El incremento del fracking en la cuenca neuquina

Vaca Muerta: en el 2022 hubo un salto del 22% en las etapas de fractura

Con 1026 etapas de fractura, las petroleras sostuvieron un buen ritmo en diciembre. Se trata de la séptima vez en el año que se hacen más de 1000 etapas de fractura en un solo mes.

Vaca Muerta: en el 2022 hubo un salto del 22% en las etapas de fractura
En el transcurso del año 2022 se hicieron 12.522 etapas de fracturas shale
En el transcurso del año 2022 se hicieron 12.522 etapas de fracturas shale

La actividad en la formación Vaca Muerta registró en el mes de diciembre de 2022 un total de 1026 etapas de fractura, una caída del 11,47% con respecto a las 1159 etapas de fractura del mes de noviembre pasado. En diciembre de 2021 se habían alcanzado 1033 fracturas.

De todos modos, el nivel de actividad en la formación es alto, ya que es la séptima en el año que se hacen más de 1.000 etapas de fractura en un solo mes. En el transcurso del año 2022 el total fue de 12.522 fracturas de shale, contra 10.254 realizadas durante 2021, lo cual representó un incremento del 22,14%.

Los datos se desprenden a partir del informe elaborado por Luciano Fucello, presidente de la Fundación Contactos Energéticos que releva el nivel de actividad de las petroleras que operan en la formación no convencional neuquina.

De acuerdo con el reporte, durante diciembre YPF fue la operadora que mayor nivel de fracturas alcanzó con 307 etapas, es decir que representó el 29,92% del total de la formación.

También se destacó el desempeño de Vista con 168, Tecpetrol con 165, de Shell con 136 fracturas, PAE con 97, Pampa Energía con 57, Pluspetrol con 52y Total con 44.

En el segmento de las empresas de servicios especiales, Halliburton concentró el grueso de los trabajos con 500 etapas de fracturas realizadas; Schlumberger sumó otras 212 etapas, Tenaris 165, y la empresa Weatherford con 52.

 

Proyectos clave

El incremento del fracking en Vaca Muerta refleja el gran momento de desarrollo y crecimiento que atraviesa la producción no convencional en la cuenca neuquina y sin duda constituye un punto de inflexión para definir una nueva matriz económica y productiva del país.

En agosto de 2022 la producción de gas no convencional fue la más alta de la historia, alcanzando el 56% del total, en tanto que en octubre la producción de shale oil representó un incremento interanual del 40%, mientras que la de petróleo fue la más alta desde 2009, llegando a los 619 mil barriles por día.

Este salto de productividad hoy tiene como contexto el anuncio de importantes inversiones, especialmente en infraestructura de transporte, como el caso del inicio de la construcción de la primera etapa del gasoducto Néstor Kirchner que, desde la localidad neuquina de Tratayén hasta la de Salliqueló, en la provincia de Buenos Aires, incrementará en 21 millones de metros cúbicos la capacidad a partir del 20 de junio.

La obra permitirá un ahorro de U$S 2.200 millones en importaciones y subsidios y profundizar la posibilidad de exportación a partir de los excedentes de gas natural.

La producción de crudo no convencional también obligó a acelerar los proyectos de ampliación y construcción de nuevos oleoductos. Así se decidió ampliar el Oleoducto del Valle (Oldelval) con una inversión de poco más de US$ 1.000 millones para  duplicar su capacidad actual desde Vaca Muerta a Bahía Blanca, y se empezó con la rehabilitación del Oleoducto Trasandino (Otasa) que desde el primer trimestre de 2023 permitirá la exportación hacia Chile.

También aparecen nuevos proyectos en carpeta, como el caso del Oleoducto Vaca Muerta Sur, una inversión de U$S 1.200 millones que permitirá tender un ducto de 700 kilómetros desde Vaca Muerta hasta Punta Colorada, donde se construirá la terminal exportadora más grande del país.

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