TGN inicia en 2024 un gasoducto estratégico para los proyectos de litio en la Puna

La proyección de avance de los proyectos de litio en las provincias de la Puna que permitirán multiplicar hasta por siete las cifras de producción de este año indican el momento propicio para acelerar una obra de provisión energética clave para la competitividad de este segmento minero. Se trata del Gasoducto Vicuñas que la empresa transportista TGN acaba de anunciar que lanzará en 2024 para tenerlo operativo en menos de dos años de construcción.

La obra trazada en 2018 es considerada en el sector un proyecto estratégico para llegar con energía a la Puna, que presenta una necesidad de abastecimiento creciente y que aún no está resuelta, tanto para las iniciativas de litio como para la producción de otros minerales que también cuentan con proyectos en estado avanzado de factibilidad y que sólo esperan condiciones macro más propicias.

Esta nueva traza -que se conectará en su cabecera norte al sistema de transporte de TGN a través de un gasoducto de terceros- tiene como requerimiento previo externo, el avance y puesta en marcha de las obras de reversión del troncal del Norte, cuya ejecución se encuentra demorada a la espera de la asunción de las nuevas autoridades nacionales. Esa gran obra previa permitirá a siete provincias del norte del país dejar de depender del gas importado desde Bolivia, país que ratificó que sólo puede comprometer para el próximo año un suministro de 6 Mmm3/dia hasta junio, para luego pasar a un servicio interrumpible, lo que pone en riesgo la seguridad de abastecimiento de los usuarios residenciales, industrias y generadoras eléctricas de todo el Noroeste.

El Gasoducto Vicuñas está diseñado para recorrer la demanda industrial de los principales salares y con una extensión de 304 kilómetros comenzará en el departamento de Susques, en la provincia de Jujuy, pasará al departamento de Los Andes en Salta, y culminará en Antofagasta de la Sierra en Catamarca, eje central del denominado Triángulo del Litio. Con esa traza se asegura se podrá llegar a los diez salares más importantes de la región como Olaroz, Cauchari, Salar de Rincón, Pocitos, Pozuelos, Pastos Grandes, Centenario, Ratones, Diablillos o del Hombre Muerto.

Pero también se podrán beneficiar otros proyectos más alejados de la traza que se podrán alcanzar mediante redes de distribución secundarias del troncal o en todo caso mediante un gasoducto virtual, para lo cual se proyectan tres plantas de pequeña escala de GNL.

TGN en los últimos años de preparación de la obra recogió 17 manifestaciones de interés de proyectos en distintas etapas de construcción, por un volumen de suministro de 3,9 Millones de m3 diarios al 2030.

Con ese horizonte, la distribuidora prevé para 2024 cerrar la firma de los contratos de transporte para que el proyecto empiece a tomar forma, en base a esos acuerdos finales se realizarán los ajustes formales de la traza, se van a liberar las órdenes de compra de los materiales críticos, se gestionarán los permisos de paso y servidumbre y se arrancará con la movilización de los equipos.

La construcción cuyo inicio está previsto también para el próximo año se realizará en dos frentes simultáneos: por un lado, el tramo de 154 kilómetros que consistirá en cañerías de 16 pulgadas; y por otro los 150 kilómetros de cañerías de 12 pulgadas, lo que permitirá reducir los tiempos de construcción para habilitar el proyecto en un plazo menor a dos años.

Así, la propuesta para la industria del litio promete traer un suministro confiable, acorde hacia la transición hacia energías más sustentables y verdes, pero como el camino es largo es necesario aprovechar las ventajas competitivas con que cuenta el país y para que los proyectos de litio y mineros de otros metales puedan desarrollarse.

Para llegar a este punto de definición, TGN con las cartas de intención ratificadas había realizado en marzo de este año una recorrida por la traza diseñada en 2018, pero ajustada a los proyectos que expresaron su interés en participar. Esto permitió repasar los puntos de entrega y validar más de 550 kilómetros de gasoductos entre troncal, derivaciones y alternativas por los desafíos impuesto por la presencia de las comunidades y la geografía de la Puna, además de los potenciales emplazamientos de las plantas de GNL.

En agosto se hizo un pedido de concesión para transporte de hidrocarburos ante la Secretaría de Energía y se hizo un roadshow para mostrar a las empresas cómo quedará la traza, mientras que en septiembre se realizó la presentación formal a las provincias. Ahora se trabaja en el estudio de impacto ambiental que se deberá presentar a las distintas autoridades locales, de manera de atender el resguardo de flora, fauna, ambiente y comunidades.