Argentina y sus ventajas competitivas

Hidrógeno verde: aseguran que el escenario se adelantó 10 años

Cristian Alonso Sisini, consultor en energía, habló sobre la perspectiva de esta variante de los proyectos renovables.

Hidrógeno verde: aseguran que el escenario se adelantó 10 años
En Argentina hay en carpeta tres proyectos bajo la órbita del Ministerio de Desarrollo Productivo.
En Argentina hay en carpeta tres proyectos bajo la órbita del Ministerio de Desarrollo Productivo.

En los últimos meses se ha escuchado hablar mucho sobre el potencial de desarrollo y crecimiento del hidrógeno verde en Argentina.

El contexto internacional ha contribuido en gran manera a este nuevo escenario, caracterizado por los siguientes factores:  un cambio climático que obliga a los países a “descarbonizar” sus economías; la escasez de gas y el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia, que obliga a sumar nuevos proveedores, y el abaratamiento exponencial que registraron en las últimas décadas los equipos para producir energía solar y eólica.

A diferencia de lo que ocurre con el petróleo y el gas natural, el hidrógeno “verde” es el que menor impacto ambiental tiene porque en su proceso de producción no se libera dióxido de carbono sino vapor de agua

La gran mayoría del hidrógeno que se produce en la actualidad se utiliza como insumo químico. Según datos del sector, Argentina consume 400.000 toneladas por año de hidrógeno, el 85% en la industria petroquímica.

Consultado por Mejor Energía, Cristian Alonso Sisini, consultor en energía con más de 30 años de experiencia, sostuvo que  el hidrógeno verde se adelantó diez años frente a lo esperado.

"Hoy vemos que el  hidrógeno verde está costando desde unos 4.5 USD/kg, hasta 10 USD/kg, debe bajar a un nivel competitivo con los otros combustibles para luego poder ser transportado (hoy a unos 1.5 a 4.0 USD/Kg) y reconvertido a energía. En esto es en lo único que hoy el hidrogeno presenta perspectivas muy favorables dado que su reconversión a energía en celdas de combustible hibridas presenta mejor eficiencia que las mejores instalaciones de gas y es escalable desde una potencia de unos 10 Kwhr", explicó.

Sisini puso como ejemplo lo que ocurre en Estados Unidos, "donde los americanos en su programa de diez años de investigación llevado adelante por 18 laboratorios nacionales y universidades, con inversiones superiores a U$S 50.000 millones  dedicados a investigación, planean llegar a 1.0 USD/kg-H2. Todo esto queda como casi atrasado, dado que hoy, unos 8 años antes del objetivo, alguien mueve el tablero y lo deja en un nivel francamente competitivo con los combustibles fósiles".

Según el criterio del especialista, "las investigaciones siguen en los sistemas de transporte y potencialmente en la reconversión a energía eléctrica, pero en estos sistemas, los problemas se pueden considerar parcialmente resueltos, dado que hoy mismo existen ciertas soluciones alternativas".

En el país hay tres proyectos en carpeta, que maneja el Ministerio de Desarrollo Productivo, en tanto, el Gobierno prepara un nuevo marco normativo, para fines de este año.

El que más se destaca es el de la empresa australiana Fortescue, que anunció una inversión de US$8.400 millones y promete generar al menos 15.000 puestos de trabajo directos y 50.000 indirectos.

Hay otro proyecto en marcha impulsado por el Gobierno de Jujuy en esa provincia, en base a energía solar.  Y el otro gran emprendimiento  tiene como protagonista a la empresa MMEX en Tierra del Fuego, que anunció una inversión de US$500 millones para construir un campo eólico de hasta 300 MW y una planta de electrólisis para producir 55 toneladas de hidrógeno verde por día con miras a la exportación.

Para Sisini, Argentina tiene hoy ventajas comparativas con el resto del mundo. "Si los costos de producción de un bien bajan y se requiere sí o sí una materia prima especial para producirlo, el que tiene una ventaja, es el que tiene esa materia prima especial escasa. En este caso, la materia prima especial, son los campos solares de alta tasa de radiación anual, o los campos eólicos con alta frecuencia y velocidad de soplado. Por eso,  Argentina es un país privilegiado", expresó.

También afirmó que "para que un país alejado de los centros de consumo como Argentina pueda hacer del H2 un negocio rentable, debería ser económico su transporte, de modo de llegar a los mercados destinos desde esta distancia con este combustible verde".

"La verdad- continuó Sisini- es que el transporte económico del H2 ya está disponible por lo menos en una forma. Esta forma es la de convertirlo a gas natural a partir del carbono verde. Por ejemplo, con aceites vegetales, los cuales en vez de ser sometidos a las reacciones que dan lugar al biodiesel, pueden ser hidro-crackeados y progresivamente hidrogenados, dando lugar a productos más livianos y en última instancia a gas natural. Esto permite usar la infraestructura de transporte y conversión ya existente, pero sin generar nuevo carbono libre, sino a partir de carbono secuestrado a la atmosfera".

 

 

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