Petrobras define su hoja de ruta tras la llegada de Lula al poder

La llegada de Luiz Inácio Lula da Silva a la presidencia de Brasil abrió nuevos interrogantes sobre el futuro de la empresa estatal Petrobras. De hecho, las acciones de la petrolera se desplomaron más del 3% tras el primer día del gobierno como señal de incertidumbre entre los inversores ante un mayor intervencionismo por parte del Estado brasileño.

En una de sus primeras apariciones, Lula ya descartó cualquier posibilidad de privatizar Petrobras. El otro gran tema es la prórroga de una reducción de impuestos federales sobre los combustibles.

El senador Jean Paul Prates, indicado por Lula para presidir Petrobras, aseguró que la política de precios de la petrolera que fija los valores de los combustibles en función de una paridad con el precio internacional del barril sufrirá modificaciones.  

Prates es senador por el Estado brasileño de Río Grande do Norte y miembro del Partido de los Trabajadores, la misma formación política que el presidente Lula. Recientemente ha sido reconocido por varias publicaciones como una de las tres personas más influyentes en el sector de las renovables en Brasil, así como una de las 50 más importantes del sector energético a nivel mundial.

Siempre ha tenido una mirada crítica con respecto a la política de reparto de dividendos de Petrobras y entre sus principales líneas de acción se encuentra modificar el precio de los combustibles y la política de exención fiscal.

En el corto plazo la prioridad está puesta en recuperar el carácter estratégico de la estatal y disminuir la dependencia de los precios internos de los combustibles en Brasil de los del mercado exterior.

Prates aseguró a la prensa que la estatal necesita "reconciliar" su carácter de empresa de economía mixta y su estructuración en la economía brasileña.

El senador apoya que el Gobierno de Brasil fije un precio de referencia nacional para la gasolina y otros productos refinados, que sirva como guía para los precios que Petrobras cobra a sus clientes.

En este contexto, Lula adelantó que protegerá a los consumidores de las fuertes oscilaciones de los precios del combustible y aumentará las inversiones en proyectos de refinación para frenar las importaciones de combustible.

En paralelo, Lula también prevé modificar el plan quinquenal de inversiones 2023-2027, que prevé inversiones de U$S 78.000 millones, por parte de Petrobras.

Para los próximos 5 años las inversiones previstas superan en un 15% las anunciadas en el anterior plan (U$S 68.000 millones para el quinquenio 2022-2026) e igualmente son superiores al promedio de los últimos 5 planes (U$S 72.000 millones)

Según el plan aprobado por la empresa, el 82 % de las inversiones será destinado a proyectos de exploración y producción de petróleo y gas natural, principalmente en el presal, zona geológica en aguas muy profundas del Atlántico en la que Petrobras descubrió importantes reservas de hidrocarburos.

En tanto, las inversiones destinadas al refino suman U$S 9.200 millones, las dirigidas a proyectos de descarbonización U$S 3.700 millones  y las destinadas a energías renovables, U$S 600 millones.