"El cepo a las importaciones y el atraso cambiario son nuestros principales cuellos de botella"

El escenario que presenta hoy la industria minera se ve reflejado en las cifras que muestra el sector: 100.000 puestos laborales; 4.000 millones de dólares en exportaciones anuales; más de 20.000 millones de dólares en inversiones, y las proyecciones aseguran que al menos se triplicarán las exportaciones en los próximos 10 años, gracias al crecimiento del litio y la incorporación de los proyectos de cobre, y de la motorización de las economías a partir de su cadena de valor.

No obstante, Franco Mignacco, Presidente de la Cámara de Empresarios Mineros (CAEM), advirtió que "debemos reconocer que en este 2023 nos seguimos encontrando con escollos en temas básicos, como el acceso a importaciones de bienes y servicios necesarios para la producción y para la construcción de los proyectos".

"Esto, además de las complicaciones previsibles, suma la imposibilidad de las que las empresas podamos hacer planificaciones. En el caso de las pymes de nuestro sector, un retraso en la adquisición, por ejemplo, de un repuesto, significa una máquina parada, impactando 3 directamente en su capacidad productiva. Y esto nos sucede, a pesar de que por cada dólar que necesita importar la minería, produce 10 dólares en exportaciones", aseguró Mignacco en su discurso durante Arminera.

El titular de la CAEM también expresó su preocupación sobre el impacto que tiene el desfasaje cambiario. "Tenemos dificultades por el incremento de costos en dólares, que está impactando especialmente en los proyectos más maduros, que son los que poseen menor margen de utilidad, lo que puede acortar su vida útil. Sabemos que es un año electoral, pero las necesidades de las personas y del país no esperan. Y los tiempos de la minería tampoco", comentó.

Y agregó: "Lleva más de 20 años poner un proyecto en producción desde cero. Y, por ejemplo, si miramos las perspectivas, nuestro país no tendrá en la próxima década nuevos proyectos de oro y plata en producción que reemplacen a los que vayan entrando en fase de cierre. Debemos impulsar hoy la llegada de inversiones".

Mignacco también destacó el trabajo de las empresas en términos de inversión social, consensuado con las provincias, con los municipios y con las mismas comunidades. Y ponderó el esfuerzo que hacen los proveedores del sector.

"Las empresas mineras no sólo siguen estándares de calidad internacional, sino que también se los requieren a su cadena de valor. Por eso, destacamos el compromiso de los proveedores para brindar servicios de excelencia y, y por sobre todo, la dedicación de las pymes para estar a la altura de los requerimientos. Hoy, 100.000 personas trabajan para que la minería argentina sea una de las tres únicas industrias que genera ingreso neto de divisas para el país, en el momento en que son más necesarias", concluyó.