Los desarrollos costa afuera y los recursos del Estado

El éxito de un bloque offshore podría generar u$s 32 mil millones en ingresos

Los economistas insisten que la industria de hidrocarburos es la de mayor efecto multiplicador de empleo de la economía.

El éxito de un bloque offshore podría generar u$s 32 mil millones en ingresos
Offshore, la bisagra energética para la Argentina
Offshore, la bisagra energética para la Argentina

El proyecto de Equinor en sociedad con YPF y SHELL que apunta a  la exploración offshore de las áreas CAN 100, CAN 108 y CAN 114, ubicadas en la Cuenca Argentina Norte, cerca de las costas de Mar del Plata reavivó el debate entre ambientalistas y petroleros.

Los geólogos estiman que "no menos de cinco años pasarán antes de que conozcamos los resultados y si estos justifican tomar la decisión de avanzar en el conocimiento de esta geología".

La energía ocupa hoy el centro de la agenda política y económica a nivel mundial. La disparada de los precios del crudo y el gas, que se profundizaron con el conflicto entre Ucrania y Rusia, obligaron a los países a replantearse su política energética y buscar alternativas para asegurarse de disponer de energía a un precio asequible para sus industrias.

Las principales petroleras advierten que Argentina tiene la oportunidad de cambiar su perfil productivo con este tipo de proyectos y convertirse en un exportador de energía al mundo, generar divisas en forma significativa y evitar las crisis recurrentes y limitaciones en las que incurre la economía nacional producto de la falta de dólares para financiar su proyecto de desarrollo.

"Sólo el desarrollo de un bloque offshore puede generar ingresos públicos (regalías + impuestos) por 32.9000 millones de dólares. Si el proyecto es exitoso, y se escala el desarrollo a la Cuenca del Mar del Norte, los ingresos para el Estado se elevarían a 98.700 millones de dólares a lo largo de un proyecto", aseguran desde una de las principales operadoras de Vaca Muerta.

Según el Centro de Estudios para la Producción, en este sector la relación es de 5,1 puestos de trabajo indirectos por cada puesto directo. Si tenemos en cuenta que un solo proyecto podría generar 22.000 puestos directos, el efecto del empleo total es de más de 100.000 empleos en total.

También desde la industria se esmeran en señalar el impacto de este tipo de proyectos sobre las PYMES que prestan servicios a la industria.

"La cadena actual está muy desarrollada y tiene una presencia federal, beneficiando no sólo a las empresas de las cuencas productivas sino a otras provincias con industrias de otro perfil, como puede ser la metalmecánica, la construcción y los servicios. El país debe encarar con seriedad el debate que se está dando en la sociedad sobre el desarrollo de este tipo de recursos, sin caer en falsas dicotomías y temores infundados. La Argentina tiene una importante experiencia en el desarrollo de proyectos offshore y más de 24 millones de metros cúbicos día del gas que se consume en el país proviene de las plataformas ubicadas en la zona de Magallanes", destacan.

En la mayoría de los geólogos reina el optimismo, a pesar de que el offshore argentino tiene una densidad exploratoria que va de baja a muy baja, salvo la zona de Cuenca Austral donde existe producción ya hace algunas décadas.

"La falta de éxito de los últimos años se debe principalmente a la ausencia de una buena roca madre o generadora o bien a falta de madurez térmica suficiente de la roca madre, que permita generar y principalmente expulsar hidrocarburos. Los otros componentes del sistema petrolero parecieran estar presentes. La dificultad en la identificación de una buena roca madre, le da a los proyectos una mayor complejidad, hay que definir las posibles vías de migración y las trampas que almacenen esos hidrocarburos, que pueden ser sutiles o no fácilmente identificables. Esto trae aparejado otro problema, si existen esas acumulaciones y hay hidrocarburos (que es una noticia muy buena y extraordinaria), hay que ver si su desarrollo puede ser económico", advierte un geofísico de reservorios.

Los petroleros buscan unificar criterios y dar un mensaje inequívoco: "La actividad es ambientalmente sustentable dada la elevada cantidad de recursos que se puede obtener por pozo con relación a otro tipo de operaciones". 

De todas maneras, - explican- las operadoras están cumpliendo con un exigente proceso de aprobación de los proyectos para garantizar que el cuidado del medio ambiente sea una prioridad.

Al proceso de Audiencia Pública, se suma ahora un proceso participativo y abierto a la ciudadanía para que pueda conocer los proyectos y opinar sobre sus potenciales impactos. Este tipo de mecanismos son una novedad para la industria y periten cumplir con los pactos internacionales a los que el país adhiere en materia ambiental.

 

 

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