Planteo de la multinacional eléctrica

Enel presentó su hoja de ruta para la transición energética

La empresa planteó escenarios y que cuantifica los costos y beneficios de acelerar la transición energética en el país.

Enel presentó su hoja de ruta para la transición energética
La gigante eléctrica propuso su camino hacia la transición.
La gigante eléctrica propuso su camino hacia la transición.

 

La transición energética es un concepto ya ampliamente difundido pero con pocos objetivos mensurables por parte del sector privado en la Argentina, y en esa necesidad de trazar uno de los senderos posibles a recorrer es que se inscribe la reciente Hoja de Ruta que presentó el grupo Enel para el país, hacia 2030 y 2050. Se trata de una agenda local que plantea 10 acciones que requiere la carbono neutralidad, que aborda la demanda energética y recomendaciones en el sector de la industria, el transporte, el residencial, el comercial y de servicios públicos, y del no energético que incluye ganadería, uso de suelo, cambio de uso de suelo y silvicultura. 

El trabajo afirma a partir del modelado de escenarios para todos los sectores que pueden realizar -a ritmos diferentes- su aporte a la descarbonización, que la transición energética genera empleo, inversiones y es económicamente beneficiosa considerando los costos sociales del carbono. 

Allí, la sustitución de combustibles líquidos es clave para la descarbonización en donde la electrificación alcanza el 35% y 60% a 2050, en un proceso en el que se limitarán las necesidades de combustibles fósiles en el mercado interno, liberando una parte para exportación pasando a una participación en el mercado global del 0,2% a 0,8% a ambos períodos planteados. 

La transición, se advierte, implicará cambios estructurales con un fuerte impacto sobre determinadas regiones, áreas, y para no dejar a nadie atrás, dicha transición debe ser justa, lo cual se reafirma con la proyección de que generará en la Argentina un impacto neto de 3,6 millones en puestos de trabajo. Es decir, producto de la creación de 5 millones de nuevos empleos, de los cuales 3,5 millones responderán a la demanda de obras, 0,7 millones a la minería de cobre, 0,5 millones al desarrollo de las renovables y 0,3 millones a la manufactura de insumos eléctricos, frente a una eliminación de puestos de trabajo -siempre al 2050- de 1,4 millones de la cadena de valor ligada al petróleo y combustibles fósiles.

En este aspecto, las recomendaciones de Enel son apoyar la introducción de tecnologías eléctricas, gestionar el empleo y las oportunidades mediante técnicas que generen nuevas competencias para optimizar su desempeño por mayor especialización, adaptación a un nuevo puesto generando mayor versatilidad, abordar la pobreza energética y promover una redistribución justa de los costos.

El trabajo también analiza que la transición generará un crecimiento económico de 1,8% adicional sobre el PBI, a partir de un escenario en el que se contempla el efecto de las inversiones netas para descarbonizar (0,6%), incentivos fiscales adicionales durante la etapa de transición (0,6%), reformas estructurales e innovación verde (1,4%) y precios de energía, activos fijos y ajustes regulatorios (-0,8%), lo que permite estimar un crecimiento Neto Total (incluyendo la estimación de daños climáticos evitados) del 3%.

A la vez, la reducción de los costos sociales por la descarbonización son mayores a las inversiones generando un beneficio neto acumulado a valor presente de 30,2 miles de millones a 44,6 miles de millones entre dos escenarios modelados. En tanto que el análisis de costo-beneficio de las políticas de mitigación arrojan un beneficio neto por emisiones CO2 evitadas en ambos escenarios con beneficio de US$ 19,5 miles de millones.

A estos resultados sólo se puede llegar con la movilización de los abundantes recursos naturales con los que el país cuenta, generación de divisas tomando un rol exportador y desarrollo productivo. Allí, el sector privado puede tomar un rol activo en la generación de la nueva capacidad. 

Los usuarios mayores de 10kW de forma progresiva podrían adquirir la responsabilidad de su abastecimiento a través de la contractualización de su demanda, y a la vez se podrá dictar las medidas necesarias que permitan el desarrollo de los recursos donde se podría llegar a duplicar la producción y alcanzar altos niveles de exportaciones.

