Ceraweek: "los sistemas energéticos globales no se pueden reconstruir de la noche a la mañana"

Líderes del sector energético debatieron sobre el futuro de la transición energética global y remarcaron que se avecina un crecimiento importante en cuanto a demanda de energía.

Lo hicieron en el marco de CERAWeek , la conferencia anual sobre energía organizada por la empresa de información y conocimientos S&P Global en Houston, que reúne a ejecutivos, funcionarios gubernamentales de las industrias energética, política, tecnológica y financiera, y que este año se realiza del 6 al 10 de marzo.

El año 2022 será recordado durante mucho tiempo como un año en el que el mundo, y la industria energética en particular, cambiaron de múltiples maneras.

Desde la mirada de los expertos internacionales la seguridad energética volvió a ser una prioridad para los gobiernos ante la “guerra energética” en Europa, los altos precios y la escasez.

La COP27 no produjo los acuerdos dramáticos que algunos hubieran esperado. Aunque hubo una promesa sobre pérdidas y daños, la estructura y el financiamiento del mecanismo aún no se han resuelto. No hubo avances en el frente de mitigación.

Según estimaciones de S&P Global Commodity Insights, el conjunto actual de contribuciones determinadas a nivel nacional solo reduciría las emisiones en aproximadamente un 2 % en 2030 en relación con los niveles de 2019, en comparación con la reducción del 23 % que el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático establece como el punto de referencia requerido para alinearse con un camino de 1.5°C.

Debido a la guerra en Ucrania, países de todo el mundo dejaron de lado décadas de políticas y precedentes para reconfigurar el sistema energético mundial.

Se estima que las emisiones globales de dióxido de carbono aumentaron un 1% en 2022, alcanzando un nuevo récord de 37.500 millones de toneladas. El crecimiento de emisiones más rápido proviene de India, con un aumento estimado del 6% en comparación con 2021.

Históricamente, las transiciones energéticas han tenido múltiples facetas. La biomasa es la fuente de energía a partir de la cual el mundo hizo la transición al carbón. Sin embargo, incluso esa transición inicial está lejos de terminar.

Los especialistas coincidieron que se avecina un crecimiento asombroso en la demanda de energía, incluso con una mejora continua en la eficiencia energética.

"Las transiciones energéticas no son nuevas. Pero este es diferente por ese imperativo de reducir las emisiones y al mismo tiempo permitir que el consumo de energía siga creciendo. Otras diferencias clave son la velocidad y la escala global que implica: cero neto para 2050. En transiciones anteriores, no se consideraron externalidades como el impacto y el costo de las emisiones. Estos diferenciadores hacen que esta transición, no probada en la historia de la energía, sea más desafiante que cualquier transición energética anterior", explicó Atul Arya, vicepresidente y  jefe de energía de S&P Global Commodity Insights, quien compartió el panel con Dev Sanyal, director ejecutivo de VARO Energy Group AG, y Mark Nelson, vicepresidente ejecutivo de Estrategia, Política y Desarrollo de Chevron.

En sus disertaciones afirmaron que "la actual transición está impulsada más por políticas e intervenciones de mercado destinadas a reducir las emisiones que por la tecnología y la economía de mercado. Las transiciones energéticas anteriores se han desarrollado durante un siglo o más, no en un cuarto de siglo. Además, no han reducido ni reemplazado la base energética existente antes de que la nueva base energética estuviera lista; en cambio, resultaron de la adición de nuevas fuentes sobre la mezcla existente. En resumen, los sistemas energéticos globales no se pueden reconstruir de la noche a la mañana".