Advierten un rojo comercial energético de más de u$s 6.100 millones

Este año el saldo comercial entre las importaciones y las exportaciones de energía treparán hasta los US$ 6.100 millones alcanzando niveles históricos con importaciones por encima de los US$ 10.000 millones, de acuerdo a proyecciones realizadas por la consultora Ecolatina en base a los volúmenes y precios actuales que maneja el mercado.

El trabajo dirigido por el director de Energía de la consultora y ex secretario de Planeamiento Energético, Daniel Dreizzen, alerta por un fuerte crecimiento del rojo comercial del sector ya que para este 2022 estima un saldo negativo de US$ 6.109 millones frente a los US$ 1.551 relevados el año pasado, es decir más de un 290% de incremento interanual. Pero la cifra es más preocupante si se compara con el rojo de balanza de 2020, cuando la menor actividad económica por la pandemia, redujo ese saldo a los US$ 70 millones, casi en un equilibrio de cuentas. Es decir que en dos años, el déficit de la balanza energética se disparó en un 8.600 %.

Las cifras estimadas por Ecolatina toman como referencia un mayor reemplazo de GNL por gasoil y un mayor consumo, no sólo por parte de las generadoras energéticas para liberar la demanda de gas natural sino también por el transporte y los sectores productivos que dependen de ese insumo, y que son eje de una crisis de abastecimiento en buena parte del país.

De acuerdo al trabajo, las exportaciones energéticas estuvieron conformadas mayormente por los embarques de petróleo por US$ 2.324 millones, explicado por mayores volúmenes y también por la escalada del precio global, aunque en el reporte se utiliza un valor promedio moderado en torno a los US$ 100 por barril. 

También suman saldo positivo la continuidad de los envíos de gas a Chile por US$ 309 millones, las ventas de propano y butano por US$ 772 millones de las cuales la Argentina es productor superavitario desde hace años, y cargamentos de nafta súper por US$ 631 millones y de nafta virgen por US$ 333, más una variedad de otros rubros menores por US$ 100 millones.

A pesar de este desempeño del sector que permiten el ingreso de divisas por encima de los US$ 5.000 millones, el peso creciente de las importaciones profundiza la tendencia del rojo comercial y afecta las cuentas públicas, en momentos de problemas macroeconómicos y limitaciones externas que preocupan no sólo al Gobierno nacional sino también a todo el entramado productivo. Es que el segmento de importaciones prevé para este año un fuerte salto deficitario de más de más de US$ 4.500 millones hasta alcanzar a fines de 2022 un estimado negativo de US$ 6.109 millones.

La cuenta de compras externas se prevé conformada este año por los envíos de gas natural desde Bolivia que aseguró para este invierno un piso de 14 Mmm3/día y que sumarán por US$ 1.532 millones, y las compras de los cargamentos de Gas Natural Licuado (GNL) por US$ 3.702 millones, para respaldar la oferta en los meses pico de invierno, tanto a través del buque regasificador de Escobar como el que llegó para esta temporada a Bahía Blanca. El GNL registró un fuerte incremento en el período 2020-2022 ya que se multiplicó casi por diez por el impacto del incremento de la demanda global en la pospandemia

El informe, también contempla importaciones de fuel oil por US$ 222 millones y el producto de mayor conflictividad local por su impacto en la producción que es el gasoil. En este rubro se estima que se alcanzarán importaciones a lo largo del año por al menos US$ 2.674 millones para la variedad grado 2 y US$ 1.776 millones para la grado 3, cuando el año pasado ambos productos totalizaron compras en torno a los US$ 2.000 millones, y en 2020 por debajo de los US$ 600 millones.