En consecuencia, la electrificación, según plantea la empresa, debe ir acompañada del desarrollo de una matriz eléctrica sostenible al 2030 y 2050 condicionada al desarrollo de infraestructura de transporte, con la creciente participación de las tecnologías Hidroeléctrica, Nuclear, Eólica, Solar Fotovoltaica, Solar Fotovoltaica Distribuida, y la caída sólo en Térmica, de las formas actuales de generación.

Así, el mercado local, plantea Enel, tendrá una demanda máxima que será cubierta por generación renovable de costo eficiente respaldado por el uso de baterías y la flexibilidad del gas, con una marcada disminución en el costo nivelado de la energía en tanto avance la transición.

El trabajo de Enel también dedica un capítulo para la formación de Vaca Muerta, la cual se asegura cuenta con una ventana de oportunidad para su desarrollo contribuyendo a la descarbonización de las economías regionales y mundiales.  

A nivel local, se proyecta su aporte al consumo de Industria y Transporte a 2030 entre 45 MMm3/d y 49 MMm3/d, y en 2050 en un escenario de transición acelerada el gas mantiene un 30% de participación en el consumo industrial. La oportunidad a nivel regional y mundial, el no convencional permite proyectar una producción de Gas a 2030 de 189 MMm3/d con exportaciones de al menos 25 Mm3/d, y producción de petróleo de entre 716 miles de BBL/d, lo que impacta en un importante aporte a la generación de divisas y empleo.

La empresas también plentea que el hidrógeno verde se constituye como una alternativa para los sectores “difíciles de descarbonizar” y como un insumo para reemplazar el diesel en los camiones de transporte de carga pesada a 2050, por lo cual Argentina tiene un potencial para convertirse en exportador de ese producto como coinciden muchas proyecciones. Para ello, dice Enel, se deben realizar esfuerzos para posicionar a Argentina como país de relevancia para el desarrollo del Hidrogeno Verde promoviendo generar demanda local y global, con requisitos progresivos que serán necesarios para que la industria se mueva en esa dirección a través de señales e incentivos como la aplicación de crédito fiscal en base al nivel “verde” de producción. 

También habrá que atender el desarrollo de infraestructura de transmisión (eléctrica y gas) necesaria para la incorporación de generación eficiente y reducción de sobrecostos del sistema, lo cual debe ser planificado desde ahora, considerando dónde se encuentra el mejor recurso disponible pero también cómo se optimiza la utilización de todos los recursos. Así, el transporte de energía eléctrica requerirá al menos unos 31.000 kilómetros, con la necesidad de propender a la integración energética para aprovechar los beneficios de mercados integrados.

La digitalización, además, permitirá un sistema de abastecimiento resiliente, participativo y sustentable. Los medidores inteligentes permitirán un rol activo de los usuarios por lo que se propone el reemplazo masivo de los medidores tradicionales existentes por medidores inteligentes en un periodo de 8-10 años financiado a través de un cargo específico a la demanda. El reporte explica que la mejor forma para reducir las emisiones es consumiendo la energía de forma eficiente para lo cual propone atender las medidas para mejorar la eficiencia en todos los sectores en el corto plazo a través de incentivos fiscales y brindando señales que impulsen el cambio. Es necesario diseñar una estructura tarifaria que represente precios adecuados para impulsar una respuesta activa por parte de la demanda y se debe promover el remplazo de tecnologías existentes por electrodomésticos eficientes para la refrigeración y acondicionamiento a través de un plan canje con disposición final llevado a cabo a través de cooperativas.

En definitiva, en estos escenarios planteados por Enel, la empresa cree que la Intensidad Energética avanzarán en función de los cambios tecnológicos incorporados en las inversiones en investigación y desarrollo, lo que debería ser acompañado de una Ley de Eficiencia Energética con objetivos, actualizar normas de construcción eficiente, alinear etiqueta de Eficiencia Energética con mejores tecnologías disponibles, sumar campañas de sensibilización con incentivos al reemplazo con disposición final, migrar de sistemas de calefacción y refrigeración más eficientes, y completar reemplazo por luminarias LED incluyendo alumbrado público. 

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