Estacioneros reclaman participar de las negociaciones de precios entre las petroleras y el gobierno

En marzo concluye el acuerdo entre las compañías energéticas y el gobierno nacional, con el último aumento del precio de los combustibles al consumidor final previsto del 3,8 por ciento, que se aplicará el 15 de este mes.

En diálogo con Mejor Energía, Alberto Boz, presidente de la Federación Argentina de Expendedores de Nafta del Interior (FAENI) y vicepresidente segundo de Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (CECHA), aseguró que "los estacioneros van a proponer participar de las negociaciones de precios de los combustibles acordados entre el gobierno y las empresas petroleras para que se tenga en cuenta la situación compleja que atraviesa nuestro sector".

Boz se refirió puntualmente al desfasaje que existe hoy entre el índice de inflación mensual y el sendero de precios fijado por el gobierno y las compañías. "El retraso en evidente", disparó y señaló que "estos aumentos nunca tuvieron un efecto razonable".

"Es cierto que suben las ventas y el consumo, pero no alcanza para la rentabilidad del sector, con bocas de expendio que hoy tienen un promedio de venta mensual de 150.000 litros y a veces hasta por debajo de esa cifra. Hoy es necesario vender entre 310 y 320 mil litros de combustibles mensuales”, explicó y aclaró que desde el final del 2022 se iniciaron los pedidos de audiencia en la Secretaría de Energía para presentar las propuestas, al mismo tiempo que cada provincia trabaja con sus diputados para fortalecer la posición del sector y sostener la continuidad de la actividad.

El dirigente de CECHA estimó que el Gobierno volverá a acordar un nuevo sendero de precios una vez vencido el programa de Precios Justos.

En este marco, los estacioneros continúan reclamando por el retraso en el valor del combustible tomando de referencia el cálculo del barril del crudo, multiplicado por el dólar oficial y el costo del porcentaje del corte.

“Si el Gobierno pretende mantener el precio pisado, además de evaluar cómo compensar a las petroleras para que importen a pérdida y sigan produciendo, debe exigir un uno o dos por ciento más de margen al estacionero”, subraya el referente de CECHA y aclara que, actualmente, se está ganando un 4 por ciento menos de lo esperado.

Este desfasaje- según Boz-, podría verse reflejado en una falta de inversiones, ya que la mayoría de los costos de mantenimiento están dolarizados y los impuestos y paritarias, ajustados a los índices inflacionarios.

El equilibrio entre el costo de la producción y la renta mínima que requiere el productor hoy se encuentra atado al llamado costo del barril interno, costo convenido entre el productor y el refinador con intervención del gobierno nacional, de manera tal que no frene la producción ni acelere los precios al público.

Para los estacioneros el gran desafío que tiene la industria argentina de los hidrocarburos es la creciente brecha entre el precio al que los combustibles se comercializan localmente (principalmente en las estaciones de servicio), y el precio real de mercado internacional.

"La combinación entre el precio local de un commodity energético cada vez más alejado de la referencia mundial y el crecimiento de su volumen de consumo, al final termina perjudicando tanto a los jugadores integrados como los no integrados, limitando los incentivos al crecimiento y a la inversión", explicaron.