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Los gobernadores de Río Negro y Neuquén intimaron a Nación por las concesiones hidroeléctricas
Alberto Weretilneck y Rolando Figueroa enviaron cartas documento por la falta de solución en los contratos que están vencidos desde mediados de 2023.
Continúa sin resolverse a fondo el futuro de las hidroeléctricas de la cuenca del Comahue, siendo la última novedad desde el gobierno del presidente Javier Milei la prórroga de las concesiones vigentes hasta fines de abril. Ahora, los gobernadores de Río Negro, Alberto Weretilneck, y de Neuquén, Rolando Figueroa, intimaron a Nación para que brinde una solución concreta.
La acción conjunta de los mandatarios consistió en notificar al Estado Nacional respecto de la gestión de concesiones hidroeléctricas en la región y, según plantearon, "en defensa de los recursos naturales de las provincias y buscando establecer un claro precedente".
El gobernador rionegrino envió una carta documento dirigida al Ministerio del Interior, sustentada en los artículos 1°, 5°, 121 y 124 de la Constitución Nacional, que establecen el dominio originario de las provincias sobre sus recursos naturales, así como en los artículos 70, 71 y 81 de la Constitución de la Provincia de Río Negro, que refuerzan esa potestad.
Por su parte, gobernador neuquino envió carta documento al secretario de Energía de la Nación, Eduardo Rodríguez Chirillo, en la que indica que ante la falta de respuestas y de evasivas por parte del Estado Nacional, la provincia se ve forzada a intimar y exigir que se abstenga de tomar cualquier tipo de decisión o medida respecto de las represas, sin antes dar participación a la provincia.
Los gobiernos de Alberto Weretilneck y Rolando Figueroa enviaron cartas documento, en defensa de los recursos naturales que son potestad de las provincias.
Desde julio del año pasado, están caídas las concesiones de distintas represas sobre los ríos Limay y Neuquén. Esto provocó no sólo el enojo de las provincias sino también agrandó el nivel de incertidumbre entre los actuales concesionarios privados.
El planteo de Neuquén y Río Negro siempre fue el mismo, a pesar de los cambios de gobierno en las respectivas provincias: una participación real en las concesiones, actualizándo el esquema legal a la constitución de 1994 -las represas se privatizaron en 1993, antes del traspaso del dominio originario a las provincias-. Esto sería o participar dentro de una nueva Hidronor -el anterior gobierno nacional quería a Enarsa en ese lugar- o encargarse del nuevo proceso licitatorio.
Los aprovechamientos hidroeléctricos de los ríos Limay y Neuquén afectados por esta sucesión de prórrogas son puntualmente El Chocón, Piedra del Águila, Alicurá, Cerros Colorados y Arroyito.
