Mientras Bolivia envía mínimos históricos de gas, las exportaciones crecen más del 13%

Ya iniciado el otoño, el sistema argentino empieza a detallar sus proyecciones en el mercado de gas natural para este invierno, una ecuación que combina no sólo la oferta y demanda existente sino la eventual puesta a punto del Gasoducto Néstor Kirchner en construcción y el aporte incremental que pueda llegar a lograr las operadoras en Vaca Muerta.

Mientras tanto, el tablero de control de la Secretaría de Energía y del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) reflejan que la provisión de gas proveniente de Bolivia sigue en problemas, y que en lo que va de marzo alcanzó mínimos históricos de exportaciones.

De acuerdo al reporte de Despacho Diario del Enargas, las importaciones desde Bolivia alcanzaron jornadas de apenas 2,5 millones de metros3 diarios (MMm3/d), un aporte prescindible teniendo en cuenta las condiciones climáticas de las últimas semanas que moderaron la demanda, pero que serán largamente insuficientes cuando el frío se haga sentir especialmente en el consumo de los usuarios residenciales.

A lo largo de los primeros 25 días de marzo, el promedio de envío fue de 3,9 MMm3/día con el piso de 2,5 MMm3 el 15 de marzo y un pico de 8 MMm3 el día 20. De esta manera, el vecino país apenas logra cumplir el compromiso asumido a fines del año pasado por Yacimientos Petrolíferos Fiscales de Bolivia (YPFB) de un suministro para el año en curso de sólo 4 MMm3/d en los meses del verano y hasta 8 MMm3/día en los del invierno.

Las ventas de gas vienen en declino en los últimos años, y en 2022 alcanzaron un pico de 14MMm3/d, frente a los 18 MMm3/d de 2021, pero siempre lejos de los 27 MMm3/d que por el contrato original se debía entregar a partir de 2010. La inestabilidad de Bolivia como proveedor a la región responde al declino de producción que comenzó hace una década cuando pasó de producir 63 MMm3/d a los 40 MMm3/d del año pasado y a los 38 MMm3/d que se estiman para el presente.

Pero mientras las importaciones desde el Norte no modifican en mucho la ecuación gasífera, la Argentina consolidó en los primeros dos meses del año sus exportaciones a Chile. De acuerdo al reporte mensual del Enargas, en febrero se entregaron 9,93 MMm3/d, casi en su totalidad enviados a través del ducto GasAndes, con un incremento del 15% respecto al mismo mes de 2021, y un alza del 1% respecto de enero.

El gasoducto GasAndes une el bloque de La Mora, en la provincia de Mendoza, Argentina, con la ciudad de Santiago, en Chile, y con una longitud de aproximadamente de 533 kilómetros tiene una capacidad de transporte de 10,8 MMm3/d.

La situación se había presentado similar en enero cuando las exportaciones al vecino país completaron los 9,8 MMm3/d en promedio, con un alza del 16% respecto del primer mes de 2021 y del 2% frente a diciembre del año pasado.

Según indicaron las cifras del reporte, los volúmenes de gas argentino enviados a través del gasoducto Cruz del Sur a Uruguay fueron mínimas, al alcanzar 0,13 MMm3/d en febrero y 0,16 MMm3/d en enero, mientras que no hubo exportaciones hacia la localidad brasileña de Urguaiana.

De esta manera, las operadoras locales alcanzaron el octavo mes consecutivo de incremento de ventas, en una tendencia que se mantendrá en marzo y abril, para luego volver a niveles mínimos en los meses de invierno.

Ya para entonces, habrá que esperar si se logró completar el tenido de los 573 kilómetros del gasoducto troncal Néstor Kirchner, hoy en plena ejecución, y que tiene fecha prevista de entrada en operación para el 20 de junio con una capacidad que con el correr de las semanas podrá alcanzar los 11 MMm3/ día, para luego con la entrada en funcionamiento de las dos plantas compresoras previstas duplicar los envíos hasta los 22 MMm3/d.

De esta manera, Argentina podría prescindir en el corto plazo del gas de Bolivia para el verano, reducir al mínimo sólo para los días de pico de demanda en el invierno y pensar para el mediano plazo en el abastecimiento del norte del país con el no convencional ya sea por el Gasoducto del Noreste Argentino (GNEA) a través del litoral, como por la reversión del Gasoducto del Norte.

La puesta en marcha del primer tramo del gasoducto NK será el primer paso en los que habrá que avanzar para proyectar firmemente la idea de convertir a Vaca Muerta en proveedor energético a la región, con envíos hacia Brasil y a Chile a través de la red existente en el norte del país.