuaciones de los precios podrían repercutir en las cadenas de suministro de hidrógeno y afectar negativamente los costos y los ingresos", aclaró.

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