La expansión del crudo no convencional
Aceleran el proyecto del Oleoducto Vaca Muerta Sur, clave para la exportación de shale oil del futuro
La obra de US$1.200 millones se tornó estratégica e YPF pretende lanzar el proyecto en los primeros meses de 2023. Por qué se suma Chevron como socio.
El mundo sigue demandando petróleo a precios más que atractivos para los costos de producción que hoy manejan las operadoras en Vaca Muerta, lo que extiende una ventana de oportunidad que YPF se manifestó dispuesta a aprovechar con su salida en 2023 al mercado exportador.
En el marco de esa estrategia, uno de los proyectos clave para solucionar los cuellos de transporte es la construcción del Oleoducto Vaca Muerta Sur, lo que incluye la terminal portuaria de mayor capacidad de carga del país para exportación, con una estimación inicial de 360.000 barriles de petróleo diarios.
La obra había sido inicialmente presentada por la petrolera estatal como un desarrollo exclusivo, pero ahora se decidió abrir a otras compañías que podrán sumarse al proyecto y afrontar los costos estimados en unos US$ 1.200 millones.
La oferta de capacidad del futuro Oleoducto Sur fue lo que destrabó la negociación entre las empresas accionistas del Oleoducto del Valle (Oldelval) para encarar el proceso de ampliación para más que duplicar la capacidad de evacuación del shale oil hacia Puerto Rosales en el complejo marítimo de Bahía Blanca.
Es que los socios de Oldelval YPF (37%), ExxonMobil (21%), Chevron (14,5%), Pan American Energy (11,9%), Pluspetrol (11,9%), Tecpetrol (2,1%) y Pampa Energía (2,1%) no lograban ponerse de acuerdo en cuanto al prorrateo de los cupos que podrá tomar cada empresa del nuevo ducto.
El diálogo se había empantanado con la oferta de la estadounidense Chevron de tomar toda la capacidad de la ampliación, aunque todas las operadoras habían casi duplicado con sus requerimientos su cuota de participación accionaria, explicaban las fuentes consultadas.
Las diferencias comenzaron a desandarse cuando la compañía que conduce el santacruceño Pablo González ofreció a Chevron un 5% de participación en la futura traza Vaca Muerta-Punta Colorada, que conforma el Oleoducto Sur.
Las dos petroleras ya son socios en el Oleoducto Trasandino (Otasa) que tras la tareas de rehabilitación prevé a comienzos del año próximo iniciar el bombeo de hasta 110.000 barriles diarios de crudo hacia Chile, para abastecer inicialmente el requerimiento de la trasandina ENAP como para luego exportar a los grandes mercados del Pacífico a través del puerto de Concepción.
Tal es la dinámica que adquirió el sector, que entre los socios de Otasa ya se habla la posibilidad de construir un segundo ducto en paralelo al que actualmente se extiende por 425 kilómetros cruzando la Cordillera a una altura de hasta 2.000 metros.
En este contexto, es que YPF tiene la idea de acelerar los tiempos de la obra y estar anunciando el lanzamiento del Oleoducto Sur en febrero o marzo próximos, pero ya abriendo la posibilidad de sumar nuevos socios que permitan agilizar el financiamiento.
Lo ocurrido en las últimas semanas marca el gran interés de las compañías de incrementar las exportaciones del crudo de Vaca Muerta, y en particular de Chevrón que acaba de anunciar que adelantará sus inversiones el próximo año para el desarrollo masivo del área El Trapial, y que alcanzó con Neuquén un acuerdo para avanzar en una nueva concesión no convencional para el desarrollo del bloque Narambuena, lo que demandará una inversión de US$3.000 millones.
YPF ya estudia el lecho marino del puerto Punta Colorada, en el Golfo San Matías, para determinar la locación de la mega terminal que permitirá el embarque de la producción mediante monoboyas offshore ubicadas a unos 6,7 kilómetros de la costa.
A través de la estación portuaria se podrá despachar un buque cada cinco días con capacidad para 390.000 metros cúbicos, a partir de 2025 y que se dispondrán unos 20 tanques de reserva en unas 250 hectáreas costeras con una capacidad de almacenamiento de 1 millón de metros cúbicos.
La construcción demandará la contratación de no menos de mil personas de manera directa y de otras tres mil de manera indirecta, y la petrolera ya contrató al barco "BG Warrior" de 68,9 metros de eslora, 15,5 metros de manga y de bandera argentina, que ya brindó servicios, entre otros clientes, a ENAP, y Total Austral.
La tarea a su cargo será realizar el estudio de relevamiento topográfico del relieve de la superficie terrestre cubierta por agua de mar, para lo cual la nave que se encuentra esta semana frente a las costas del sur bonaerense durante 14 días tendrá que navegar en zonas someras a un kilómetro aproximado de la costa.
Con 26 tripulantes a bordo, la tecnología del BG Warrior es la de posicionamiento dinámico, que permite reconstruir en superficie el suelo marino con precisión para que luego se pueda definir la mejor ubicación de las instalaciones.