Neuquén destinó 1000 millones de pesos

Para los trabajadores de la PIAP la prioridad es poner la planta en marcha

Sostuvieron que hoy la principal alternativa es seguir produciendo agua pesada para el complejo nuclear. Comenzar el proceso requiere de al menos 18 meses

Para los trabajadores de la PIAP la prioridad es poner la planta en marcha
Además de agua pesada, la planta puede anexar la producción de urea, fertilizantes o hidrógeno
Además de agua pesada, la planta puede anexar la producción de urea, fertilizantes o hidrógeno

El gobierno de la provincia de Neuquén asignó recientemente una partida del presupuesto de $ 1000 millones de pesos para reactivar la Planta de Industria de Agua Pesada (PIAP).

En una entrevista con Mejor Energía, Nicolás Ventura, secretario general de la Junta interna de ATE de PIAP, se refirió a la situación actual de la planta y de los desafíos futuros.

En cuanto a la asignación presupuestaria, advirtió que “aún no está claro en qué se va a destinar ese dinero, si en inversiones, en remodelaciones, en proyectos de desarrollo e investigación o en exportaciones”.

Y remarcó que hoy la prioridad es poner la planta en funcionamiento, lo cual es una tarea que pueda tardar entre 18 y 24 meses, aproximadamente.

Agregó, además, que la puesta en marcha de la planta implicaría incorporar unos 150 trabajadores más y capacitarlos.

La planta está paralizada desde el año 2017 durante el gobierno de Mauricio Macri, pasando de 500 empleados a apenas 100.

“Con el cambio de gobierno se reflotó nuevamente la necesidad de producir agua pesada en el país para abastecer a las centrales nucleares”, comentó.

Ventura habló de prioridades y afirmó que “una vez que la planta esté produciendo se pueden anexar otro tipo de proyectos, como la producción de urea, de fertilizantes o de hidrógeno”.

La idea de diversificar los proyectos y darle mayor valor agregado utilizando el gas neuquino está latente, aunque Ventura insistió que "hoy la urgencia pasa por reactivar la planta y que las promesas no se queden en meros anuncios políticos".

Frente a la falta de producción de los últimos 5 años, el poco stock que quedaba en la PIAP ya se vendió a las centrales nucleares locales.

“En Argentina, el mercado demanda una cantidad importante de agua pesada que hoy no se puede importar porque es muy costoso”, dijo Ventura.

 

 

 

 

 

 

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